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"Hasta encontrarnos" de la Seremi de las Culturas, Arte y Patrimonio

Programa de apoyo al arte divide las opiniones entre gestores del Biobío

Mientras para unos los montos no son suficientes dada la compleja situación del área, para otros significa una oportunidad de mostrar sus trabajos en tiempos de crisis.
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Por Nicolás Martínez Ramírez.

Con la crisis sanitaria que vive Chile y el mundo, a raíz del covid-19, el mundo artístico cultural es uno de los rubros más afectados.

La imposibilidad de reunirse, producto de las restricciones de la autoridad sanitaria y la cuarentena voluntaria u obligatoria -según sea el caso- perjudican a artistas de las más diversas áreas.

Es así que, a fines de marzo, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap) presentó un plan de apoyo para el sector artístico cultural que contempla $15 mil millones, los cuales serán destinados a la adquisición de derechos culturales y a proteger espacios culturales, entre otras medidas.

En el caso local, a inicios de semana la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Biobío dieron a conocer el plan "Hasta Encontrarnos", como un complemento a las medidas de la autoridad central.

Con $63 millones disponibles, que corresponden a una reorganización de dineros dentro de la Seremi, el plan abordará disciplinas como la artesanía, artes circenses, artes visuales, danza, diseño, música y teatro. Todo mediante una postulación que considera el pago de propuestas creativas que serán seleccionadas por las corporaciones Teatro Biobío, Manos del Biobío y Danza Biobío, quienes -además- ejecutarán y pagarán los dineros del plan.

Con una recepción de postulaciones que termina el próximo viernes 22 de mayo, a través de cultura.gob.cl, el plan busca beneficiar a más de 400 artistas y suscita reacciones en el mundo cultural local.

PRECARIEDAD Y CRISIS

A través de un comunicado firmado por más de una decena de organizaciones, el Gremio de las Artes del Biobío (GABB), presentó sus reparos al plan de la autoridad local de Cultura.

"Manifestamos abierta y claramente, que hoy di´a nos encontramos en una situación extrema de precariedad económica-social, pues nuestras áreas de trabajo lo integran artistas-educadoras/es que en su mayoría no tienen seguridad social ni laboral, pues han debido aceptar el pago de sus labores a través de boletas de honorarios sin contratos, ni leyes que las/los protejan", señala el comunicado.

Al mismo tiempo, la organización considera que los $63 millones que contempla el plan de la Seremi "no son una ayuda significativa, puesto que corresponden a un promedio de $149 mil 643 para 421 personas". No obstante, de acuerdo al GABB, el número de los trabajadores del arte superan las mil personas.

Para Alejandra Villarroel, periodista y gestora cultural, el tema va más allá. "Lo que estamos viviendo en el Biobío refleja el daño estructural de un sistema neoliberal incompatible con el enfoque de derechos, que mucho antes del covid-19, ha confinado a profesiones y técnicos que hacen posible el derecho a la cultura, a vivir en la precariedad", señala.

Para la también magister en Educación por la UdeC, lo que se puede realizar con el monto "es prácticamente nada, una especie de tiro de gracia para el gremio local".

Sin embargo, la crítica se desliza porque "se vuelve a imponer la concursabilidad, una fórmula totalmente agotada que ya perdió el norte, pero que -en la urgencia del momento- obliga a los artistas a postular igual. Haciéndoles de ese modo cómplices del sistema que los precariza y socava".

Para el GABB, en otras medidas a largo y corto plazo, debería existir un "trabajo colaborativo entre Seremi y las diversas municipalidades de la región. En pos de contribuir a la empleabilidad del sector y a relevar la importancia de la cultura y las artes en todo el territorio".

Además, también apunta al apoyo del Mincap para evitar el congelamiento de fondos dirigidos a cultura del Gobierno Regional y una coordinación con el Teatro Biobío para que sus fondos sean destinados a proyectos de artistas regionales, además de la participación en el directorio, entre otras propuestas.

Oportunidad

Una de las organizaciones encargadas de diseñar e implementar el programa es Danza Biobío, quienes -en esta ocasión- están representados por la coreógrafa Juanita Toro.

De acuerdo a la bailarina, estos dineros que estaban destinados originalmente, entre otras cosas, a celebraciones, "había que ocuparlos, sí o sí, porque de lo contrario se iban a perder".

Es importante destacar que el monto de los $63 millones no es una inyección de recursos, sino una reorganización de dineros en poder de la Seremi destinados a diversos planes y proyectos. Además, la selección de proyectos y entrega de los dineros se realizará de manera directa por las tres corporaciones colaboradoras, a través de boletas de honorarios.

"Ojalá lleguen propuestas de toda la región, esa es la idea, que no solo sea para Concepción y que esto se descentralice. Está la oportunidad de que personas de otras zonas puedan mostrar sus proyectos, quienes a veces no pueden venir a presentar sus propuestas porque sale caro traerlas, pero ahora lo pueden hacerlo de forma online. Significa un gran trabajo", señala la directora de la academia que lleva su nombre.

Para Toro, las críticas son válidas, sin embargo, "no es una obligación participar. Creo que aparte de la oportunidad que tendrán muchos artistas de mostrar sus trabajos, el valor es el sentido de unidad que hay en este momento de contención hacia los artistas de la región. Yo lo veo así por parte de la Seremi de Culturas y eso me parece importante. Esto no se ha hecho en ninguna parte y lo valoro muchísimo".

