Desde diciembre que está entrenando con el Campanil, pero recién hace una semana debutó. La sanción que recibió por agredir a un árbitro en abril pasado, jugando por AB Temuco, lo tenía sin ver acción en la Liga Nacional. Tras superar el castigo, el base fue inscrito sin problemas y ya acumula tres partidos con la camiseta auricielo.
El técnico Cipriano Núñez lo conoce desde que inició su carrera y no dudó en traerlo. UdeC necesitaba un base de experiencia para potenciar el mediocampo, para así realizar más tranquilo la rotación. El hijo mayor del histórico exjugador de la zona, Sandro Figueroa, era el hombre indicado.
Su incorporación, más la suma de los tres extranjeros, levantó el nivel de los penquistas. Sin ir más lejos, el domingo ganaron su quinto partido consecutivo en la Casa del Deporte (96-84 sobre ABA Ancud), logrando la mejor racha en lo que va de competencia.
"Seba" disfruta este buen momento. "Contento por los triunfos y por cómo se ha ido subiendo en el juego. También la entrega de todos mis compañeros es fundamental. Lo más importante es que estamos disfrutando y eso se nota en la cancha", sostuvo.
Sobre su regreso a casa, comentó que "muy feliz de volver, especialmente por lo que me pasó. Había que asumir no más y ahora feliz por estar de vuelta. Esto es lo mío, lo que me pone contento, lo que me hace estar vivo. Hay que seguir adelante".
Agregó que "es importante que el equipo esté completo, sumada mi incorporación. Vengo a tratar de aportar lo que más pueda, adaptarme lo más rápido posible, todo con el objetivo de encontrar el nivel que necesitamos para pelear el título".
En ese sentido, el conductor, quien fue parte del último título grande del Campanil, en la extinta Dimayor de 2012, proyecta los desafíos del quinteto auriazul. "No hay que sacar la mira del objetivo que tenemos, que es levantar la copa. Estamos bien mentalizados en eso. Tenemos que seguir buscando nuestra mejor versión para pelear por el campeonato", dijo.
"Sería muy bonito repetir ahora esa hazaña de 2012. Buenos compañeros y un equipazo", recordó "Seba", en alusión a ese plantel conducido por Jorge Luis Álvarez (hoy en Puerto Varas) y en el que estaban Evandro Arteaga, Eduardo Marechal, Jorge Vásquez, Diego Osses, Miguel Ardiman o José del Solar, entre otros.
SANCIÓN
El castigo fue duro. Fueron varios meses sin jugar, tiempo en el que "Seba" encontró refugio en su familia. "Fue muy difícil. Por suerte tengo el apoyo de mi señora y mi hija, que siempre me acompañaron. Lo importante es que estoy de vuelta, lo otro lo dejo en el pasado. Tuve la posibilidad de hablar con el árbitro y se conversaron las cosas, el tema de la tramitación por parte de la Liga es cosa aparte", expresó.
Y es que pasaron varias semanas para que su regreso se concretara, para así finalmente volver vestir la camiseta auriazul. "Es un tema con la Liga, pero se solucionó, que es lo más importante. Quiero olvidar rápido eso. Estoy tranquilo, jugando, el equipo está bien y vamos ganando", indicó.
Tal como en las temporadas anteriores, el jugador oriundo de Penco volvió a lucir el número 6 en su espalda, al igual que su padre en aquel Deportivo Petrox que dominaba el baloncesto nacional. "El seis es por mi papá, no lo cambio, no se negocia. Siempre lo vi jugar, desde que tengo uso de razón estoy en una cancha. Llegaba y me iba con él. Son emociones y recuerdos que no se olvidan", rememoró.
En cuanto a la competencia, U. de Concepción se moverá a la capital este fin de semana para medirse al colista Quilicura y el líder Puente Alto, en duelos válidos por las fechas 19º y 20º de la Liga Nacional, el torneo cestero más importante del país.