Una serie de medidas ha dispuesto el Servicio Local de Educación (SLE) Andalién Sur, que reúne a 71 establecimientos municipales de Concepción, Chiguayante, Florida y Hualqui con el fin de reducir brechas, como las de ruralidad, y también mejorar indicadores como los de repitencia o de pruebas como el Simce.
En ese escenario, se presentó un plan piloto que involucrará a doce establecimientos -tres de cada comuna, con diversas características y que cuentan con una matrícula cercana a los 1.500 alumnos- para iniciar un trabajo en red con el fin de evitar la deserción escolar, que en promedio a nivel nacional es del 25% en edad educacional.
En total este servicio atiende a 17 mil alumnos.
La iniciativa que se desarrollará durante todo este año con grupos de alumnos, docentes y directivos, es desarrollada en conjunto por la unidad dependiente del Ministerio de Educación (Mineduc), Fundación Arauco y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile.
Samuel Domínguez, director ejecutivo (I) del SLE Andalién Sur, explicó que el trabajo con los colegios comenzó hace seis meses y que "tomamos esta iniciativa para analizar el escenario y adoptar las medidas correspondientes. Haremos un trabajo de estudio con estos doce establecimientos para tener de aquí a seis meses más los resultados para tomar decisiones estratégicas que eviten esta situación".
METODOLOGÍA
Giulietta Vaccarezza, de la unidad de Apoyo Técnico-Pedagógico del servicio local Andalién Sur explicó que las variables a analizar en el comportamiento de quienes desertan del sistema durante el año son distintas de quienes se trasladan a otros establecimientos.
"Hay otras variables asociadas, más vinculadas a la ausencia de una familia que estimule el logro académico o variables asociadas a cuestiones sociales, como el trabajo en la adolescencia. Las estadísticas son distintas entre lo que maneja el ministerio y las organizaciones sociales, por lo que se debe identificar en Andalién Sur qué ocurre con estas trayectorias".
Además explicó que el proyecto busca que los estudiantes tengan satisfacción académica, y que en la fase inicial se trabajará con doce establecimientos "que son una muestra representativa, que más adelante podría ampliarse. Los doce recintos fueron identificados por una serie de criterios, como la estabilidad de resultados, indicadores como el índice de vulnerabilidad escolar y un criterio de normalidad, ya que para implementar un proyecto así deben haber condiciones de estabilidad en su dirección y resultados".
Respecto al trabajo metodológico, explicó que cada establecimiento escoge a seis profesionales, entre ellos el director, alguien del equipo técnico, alguien del área extraescolar, de convivencia y un profesor jefe para trabajar con cursos específicos. "allí deben identificar un área en la que son más débiles y que facilitará la deserción. Por ejemplo, la motivación o la falta de liderazgo; esto se lleva adelante con cada equipo y desde allí se rescata una iniciativa y se lleva a la etapa de planificación. Inicialmente hemos detectado la falta de motivación desde séptimo básico", expuso.
El proyecto parte la segunda semana de marzo con trabajo dentro y fuera del aula, y finalizará en enero de 2021.
MANDATO LEGAL
El director del servicio local, Samuel Domínguez, explicó que uno de los objetivos que busca la ley que propició el proceso de desmunicipalización -que se inició con los traspasos en enero- es el trabajo en red: "Dentro de lo que le pedimos al CIAE y la fundación Arauco es poder desarrollar ese trabajo mancomunado, donde se compartan experiencias y estrategias para evitar la deserción".
Juan Pablo Valenzuela, académico de la Universidad de Chile e investigador del CIAE, detalló que durante todo este año se trabajará de forma colaborativa para abordar un tema regular, "al igual que la entrega de contenidos como aprender a leer y escribir en primero básico".
También explicó que el programa busca abordar el impacto en las trayectorias educativas, ya que "es un mandato de la ley el encontrar los mecanismos para asegurar el seguimiento respecto a la pertinencia y asistencia de los alumnos en el territorio. No puede ser una sorpresa cuando tenemos un niño que repite o tiene un bajo desempeño; los números tienen rostro".
Valenzuela detalló que este es el primer servicio en que realizan este proyecto, y que se busca "que esta metodología sea probada, aprendamos de ella y cuando sirva, podrá extenderse y compartirse con los demás servicios (...) Tenemos un equipo directivo extraordinario en el servicio local, y quiero reconocer el nivel profesional y personal, por lo que agradecemos ser colaboradores y participes de este desafío".