A Diego Milos siempre lo ha movido un interés por la investigación de los documentos históricos y fue en la búsqueda de material para desarrollar su tesis para titularse como antropólogo en la Universidad de Chile donde vivió un hito que lo llevó a sorprenderse y decidir emprender una aventura que, aunque tuvo algunos obstáculos y le costó unos cuantos años llegar a la primera meta, hoy tiene como resultado la publicación de "Usos y costumbres de los araucanos".
Se trata de un libro inédito del reconocido naturalista francés Claudio Gay, quien lo dejó en estado de manuscrito e inconcluso y que tras su muerte, en 1873, quedó guardado en un archivo en Darguignan, su pueblo natal. Milos, quien actualmente trabaja en la Subdirección Nacional de Museos, se enteró de su existencia en 2008 y decidió viajar, encontrarlo, transcribirlo, traducirlo y editarlo, convencido del enorme valor histórico y científico que tiene. Y con certeza no se equivocó y no sólo por la trascendencia del autor de esta obra, que pareció quedar bajo la alfombra entre otras de mayor magnitud que publicó, sino sobre todo por la mirada fina, exhaustiva, completa y compleja que entrega de la cultura mapuche durante el siglo XIX, antes de la denominada "Pacificación de la Araucanía".
Tanto así que el editor cree que hoy, en pleno siglo XXI y transcurridos tantos años, incluso puede aportar datos novedosos para lectores instruidos y expertos; él mismo se encontró con información nueva siendo una persona que se había dedicado al estudio de dicha sociedad. Y a los que nada saben, asegura, todo los sorprenderá. Por ello, probablemente más de un boquiabierto hubo cuando presentó el texto durante esta semana en la actividad "La senda de los naturalistas" que se realizó en el Museo de Historia Natural de Concepción en el marco de su aniversario 116, mientras que su lanzamiento oficial fue en Temuco a comienzos de septiembre.
VISIBILIZAR LA RIQUEZA
Uno de los aspectos que Diego Milos más destaca de los manuscritos de Claudio Gay y de lo que se relata en las 450 páginas que tiene el libro que editó, es que por su experiencia y rigor científico entrega una perspectiva integral de los mapuche, describiendo cada dimensión de sus estilos de vida con igual seriedad, se trate de un impactante ritual funeral o de una cotidiana preparación de comida.
"Pero, sobre todo, pone de manifiesto la enorme riqueza de la cultura mapuche", sostiene, que a su pesar muchos chilenos desconocen o, simplemente, no valoran. "Los chilenos, en general, no sabemos nada del pueblo mapuche, salvo honrosas excepciones (…). Creo que en muchos lectores este libro puede producir un efecto de visibilizar algo que para muchos parece no existir, pero que en realidad es bastante grande. Estamos hablando de una sociedad que tiene 5 mil años de historia y la única en América que fijó durante tanto tiempo una frontera con el imperio español, el más importante del mundo en esa época", manifiesta.
PERSPECTIVA HISTÓRICA
A raíz del poco conocimiento que la población chilena tiene sobre los mapuches, el resultado es que muchos no tienen una real noción de la importancia que tienen para la historia del país y, por el contrario, sostiene que muchos "expresan cierto desdén hacia ellos". Un sentimiento que le no deja de molestarlo, al igual que la ignorancia, aunque considera que ha ido cambiando en tiempos más recientes y el antropólogo también espera contribuir a ello con la publicación de este libro.
Así, su primordial anhelo es que exista una nueva mirada. "Creo que la imagen disminuida que muchos tienen de los mapuches, la asociación con la pobreza y la especie de sentimiento de superioridad de los chilenos hacia ellos, es porque fueron derrotados en una historia más bien reciente y sufrieron varios abusos dramáticos en tiempos posteriores a la Pacificación. No obstante, cuando uno le pone perspectiva histórica y mira mucho más lejos, y se da cuenta que esto no empezó hace tres décadas, sino siglos antes, se da cuenta que es una sociedad compleja y que tiene un montón de logros", sostiene.
El antropólogo sabe que "no son la clase de logros racionales y tecnológicos de los que la sociedad occidental se enorgullece tanto como haber inventado la imprenta (…) pero, no necesariamente nos han hecho la vida mejor o más fácil, pues si bien tenemos celulares que nos permiten comunicarnos, la tecnología vuelve a las guerras mucho más destructivas". A su juicio, se trata más bien de hitos relacionados con la humanidad misma de dicha sociedad y que son de incalculable valor, sin importar la época. "Por ejemplo, en el libro aparecen ciertos eventos como asesinatos y un lector apresurado podría decir que era una sociedad violenta, pero hay que detenerse: los mapuches no tenían cárceles, todos tenían una lanza en su casa y los asesinatos eran muy escasos, y ese es un logro humanitario. Además, es una sociedad que tiene excedentes y no acumula, y lo que hace es organizar fiestas, se dedica a conversar y se organiza políticamente para poder controlar a los españoles al otro lado de la frontera. Eso para mí es riqueza", manifiesta el editor.
CONTEXTO SOCIAL
Desde la mirada del antropólogo, uno de los aspectos más importantes es que el libro ha tenido una muy buena recepción por parte de los mapuches y la retroalimentación con algunos lectores le ha demostrado que se genera el efecto de sorpresa y valorización, y espera causarlo en muchos más, pues a los tres mil ejemplares que fueron impresos primero se sumarán dos mil más por estos días, disponibles en diversas librerías del país.
Otro punto relevante es que actualmente hay un contexto social que puede ser favorable, ya que existe un interés de las personas, de distintas edades, por consumir este tipo de materiales históricos, donde menciona el éxito de ventas del escritor Jorge Baradit como el ejemplo más famoso, aunque no el único. "Hay un nicho que responde al interés de la gente de cada vez más saber del pasado", afirma, lo que por un lado puede ser porque esto ayuda a entender la realidad del presente.
Sin embargo, no sería el único motivo: "El futuro está tan incierto, los grandes valores de la civilización occidental, como la democracia y la racionalidad, están dando resultados inesperados, que probablemente esto esté llevando a que la gente esté girando el foco del futuro hacia el pasado. Y si esta ola permite que la sociedad pueda conocer y valorar a la cultura mapuche, desde esta perspectiva histórica, creo que sería un gran logro", finaliza.