Después de los testimonios, historias de vida y las relaciones que se fueron dando en el proceso para darle cuerpo y contenido, resulta hasta lógico que esta obra se titule "Amanecerá con escombros sobre el suelo" y no "27/F", como era el tentativo y que manejaban en el Teatro Biobío, productores del montaje que se estrena al público el próximo 18 de abril, a las 20 horas, en la Sala de Cámara del recinto artístico ubicado en la Costanera del Biobío.
Un título algo más "directo" para un relato con tantas implicancias como éste de los directores Ítalo Gallardo y Pilar Ronderós, que tomó forma desde el testimonio de 5 protagonistas/testigos del terremoto del 2010. Un 27 de febrero que para varios de ellos implicó un antes y un después en su propias vidas, movidas mucho más que los 8.8 del propio sismo.
Y aunque por la magnitud del hecho que trata esta apuesta teatral de corte documental biográfico podría dar para la Sala Principal, el montaje que tendrá una primera temporada de 11 funciones en el espacio del Teatro, pensadas para unas 125 personas.
"La dramaturgia la vamos haciendo a la par (...) Hasta ayer (lunes) yo sigo escribiendo texto según la escena. Pasa que cuando estás montando, te das cuenta que hace falta una dramaturgia y se pone", explica Pilar Ronderós (30), actriz y directora de la compañía santiaguina La Laura Palmer.
Con una década de trayectoria artística en las tablas, la mitad de ese tiempo, el grupo teatral lo ha dedicado a este tipo de propuestas documentales/biográficas, sumando con éste seis montajes de esta naturaleza.
Particularmente, "Amanecerá con escombros sobre el suelo" está basada en las historias de 5 personas que vivieron el terremoto desde diferentes esquinas y con distintas consecuencias y resultados. "Hay cosas que son literalmente de sus palabras y hay otras que nosotros editamos, porque cada historia tiene como una mini evolución, como si tuviese un inicio, desarrollo, clímax", agrega la actriz formada teatralmente en la U. de Chile, entre 2009 y 2012.
EL MORBO NO TIENE LUGAR
Uno de los aspectos en que Ronderós hace especial énfasis es que la obra se aleja del morbo. "Con esto del terremoto y los medios, hay una relación con la catástrofe que es bastante de televisión. Justamente, lo que nosotros queremos ver es la otra cara, la parte más humana, sin tener que sobre dramatizar un hecho. Por eso, para nosotros qué mejor que esa misma persona cuente su propia historia", indica sobre esta apuesta de carácter coral que devela recuerdos y momentos de alguien como "Susana", quien vivía en el edificio Alto Río, que "es un poco el ícono del terremoto", refiere Ronderós sobre esta protagonista que tenía su departamento en el décimo piso de una construcción que se cayó. "Ella estuvo cinco horas atrapada en los escombros", anota la directora.
Esta suerte de ejercicio de memoria tenía programado su estreno entre febrero y marzo del año pasado. Sin embargo, por una serie de trabas administrativas, pasaron casi dos años hasta llegar al tiempo presente con los directores viviendo en Concepción desde el 20 de enero pasado.
Una manera que corresponde para darle forma al contenido de un montaje de esta naturaleza, que requiere una cercanía especial con los actantes, quienes no son actores profesionales. "Ha sido una experiencia interesante trabajar en una obra e ir al lugar, porque pasa otra cosa al estar y poder trabajar con las personas de ese territorio (...) Es distinto a hacerlo con personas que vienen al lugar donde uno está", refiere Pilar Ronderós.
- Sí, como trabajamos un teatro comunitario y biográfico/documental lo hacemos con elementos (...) Nosotros les llamamos como archivos, que son testigos de la realidad. Una foto, por ejemplo, ya sería un testigo de la realidad. Ropa, audio o un objeto. También armamos la dramaturgia en relación a estos archivos. Por otra parte es biográfico, porque se construye a partir de las vidas de los actores, que en este caso no lo son, sino que están ahí elegidos por su historia, y cada uno de ellos funciona como representante de un relato más grande. A través de la historia individual, uno puede ver una que es más universal.
Los ensayos
Luego de tener listo el casting, y con los directores instalados en Concepción, el proceso narrativo y de ensayo se inició el 23 de enero pasado.