Obreros, cocineros y mecánicos: los oficios más demandados por las empresas en Biobío
La Encuesta Nacional de Demanda 2019 expuso los principales requerimientos de empleabilidad y la necesidad de ajustar las capacitaciones.
Obreros, cocineros y mecánicos son algunos de los oficios más demandados por las empresas en Biobío, de acuerdo a los resultados de la primera Encuesta Nacional de Demanda Laboral (Enadel) 2019, instrumento pionero a nivel país que da cuenta de las oportunidades de empleabilidad, formación y certificación de las personas.
El Observatorio Laboral Biobío del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) dio a conocer ayer los resultados del sondeo aplicado durante el segundo semestre de 2019 a 3.944 micro, pequeñas, medianas y grandes empresas nacionales y a 325 firmas locales, asociadas a sectores de la construcción, la industria manufacturera, el turismo y el transporte y almacenamiento. En total, estas instituciones consideran a cerca de 1,7 millones de trabajadores en todo Chile.
Si bien el informe final iba a ser presentado en abril, la pandemia obligó a posponer el evento. Así, por medio de un encuentro virtual, en el que participaron diversas autoridades regionales, el director del Observatorio, Luis Méndez, explicó que la iniciativa permitirá detectar cuáles son las demandas y los requerimientos de empleabilidad que solicitan las empresas de la zona.
"Hasta ahora este era un dato oculto y una información que no disponíamos, puesto que los antecedentes que nos entrega el Instituto Nacional de Estadísticas son desde el punto de vista de la oferta, es decir, desde el lado de los trabajadores, pero no teníamos datos de la demanda", remarcó Méndez.
LOS REQUERIMIENTOS
A través del informe presentado por Luis Méndez, se dio cuenta que, aproximadamente, siete de cada diez instituciones consultadas declaró haber tenido vacantes difíciles de llenar durante el año pasado.
En el caso de la construcción, la encuesta arrojó que a nivel local los cupos que más cuesta conseguir tienen que ver, principalmente, con obreros de edificios (29%) y otras ocupaciones relacionadas a la labor de moldeadores, soldadores, chapistas, caldereros, montadores de estructuras metálicas, aparejadores y empalmadores de cables no eléctricos (15%).
Parte de las 325 compañías regionales que participaron del sondeo aseguraron también que existe una demanda de 28% y 22% en relación al trabajo de los cocineros de comida rápida y ayudantes de cocina, y garzones de mesa y bármanes, en el rubro del turismo.
En materia de industria manufacturera, las principales necesidades radican en oficios como mecánicos y reparadores de máquinas agrícolas e industriales (23%). Le siguen los chapistas, moldeadores, soldadores y caldereros (15%).
En lo que respecta al ámbito del transporte y almacenamiento, la encuesta evidenció que lo que más se requiere hoy son conductores de camiones pesados y buses (46%) y empleados que se encarguen del registro de materiales y de transportes (13%). "Nuestra recomendación es que la formación debe estar orientada hacia una formación con mayor especificidad técnica", argumentó el director del Observatorio.
CAUSAS E IMPACTO
Según las empresas, este tipo de vacantes son difíciles de completar a raíz de varias razones. Las más relevantes están asociadas a la falta de candidatos con competencias o habilidades técnicas, la falta de experiencia laboral y la escasez de postulantes que hay en el mercado. La mayor parte de las firmas cree que el anterior escenario presenta consecuencias negativas, en cuanto al aumento de carga laboral de otros empleados, el retraso en el desarrollo de nuevos productos o servicios y el alza de costos operacionales.
Oscar Aliaga, director regional del Sence, sostuvo que los datos presentan un desafío intersectorial, a modo de comenzar a adecuar de mejor manera los perfiles de competencias por sector económico no cubiertos, "así como de las acciones que ejecutemos en pandemia".
Esta premisa también fue recogida por los seremis Sintia Lyton (Trabajo) y José Manuel Rebolledo (Hacienda), quienes aseguraron que la información recabada permitirá "adoptar mejores decisiones en términos de empleabilidad hacia el futuro" y "generar puentes entre los demandantes y los oferentes, así como actualizar los programas de las universidades y los institutos profesionales".