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Sondeo en una de las zonas fronterizas más peligrosas del mundo

Más personas de las que se pensaba no saben lo que es el coronavirus

Agentes fronterizos identificaron que cientos de inmigrantes que entraron a Somalia no sabían del covid-19 ni de la epidemia. Grupos extremistas les niegan su existencia.
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Por agencias

A medio año del inicio de la pandemia del coronavirus es difícil imaginar que personas de algún lugar del mundo no hayan oído hablar de él. Pero decenas de inmigrantes que llegan a Somalia reconocen a diario al personal de Naciones Unidas que jamás oyeron del covid.

Agentes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la agencia migratoria de Naciones Unidas, entrevistan a personas en la frontera de Somalia, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, pues implica cruzar el Mar Rojo con traficantes de personas y atravesar un Yemen arrasado por la guerra. Todo, para llegar a los países ricos del Golfo Pérsico.

Las preguntas que realizaba el equipo a los inmigrantes eran sencillas, como desde dónde viene, a dónde va y por qué viaja. Pero después de que confirmaron las primeras infecciones en Somalia, incorporaron una más: "¿Cuánta gente en su grupo sabe lo que es el coronavirus?".

Así, esta simple pregunta permitió saber que, en la semana que terminó el 20 de junio, poco más de la mitad, el 51%, de las 3.471 personas encuestadas, dijeron que nunca habían oído hablar del covid-19, la enfermedad causada por el SARS-CoV-2. "La primera vez que vi esto también quedé muy sorprendida", dijo Celeste Sánchez Bean, gerente del programa de la OIM con sede en la capital de Somalia, Mogadiscio, a The Associated Press.

Los hallazgos, que son poco más que una línea en los reportes de la agencia, son un recordatorio del enorme desafío de llegar a todo el mundo con información sobre la pandemia, y mucho más convencerlos de que utilicen mascarillas.

Los migrantes suelen ser hombres jóvenes de zonas rurales de la vecina Etiopía, la mayoría no tiene estudios y algunos proceden de comunidades donde el acceso a internet es escaso, apuntó Sánchez, quien remarcó que le alegra que el número de gente que desconoce el covid-19 se haya reducido en las doce semanas desde que se realiza la pregunta.

En un primer momento, el 88% no sabía del virus. A quienes no saben se les da una breve explicación de la pandemia, incluyendo cómo se contrae el virus y descripciones de los síntomas y las medidas de prevención.

Lo que preocupa a Sánchez ahora son los hallazgos de un nuevo proyecto que mapea la ruta de los migrantes a través de Somalia, en combinación con datos epidemiológicos que muestran las infecciones por coronavirus. Los migrantes ya enfrentan un estigma en ciudades como Bosaso, de donde parten los barcos hacia Yemen, donde algunos residentes los culpan de llevar el virus, según información de la ONU. Ahora que la pandemia afecta a la economía local, muchos migrantes no pueden encontrar un empleo que les permita ahorrar dinero para lo que les queda de viaje, apuntó Sánchez, "ahora tienen incluso más problemas".

Pero la falta de concienciación sobre el covid-19 no se limita a los migrantes. Por ejemplo, en zonas rurales de Somalia, especialmente en aquellas controladas por el grupo extremista al-Shabab, ligado a Al Qaeda, han negado la existencia del virus. Según las autoridades somalíes esto se debe al limitado acceso a internet, a las limitadas campañas de sensibilización e incluso las restricciones de los extremistas a las comunicaciones con el mundo exterior.

Una reciente evaluación de la OIM de los desplazados en la región separatista somalí de Somaliland, halló que hay niveles "muy altos" de malentendidos, con alguna gente confundiendo el covid-19 con una enfermedad transmitida por la picadura de un mosquito, o pensando que el síntoma clave de la enfermedad respiratoria es la diarrea.

Pero la mayoría de los encuestados que estaban al tanto de la pandemia, era gracias a transmisiones de radio, al boca a boca y a los mensajes de las empresas de telefonía móvil mientras esperan a que alguien responda a una llamada, un recurso habitual en África. "Poco a poco, la información está llegando allí", dijo Sánchez, pero el virus también. Somalia, con uno de los sistemas de salud más precarios del mundo, tiene ahora más de 2.800 casos confirmados.

88% de los inmigrantes en la frontera de Somalía no sabía, al principio, sobre la existencia de la pandemia del coronavirus.

51% de las 3.471 personas encuestadas dijeron que nunca había escuchado acerca de la pandemia del covid-19.

Tiene un océano interior bajo su superficie helada

Estudio de la Nasa lo respalda: una de las lunas de júpiter podría ser habitable

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"Europa", una de las 53 lunas de Júpiter, tiene un océano interior bajo su superficie helada "que podría ser capaz de sostener vida". Esta teoría ha vuelto a ser respaldada con un nuevo modelo desarrollado por científicos de la Nasa.

Los resultados, que aún no han sido sometidos a la revisión de otros expertos, pero que pueden tener implicaciones para otros satélites del Sistema Solar, se presentaron en la Conferencia Goldschmidt , la principal reunión anual internacional sobre geoquímica, que este año se realizó de forma virtual.

"Europa" tiene un diámetro de 3.100 kilómetros, un poco más pequeño que el de nuestra Luna, y orbita Júpiter a unos 780 millones de kilómetros del Sol. La temperatura de su superficie nunca supera los -160 grados Celsius, pero aún no se conoce la de su océano subterráneo. Se trata de una de las lunas más grandes del Sistema Solar y desde que las sondas Voyager y Galileo la sobrevolaron, los científicos han sostenido que la corteza superficial helada flota en un océano subterráneo, cuyo origen y composición no están claros.

Usando datos de la misión Galileo, investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, hicieron un modelo de la composición y las propiedades físicas del núcleo, la capa de silicato y el océano. El investigador principal, Mohit Melwani Daswani, explicó que, como resultado, descubrieron que diferentes minerales pierden agua y material volátil a diferentes profundidades y temperaturas.

El océano subterráneo de "Europa" podría haber sido en sus inicios "ligeramente ácido, con altas concentraciones de dióxido de carbono, calcio y sulfato". De hecho, se pesaba que "podría ser aún bastante sulfúrico", pero las nuevas simulaciones, unidas a datos del telescopio espacial Hubble muestran la presencia de cloruro en su superficie, lo que sugiere que "muy probablemente" el agua se volvió rica en esa sustancia.

En otras palabras, apunta Melwani, "su composición se volvió más parecida a la de los océanos de la Tierra. Creemos que este océano podrá ser bastante habitable para la vida".

Esta luna de Júpiter es "una de nuestras mejores oportunidades de encontrar vida en nuestro Sistema Solar", indica el experto, quien recuerda que la misión Europa Clipper, que la Nasa lanzará en unos pocos años, tiene como objetivo investigar la habitabilidad del satélite.

El modelo creado por el equipo les lleva a pensar que los océanos de otras lunas, como Ganimedes -vecina de Europa- o Titán -satélite de Saturno-, pueden haberse formado también por procesos similares, pero "aún quedan aspectos por entender, entre ellos la forma en que los fluidos migran a través del interior rocoso de Europa".

79 satélites conocidos tiene Júpiter. Las primeras cuatro las descubrió hace cuatro siglos Galileo Galilei. Las 12 últimas (2018), astrónomos estadounidenses.