Alcaldes de Cañete y Alto Biobío buscan extremar medidas tras primeros contagios
Desde Arauco 7 se solicitó cuarentena provincial, en tanto Nivaldo Piñaleo pidió a vecinos que inicien confinamiento.
Dos comunas de la Región del Biobío dejaron el grupo de las localidades sin contagios por covid-19. Tras el informe del jueves 21, los alcaldes de Alto Biobío y de Cañete, Nivaldo Piñaleo y Jorge Radonich, respectivamente, informaron a través de las redes sociales de sus municipios que tenían los primeros casos confirmados.
Según el último reporte comunal del Ministerio de Salud, ambas comunas cuentan con cuatro casos de covid-19 cada una, aunque Radonich informó que allí, ayer se sumaron tres personas más con coronavirus ayer, adelantándose el informe de la Autoridad Sanitaria que cifra los contagios hasta las 21 horas del día anterior.
Ambos jefes comunales se manifestaron preocupados por la situación y esperan medidas más drásticas para que la cifra no siga aumentando, especialmente por considerarse territorios aislados que están cercanos a comunas con números más altos de contagio. Por lo mismo, Piñaleo solicitó a los habitantes de Alto Biobío hacer una cuarentena preventiva, mientras que desde Cañete se solicitó a La Moneda instaurar una cuarentena provincial.
NUEVAS MEDIDAS
El alcalde de Cañete, Jorge Radonich, precisó que la medida de cuarentena provincial ha sido solicitada por la Asociación Arauco 7 porque "yo no tengo la facultad de cerrar el ingreso a las personas y por eso hemos insistido en que nos den una respuesta a la petición de cuarentena. Acá no tenemos camas UCI ni ventiladores mecánicos, por lo tanto, nuestra situación se vuelve mucho más compleja que en otras ciudades y si no tenemos cuarentena, esto va a avanzar rápidamente".
Actualmente las comunidades indígenas cerraron el paso al sur de Cañete tras conocerse sobre los contagios en la comuna, lo que fue valorado por el jefe comunal. Aclaró que "no puedo cerrar la entrada norte, pero estamos haciendo controles preventivos pidiendo nombre completo, rut, preguntamos de dónde viene y a qué viene a la comuna".
A lo anterior se le suma que Cañete cuenta con una ordenanza municipal que permite el funcionamiento del comercio solo entre las 9 y las 16 horas, además de obligar el uso de mascarilla a los transeúntes.
En tanto, en la comuna de Alto Biobío habían instalado una barrera sanitaria para evitar que llegara el virus a la alejada cordillerana localidad y, frente a eso, Piñaleo precisó que "lo logramos, fue un éxito. Pero fue difícil controlar a nuestra gente, que ha ido desde el territorio muchas veces a Santa Bárbara y Los Ángeles".
El jefe comunal hizo un llamado a la población a cuidarse, a respetar las medidas de alejamiento establecidas por la Autoridad Sanitaria y está pensando en tomar medidas más drásticas. Por ello los invitó "a hacer cuarentena preventiva en la comuna, para que nuestra gente no vaya a otros lugares y así evitar el contagio".
Asimismo, reconoció que "muchos me han querido demandar por extremar medidas, muchos no están de acuerdo con las medidas, pero lo voy a seguir haciendo para cuidar la salud de mi gente".
CUIDADOS
Radonich reconoció que, en el caso de Cañete, los contagios ocurrieron a raíz de dos personas provenientes de Santiago y que todos los casos están siendo monitoreados directamente por el municipio, los familiares están aislados y que entregarán alimentación en caso que lo requieran.
Sin embargo, el jefe comunal cañetino reconoció que los habitantes no han tomado conciencia del peligro del covid-19: "Hay sectores donde siguen haciendo fiestas, burlan el toque de queda. La distancia social ha sido imposible, se juntan afuera del BancoEstado, no usan mascarillas; uno se siente apenado y disgustado".
Esta es la misma problemática con la que se ha enfrentado Piñaleo, quien recalcó que no quiere que Alto Biobío se transforme en un Lonquimay, que cuenta con más de 44 contagios y un fallecido. "Esta enfermedad no es solo de los winkas (chilenos), también es de los pehuenches", puntualizó.
Insistió en que hoy la prioridad número uno es cuidar a su población y después de que pase la enfermedad se pensará en reabrir el turismo.