Movilizarse de manera independiente es uno de los actos más libres que existen para el ser humanos. Sin embargo, no todos tienen esa posibilidad y por eso dependen de otros para poder desarrollarse íntegramente. Entre ellos, las personas con discapacidad son el grupo que más dificultades experimenta en esta materia.
Sin embargo, en el municipio de Lota están sacando adelante una iniciativa que permitirá a 10 personas con discapacidad poder realizar un curso de conducción para que puedan trasladarse sin tener que depender de terceros.
El proyecto está a cargo de la oficina de la Discapacidad y es financiado a través de un proyecto que ganaron en un concurso del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis).
Rodrigo Bastías, encargado de la oficina, destacó la importancia de este proyecto, sobre todo porque "hoy es súper complejo para nosotros poder desplazarnos de un lugar a otro cuando no existe transporte accesible y no han existido mayores avances en ello; por eso se generó esta instancia, como una solución para que puedan trasladarse a sus estudios, a trabajar o realizar actividades recreativas. Los chiquillos están súper contentos con el curso y vamos a seguir trabajando en el municipio para poder tener otras alternativas que permitan generar mejores oportunidades en el futuro".
De acuerdo a los registros de la Seremi de Desarrollo Social, en la Región son más de 45 mil las personas que están inscritas en el Registro Nacional de Discapacidad.
DESARROLLO DEL CURSO
El curso comenzó a medidos de febrero y se realiza en una sede vecinal de San Pedro de la Paz. Esto, porque en la comuna lotina están realizando arreglos en algunas calles, lo que hace más difícil que personas sin práctica al volante se desplacen sin inconvenientes. Además, explicó el alcalde Mauricio Velásquez, la geografía de su comuna (con muchas pendientes) también hace más difícil el aprendizaje.
Después de repasar la teoría utilizando los manuales del Ministerio para aprobar el curso de conducción, apoyándose también en material lúdico en Internet y utilizando simuladores digitales, la semana pasada comenzaron las salidas para practicar arriba de los vehículos.
Algunos alumnos, sobre todo los que son usuarios de sillas de ruedas o muletas, deben utilizar vehículos adaptados para completar el curso. El programa del municipio considera estos elementos e incluso una van que los traslada desde sus hogares, en Lota, hasta la sede sampedrina donde está el centro de operaciones del curso.
INDEPENDENCIA
Nelson Soto (38) es uno de los alumnos que requiere de elementos que adapten el vehículo a su realidad motora. Por eso utiliza un alzador para ganar altura en el asiento del conductor y se vale de pedales especiales para poder pulsar el acelerador, freno y embrague; lo mismo para alcanzar el freno de mano y la palanca de cambios.
Lo más importante del curso, rescató Soto, es que "uno necesita ser independiente y esta es una buena forma de lograrlo. Esto ha sido súper inclusivo y bueno, porque me permite libertad y no estar dependiendo de otras personas; yo nací con esta enfermedad y siempre he tenido que depender de otras personas, así que esto ha sido como algo nuevo".
Dijo que ha sido difícil acostumbrarse a tomar el volante, que nunca pensó que podría hacerlo, pero confía en que el curso dará buenos resultados. Ahora el desafío es conseguir la licencia y optar lo antes posible a comprarse un vehículo adaptado para poder movilizarse solo.
"Tengo que hacerlo luego, porque de lo contrario voy a olvidar todo lo que he practicado, porque no puedo usar cualquier vehículo para moverme", afirmó.
DIFICULTADES COTIDIANAS
En el curso no solo hay personas con discapacidad física; también está Alejandra Romero (27). Ella es sorda y jamás pensó que iba a tener la oportunidad de sentarse frente volante.
"El curso me ha servido porque mejora mi futuro, aprender la conducción y tener una licencia me permite tener proyectos a futuro. Como sorda, nunca había tenido esta oportunidad y el aprender y estudiar aquí me ha servido mucho, así como también a mis otros compañeros que tienen discapacidad igual que yo. Poco a poco he aprendido y me ha resultado bien", dijo.
Ella no necesita adaptar el vehículo para poder conducir, pero sí requiere de ayuda para leer el manual del curso y así completar el examen teórico. Para ello, el proyectó consideró un interprete de lenguaje de señas para guiarla en los conocimientos que entregan los profesores.
Por eso mismo, advirtió que es probable que una vez que salga a la calle pueda tener algunos problemas, sobre todo cuando se encuentre con Carabineros en la ruta.
"Ellos no saben el lenguaje de señas, he sabido de caso de algunas personas sordas que les han quitado la licencia porque no logran comunicarse con ellos. La policía debería estar mejor preparada para enfrentar este tipo de situaciones, son ellos los que se tienen que adaptar a nosotros y no nosotros a ellos", aseguró.