Acreedores de Argentina confirman contraoferta para negociar la deuda
El país vecino trabaja contrarreloj para llegar a un acuerdo con los tenedores de títulos por un total de US$ 66 mil millones. El próximo viernes caduca un período de gracia al que se acogió Buenos Aires para no pagar intereses.
Un grupo de acreedores privados de Argentina confirmó ayer la presentación de una contraoferta de canje de bonos de ley extranjera y aseguró que su propuesta garantizará un "alivio sustancial" para el país vecino, que busca reestructurar títulos por 66.239 millones de dólares.
El denominado Grupo de Titulares de Bonos de Canje afirmó en un comunicado que su contrapropuesta ofrece un "enfoque integral" para reestructurar los bonos emitidos con los canjes de 2005 y 2010 que ingresaron en la oferta de reestructuración lanzada por Argentina el pasado 22 de abril.
Según este conjunto de acreedores, su propuesta "respeta tanto los principios articulados" por el grupo de bonistas como las "condiciones económicas actuales" de Argentina, que está en recesión hace dos años.
El grupo aseguró que los términos incluidos en su contraoferta permitirán al país un "alivio sustancial del 'cash-flow' (flujo de efectivo) mediante una combinación de postergación en el pago de intereses, disminuciones en los pagos de cupones y aplazamiento de los pagos de amortizaciones".
Este conjunto de acreedores, integrado por 18 fondos de inversión que dicen tener el 15% de los bonos argentinos emitidos con los canjes de 2005 y 2010, dijo que su oferta fue presentada al mismo tiempo que la realizada por el Comité de Acreedores de Argentina (ACC, por su sigla en inglés) junto con los fondos Gramercy y Fintech Advisory.
Este otro conjunto de acreedores son tenedores de bonos emitidos por Argentina luego de 2016 y también han sido incluidos en la propuesta de reestructuración lanzada por el país suramericano. Según el Grupo de Titulares de Bonos de Canje, estas dos "contrapropuestas coordinadas representan un esfuerzo de buena fe por parte de estos grupos para proporcionar una base coherente para una reestructuración expedita" de los bonos argentinos de ley extranjera y "un perfil de deuda sostenible a largo plazo".
A última hora del viernes, el Gobierno de Alberto Fernández confirmó la recepción de tres contraofertas, pero no dio detalles de su contenido ni precisó quiénes las presentaron.
LA OFERTA ARGENTINA
La propuesta lanzada por Argentina el 22 de abril incluye un período de gracia de tres años, es decir, empezar a pagar recién en 2023 cupones con un tasa inicial del 0,5%, que se incrementaría paulatinamente hasta un interés promedio del 2,33% y una tasa máxima de 4,875 %.
También implica una baja del 5,4% sobre el stock adeudado y del 62% sobre los intereses.
La oferta fue rechazada de plano por diversos grupos de acreedores.
El plazo inicial de adhesión a la propuesta caducaba el 8 de mayo, pero el Gobierno argentino decidió prorrogarlo hasta el próximo viernes 22 debido a su bajo nivel de aceptación.
El viernes próximo caduca el período de gracia de treinta días al que se acogió Argentina al no pagar un vencimiento de intereses por 500 millones de dólares de tres bonos incluidos en la oferta de canje.
Si para ese día Argentina no llega a un acuerdo con los acreedores y no regulariza el pago de ese compromiso, el país entraría en un cese de pagos selectivo.
Mientras Argentina busca contrarreloj un acuerdo para reestructurar bonos por 66.239 millones de dólares, varias de sus provincias también enfrentan tensiones por su deuda pública, entre ellas la de Buenos Aires, el distrito más poblado y rico del país, que ya incumplió un pago en medio de duras negociaciones con sus acreedores.
La provincia de Buenos Aires, que lanzó a finales de abril una oferta para canjear bonos de ley extranjera por 7.148 millones de dólares, tenía plazo hasta el jueves para regularizar un vencimiento por unos 110 millones de dólares.
No lo hizo y técnicamente incurrió en un cese de pagos selectivo, aunque las autoridades bonaerenses alegan que ello no impide continuar con las negociaciones puesto que los títulos cuyo pago se ha incumplido forman parte de la propuesta de reestructuración, cuyo plazo de adhesión ha sido prorrogado hasta el 26 de mayo.
Tal como ocurrió con la propuesta inicial lanzada por Argentina, la oferta bonaerense también fue rechazada por grandes fondos de inversión acreedores de la provincia.