Hace pocas semanas, en el Aeropuerto Carriel Sur de Talcahuano, personal del Servicio Nacional de Aduanas decomisó una gran cantidad de esteroides anabólicos de contrabando que venían distribuidos en dos maletas de pasajeros provenientes del extranjero. Frascos y cajas, sumando un total de 107 productos avaluados en más de $2 mil dólares.
Interceptación que, con certeza, combate el consumo inadecuado, irresponsable y sin control de estas sustancias, el que puede acarrear grandes riesgos a la salud de quien lo ingiere y eventualmente la de otras personas, pero que sin embargo son muy demandados por un segmento de la población aficionada al entrenamiento físico.
Pero, ¿por qué? El doctor Carlos Clares, especialista en Medicina Deportiva de Clínica Biobío, explica que los esteroides anabólicos androgénicos, que es su denominación precisa, "son variaciones sintéticas (creadas por el hombre) de la hormona sexual masculina testosterona".
"La testosterona, cuando se une a su complejo androgénico, es la encargada de producir los llamados efectos anabolizantes como son: mantenimiento de la líbido, producción de esperma, incremento de la masa muscular y fuerza, y densidad mineral en los huesos", detalla. Añade que "la testosterona y sus derivados se pueden clasificar en dos grupos. El primero son los que tienen mayor afinidad con el receptor androgénico y actúan directamente sobre el tejido muscular, incrementando la síntesis proteica en las células musculares. En el grupo 2 están los que tienen poca afinidad por dicho receptor, actuando de manera indirecta sobre el tejido muscular, estimulando la liberación de hormonas anabólicas, como la GH y factores de crecimiento similares a la insulina".
GRAVES EFECTOS
De ahí que el doctor Clares afirma que los esteroides anabólicos, que pueden administrarse por vía intramuscular u oral, efectivamente tienen un uso terapéutico para tratar condiciones como problemas hormonales, pero esto siempre será previa prescripción y estricto control de un médico, de acuerdo al caso y el estado patológico existente.
No obstante, por su acción son muy apetecidos por deportistas, tanto profesionales como recreativos, pero comúnmente consumidos como práctica de automedicación, sin evaluación de un especialista ni supervisión u orientación frecuente. Suele ser instados por algo que se leyó o lo que le contó algún amigo y hasta por quienes comercializan estos productos de forma ilegal. Es cuando se pone en riesgo la propia salud e incluso la de otros.
Sobre esto, el especialista en Medicina Deportiva asevera que si bien la meta de quienes consumen esteroides anabólicos es mejorar la condición muscular y el rendimiento físico, cuando no existe prescripción médica suele cometerse un abuso de las sustancias, se consumen en dosis mucho más altas que las que indicará un profesional de la salud responsable que prescribirá una mínima y adecuada a quien padece alguna condición que requiera el uso de estos compuestos. Consumo problemático, irresponsable, en exceso, que deriva en la alta posibilidad de "que empiecen a aparecer los temidos efectos secundarios", advierte el doctor Clares.
Y estas consecuencias son variadas y algunas muy graves. Acné, quistes y grasitud de piel o pelo son los efectos menos preocupantes que menciona el especialista.
Pero, recalca lo que sucede a nivel del corazón y vasos sanguíneos. "El abuso de los esteroides ha sido asociado con enfermedades cardiovasculares, incluyendo ataques al corazón y al cerebro, incluso en atletas menores de 30 años", resalta. Además, cuenta que "aumentan el riesgo de que se formen coágulos de sangre en los vasos sanguíneos, lo que puede interrumpir el flujo sanguíneo, lesionando el músculo cardíaco de manera que no bombee eficientemente la sangre".
Por otro lado, Clares añade que "el abuso de esteroides ha sido asociado con tumores hepáticos y una afección poco común llamada peliosis hepática, en la que se forman quistes llenos de sangre en el hígado. A veces, tanto los tumores como los quistes pueden reventarse causando hemorragias internas".
Los efectos en la salud mental no son menos alarmantes, pues asevera que además de provocar dependencia, los esteroides anabólicos se asocian a consecuencias como "furia, agresión, manías o delirios".
Además, sostiene que "se consideran dopping, por lo cual no deben ser usados por deportistas de especialidades en que se controlan sustancias prohibidas".
Por lo expuesto, el llamado del profesional a no usar estos productos sin previa indicación de un especialista es enfático, pues de esta forma no sólo se resguarda la propia salud que podría verse mermada en busca de un efecto estético o físico, sino también la de otros del entorno que podrían verse afectados si quien consume sufre las consecuencias de algún efecto adverso grave.