La noche del 7 de febrero de 2015, el legendario líder de Los Prisioneros, Jorge González, se encontraba en medio de una actuación en el Festival de Nacimiento, cuando debió bajar del escenario a solo 40 minutos de haber iniciado el concierto.

Acto seguido, el músico terminaría internado en la Clínica Universitaria de Concepción, lugar donde -luego de exámenes- se reveló que González había sufrido un infarto isquémico cerebeloso.

De ahí en adelante iniciaría una larga recuperación que haría de él lo que es hoy.

Arribando a Carriel Sur cerca de las 9.10 horas de ayer y tras descender del avión, el músico pisó por primera vez la zona luego del episodio que casi le cuesta la vida.

Concepción

Sonriente, vestido con una polera morada, una chaqueta en el mismo tono más claro, pantalones negros y zapatillas blancas, el músico abrazó a Ricardo Mahnke, cineasta, amigo y productor que trajo por primera vez a Los Prisioneros en el recordado concierto del Aula Magna en 1984.

A solo minutos del arribo de González, el también poeta se manifestaba feliz por el reencuentro, ya que -según comentó- no se veían desde antes del accidente.

Luego del saludo, el músico se dio el tiempo de saludar a quienes le gritaban mensajes de ánimo y pedían tomarse alguna fotografía.

Con paso lento pero firme, González caminó hasta sentarse para poder entregar sus primeras declaraciones en la zona.

-Estoy muy contento de estar acá de nuevo. Es la primera ciudad que conocí cuando salí en 1984.

-Va a estar muy bonito yo creo. Me gustan los homenajes. Además va a estar cantando Alvarito (López). Muy buena onda él, es un capo.

Con respuestas cortas, pero precisas, González mostró un semblante tranquilo, sin perder la sonrisa.

Además, manifestó que el viaje de Santiago a la capital del Biobío había sido tranquilo. Sin embargo, se notaba cansado, quizás por lo temprano que debió levantarse para embarcarse.

Nuevos proyectos

Con una carrera que inició a principios de los años 80 con Los Vinchukas, junto a Claudio Narea y Miguel Tapia, agrupación que -posteriormente- terminaría siendo Los Prisioneros, González alcanzaría a grabar seis discos. Los últimos, sin Narea.

De ahí en adelante y siempre inquieto, el músico grabaría cerca de una docena de discos entre su carrera solista y otros proyectos.

Ya retirado de los escenarios -su última presentación fue el 7 de enero de 2017 en la Cumbre del Rock Chileno- el músico ha explorado en la ficción dentro de la inquietud que lo caracteriza.

Anunciado para marzo, "Historias de Gato" será su segunda publicación literaria luego de su autobiografía "Héroe", en 2017.

El texto contendrá diversas historias de gatos y como estos han marcado la vida del músico de 55 años.

"Me gustan los gatos", afirmó la voz de "Quieren dinero", quien ha incorporado a los felinos en portadas de discos, publicaciones en redes sociales y poleras que ha lucido.

Mirar a González es mirar los últimos 35 años de vida del rock nacional. Uno que lucha con los nuevos ritmos, pero que se niega a morir y donde Los Prisioneros -y obviamente la figura de Jorge- son protagonistas hasta hoy.

Con el estallido social y el resurgir de las letras escritas en los años 80, el mensaje del músico y su banda siguen más vigentes que nunca.