La muerte del escritor chileno Luis Sepúlveda, ayer a los 70 años en un hospital de Oviedo (norte de España), a raíz de una neumonía asociada al coronavirus, repercutió fuerte en el ambiente literario a nivel local. Hubo palabras de admiración hacia el autor de "Un viejo que leía novelas de amor" (1988), uno de sus títulos más conocidos.
Nacido en Ovalle (1949), Sepúlveda permanecía grave desde el 29 de febrero, a raíz de la complicación respiratoria que le quitó la vida, según informó un portavoz de la familia. Fue el primer paciente diagnosticado de Covid-19 en Asturias sumando 48 días en el Hospital Universitario Central (Huca).
Su salud se fue deteriorando al no responder a los tratamientos ni antibióticos y haber sumado a la neumonía otras patologías, señalaron desde el centro asistencial, donde fue atendido con dedicación, en palabras de su esposa Carmen Yáñez, y Carlos, su hijo mayor.
"Desde la noticia de su contagio, estábamos conscientes del grave estado de salud, su lucha contra el coronavirus duró semanas, hasta terminar con su vida", señaló Berta Ziebrecht, escritora local, quien estas jornadas pensaba en Antonio José Bolívar, protagonista de "El viejo que leía novelas de amor".
Destacó su sensibilidad y compromiso. "Hombre leal a sus convicciones políticas. Su postura democrática lo llevó a ser perseguido, apresado, encarcelado y exiliado. Un escritor consecuente que alejado de su patria entrega a la literatura Iberoamericana un legado invaluable. Sin duda una narrativa plena de humanismo y corazón", destacó la autora de "Paraguas azules en el cielo" (2019), con residencia en Hualpén.
El autor de 38 obras desde su debut en 1969 con "Crónica de Pedro Nadie", empezó a sentirse mal el 25 de febrero, dos días después de participar en el festival literario Correntes dÉscritas, en Póvoa de Varzim, en Portugal. Allí estaba presente entres un centenar de ponentes de distintos países, ninguno de ellos considerado entonces de riesgo por la incidencia del coronavirus.
En librería Estudio, de nuestra ciudad, destacaron que sus escritos tenían constante salida, siempre consultadas por el público (entre ellas "Historia de una gaviota y el gato que le enseñó a volar", "Mundo del fin del mundo" o "Patagonia Express"). "Un autor muy conocido acá, incluso, por extranjeros que visitan la librería en el verano dada su transversalidad", señalaron desde el local literario penquista, que actualmente tiene disponible seis de sus libros.