Astrid Kirchherr de 81 años

Muere la fotógrafa que mostró a The Beatles al mundo

La alemana estuvo casada con Stuart Sutcliffe, bajista de la banda a inicios de los años 60.
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Astrid Kirchherr, la fotógrafa alemana que hizo algunas de las primeras y más impactantes imágenes de los Beatles además de tener un impacto perdurable en su estilo visual, murió el miércoles a los 81 años, días antes de cumplir 82 años.

Su muerte fue anunciada primero por el historiador de los Beatles, Mark Lewisohn, quien tuiteó el viernes que Kirchherr tuvo una contribución "inconmensurable" para el grupo además de ser "inteligente, inspiradora, innovadora, atrevida, artística, despierta, consciente, bella, lista, amable y optimista". De acuerdo con el semanario alemán Die Zeit, falleció por una "breve enfermedad grave".

Kirchherr era asistente de fotógrafo en Hamburgo y parte de la escena artística local en 1960 cuando su entonces novio Klaus Voormann entró a un club, el Kaiserkeller, y quedó maravillado con un grupo de jóvenes británicos. Los cinco músicos de Liverpool se habían nombrado recientemente The Beatles.

Al comienzo de los '60 los Beatles eran muy diferentes a las superestrellas sonrientes que el mundo conoció poco después, y parecían tener poco en común con Kirchherr y sus amigos, jóvenes existencialistas apodados "Exies" por John Lennon. La banda de rock usaba cuero negro y pelo envaselinado mientras daban presentaciones maratónicas. Pete Best, era el baterista y Paul McCartney tocaba la guitarra, junto con Lennon y George Harrison. Best fue reemplazado en 1962 por Ringo Starr, y McCartney tocó el bajo cuando Sutcliffe dejó la banda y se comprometió con Kirchherr.

Según reveló la fotógrafa a NPR, en 2010, "Stuart era y todavía es el amor de mi vida". Pese a casarse dos veces luego de la muerte del bajista, Kirchherr aseguró que "nunca conocí a otro hombre que fuera tan fascinante y hermoso. Así era él y era un artista muy talentoso"

El teatro y las artes en la encrucijada de la pandemia

Llegamos a un nuevo Día Nacional del Teatro. ¿A celebrar? ¿denunciar? ¿visibilizar? Todo parece correcto e incorrecto en tiempos donde estamos viviendo un proceso de cambios y de repensar dónde estamos y hacia dónde queremos ir.
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por Orly Pradena

Nuevamente nos enfrentamos en un escenario inhóspito y a un posible apagón cultural del que maestros y maestras teatrales nos hablaron y nos advirtieron. Pero estuvimos sin informarnos, en silencio y sin articularnos mientras el sistema neoliberal se tomaba los modelos de gestión de las artes y de los espacios con los cuales nos vinculamos.

Dentro de todos los esfuerzos para generar un movimiento cultural en la Región es que se ha logrado desarrollar un circuito entre centros culturales, espacios autogestionados, establecimientos educacionales, calle y teatros. Sin embargo, hoy este círculo está completamente cerrado, ha sido un verdadero golpe para nuestro sector, hay pocas posibilidades de poder ejercer nuestro trabajo.

Muchas compañías adhirieron a la revuelta social en octubre y se esperaba retomar en estos meses con proyectos adjudicados, ventas de funciones y un sin fin de nuevas acciones para sostener lo que ya veníamos arrastrando desde el 2019. Pero el sector sigue nadando en un sistema que no nos valida, que nos hace competir, que nos ve como un producto en lugar de solidarizar con sus trabajadores y trabajadoras.

Repensarnos

¿Lo bello de octubre? El despertar, el reencontrarnos con compañeros y compañeras de otras áreas, mirarnos, saber que no estábamos tan solos y tan solas en esta resistencia permanente. Darnos cuenta de que no éramos tan diferentes, "solo" debíamos y debemos seguir escuchándonos. Es lo más difícil de este proceso.

Las contingencias nos obligan a parar, a repensar nuestra labor, modificarnos y ver cómo salir de esta precariedad económica y social.

Los planes de emergencia no nos sirven, no son más que reasignaciones de fondos y no es una medida urgente, ya que veremos resultados en un par de meses. Las soluciones urgentes que solicitábamos eran para antes de ayer. El sector no vive simplemente de fondos del Estado, fondos que en su base también son bastantes precarios, pero estas acciones no hacen más que entregarnos señales de no querer realmente ver, valorar, ni pensar en sus artistas y sus diversos territorios.

El teatro es vida, es compañerismo y el reflejo de uno mismo llevado al arte. Esto es invaluable e intangible, y es difícil ponerlo a un nivel comercial: las artes están sobre ello, pero con el Estado no te queda más que concursar. El real apoyo viene del mismo sector y de nuestros espectadores y espectadoras.

Debemos luchar por la distribución equitativa de los fondos, "una nueva forma de administración", alejarse de la concursabilidad y que la cultura, dentro de nuestra constitución, sea reconocida como un factor fundamental en la construcción de la identidad de un país.

El arte es un bien de primera necesidad, que nos acompaña desde nuestros primeros pasos como humanidad siendo un aporte imprescindible para el desarrollo integral ¿Cuántas veces lo tendremos que repetir, cuántas veces lo tendremos que llevar a escena? ¿Llevarlo a un texto? ¿A una performance?

Debemos seguir en esta lucha porque las artes, en todas sus expresiones, logra modificar a las personas desarrollando habilidades sociales y básicas. Como consecuencia tendríamos mejores líderes y junto con ellos decisiones justas. ¿No ven las vinculaciones que hay? ¿O, simplemente, no las quieren ver?