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Big Band de Chiguayante apuesta por transformarse en semillero de músicos

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Cuando el concierto de la trompetista española Andrea Motis & The Shout Chorus bordeaba los 40 minutos, la noche del sábado, en el Teatro Biobío, cinco de los más pequeños integrantes de la Semillero Big Band de Chiguayante, ya un poco cansados en la inquietud de sus 8 años, optaron por irse tras el escenario para tomar sus saxos y seguir tocando.

Antes que seguir escuchando a la artista en el escenario ellos, simplemente, prefirieron tomarse ese tiempo para ensayar. Quizás ajustar algunas notas antes de las presentaciones que tienen programadas este jueves y viernes, en diferentes espacios de la comuna, que los vio nacer como proyecto artístico que tomó forma en abril del año pasado.

La escena antes descrita apunta a la inquietud natural de niños/ músicos en formación, cuyas energías se transportan en los instrumentos que forman las filas de saxo (nueve), trompeta (seis), trombones (tres) batería (tres), bajo (tres) y cinco guitarristas en esta big band dirigida por Ignacio González.

Con ensayos semanales -martes y jueves, entre las 18 y 20 horas, en la Casa de la Cultura de Chiguayante, las edades de los integrantes están en el rango de 8 a 14 años. "Lo bueno es que tenemos las salas (en el espacio cultural) para que los chicos puedan desarrollarse tranquilamente en sus instrumentos. Sin embargo, pienso que lo más bonito es como ellos forman los grupos de trabajo, se juntan y generan una comunidad más allá de sus colegios y otras cosas", destaca González, músico y saxofonista con residencia hace más de 25 años en la capital regional.

HACER COMUNIDAD

Con la formación en saxo del propio director, la Big Band también cuenta con la participación de los profesores Jorge Arriagada (sección rítmica y batería) y Daniel Freire, a cargo de los vientos, trompeta y trombón.

Ignacio González explica que cuando los chicos llegan el criterio es que toquen lo que deseen, aunque los mismos formadores los van distribuyendo, según los instrumentos disponibles. "En general quieren tocar batería o guitarra, pero en una banda grande siempre deben turnarse", señala el director, quien explica que al ser parte de la fila de saxos o trompetas se genera otra dinámica. "Como tocan en bloque puedo tener cinco o más saxos aprendiendo al mismo tiempo", cuenta.

- Es un concepto súper importante. Muchas veces tienen sus comunidades en los colegios, pero una vez que empiezan a hacer cosas con la música se encuentran con otras personas, de otros lados, que disfrutan de esto y empiezan a conversar. Es muy bonito cuando en los ensayos tienen descanso, y en ese tiempo hablan de música u otros temas. Sus madres también conversan y se arma un rico grupo en torno a la música.

González comentó que el proyecto ha funcionado muy bien, detalle también destacado por la española. Notó el swing y fiato de los niños y niñas, luego de tocar con 22 de ellos "Moaning" de Bobby Timmons, en un muy lúdico cruce de talentos.

Una idea concreta

La big band nació por iniciativa del municipio de Chiguayante, primero como proyecto (enero de 2019), para en abril concretarse como agrupación con 15 integrantes.