Como parte del plan regular de conservación y mantención del patrimonio universitario, se está realizando una campaña de restauración de las "Esculturas blancas" ubicadas en diferentes sectores del campus de la Universidad de Concepción.
Instaladas a partir de fines de la década del 30, durante la rectoría de Enrique Molina Garmendia, estas obras son reproducciones emblemáticas de la escultura nacional, así como otras piezas del arte clásico, las que fueron solicitadas al taller de copias del Museo Nacional de Bellas Artes.
Con los años, estas piezas se han convertido en parte importante del campus, dotándolo de un significado estético y patrimonial.
De las 18 obras escultóricas existentes en el campus, ocho corresponden a esta categoría de "Esculturas blancas", realizadas en vaciado de hormigón, cal y arena.
"Las esculturas representan, específicamente, incluso independiente de los edificios, distintos momentos del campus. Se emplazaron en el año 1938 y existía un número mayor, ubicadas en distintos lugares, alrededor de paseos o las avenidas de circulación vehicular. Por lo cual, en pleno siglo XXI, estas esculturas son testigos del desarrollo urbano del campus", aseguró Javier Ramírez, de la unidad de Patrimonio de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio
Al ubicarse en el espacio público, estas piezas están constantemente expuestas a suciedad, polvo, la misma humedad del recinto y, también, intervenciones de personas. Sobre todo, esto último ha obligado a repintar en varias ocasiones las obras, perdiéndose en este proceso elementos propios del modelo original de la copia.
En ese contexto, la dirección de servicios junto a la Unidad de Patrimonio decidieron retirar las esculturas, para iniciar un proceso de restauración en pos de su óptima conservación. Esto contribuye, además, a la realización de un catastro de las piezas escultóricas, registrando su estado de conservación.
El proceso de restauración considera decapar las mismas, es decir, retirar las capas de pintura que se han ido aplicando en el tiempo, hasta llegar al material base. Una vez listo esto, se tratan las grietas, se refuerza la escultura y se cubre con un material protector, para volverlas al lugar original.
Este proceso, que por su factura manual demora aproximadamente cuatro meses por cada una, se realizará con las esculturas que se encuentran dentro del polígono patrimonial y en las zonas aledañas, en particular las que están fuera de la Casa del Deporte.