Japón propone que se levante veda a la caza comercial de ballenas
En medio de una conferencia internacional que se realiza en Brasil, Japón propuso levantar la veda a la caza comercial de ballenas con el argumento de que ya no existen razones científicas que sustenten lo que se supone sería una medida temporal.
A pesar de la fuerza con que están sosteniendo el argumento, la iniciativa enfrenta una fuerte oposición de países que aseguran que muchas poblaciones de ballenas siguen siendo vulnerables, esto sumando a la percepción de que la matanza de cetáceos es inaceptable.
Hasta ahora, Japón caza ballenas de acuerdo a una cláusula que permite hacerlo con fines de investigación. "La ciencia es clara: hay ciertas especies de ballenas cuyas poblaciones son saludables, lo suficiente para ser aprovechadas con sustentabilidad", detalla la propuesta japonesa presentada durante las reuniones semestrales de la Comisión Ballenera Internacional que tienen lugar esta semana en Florianópolis, Brasil.
"Japón propone establecer un Comité dedicado a la cacería sustentable de las ballenas (incluida la comercial y la destinada a la subsistencia de comunidades indígenas)". La propuesta de Japón también cambiaría el funcionamiento del organismo internacional, lo que refleja su molestia con una organización que -lamentan- se ha vuelto "intolerante" y un "simple foro para la confrontación".
Aunque Japón afirma que las poblaciones balleneras se han recuperado lo suficiente para permitir su pesca comercial, los ecologistas responden que la experiencia muestra la dificultad de controlar la caza en altamar.
"Una y otra vez, especie tras especie ha sido llevadas al punto de la extinción", respondió Patrick Ramage, director de conservación marina con el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW, por sus siglas en inglés). Se desconoce cuándo tendrá lugar la votación; la reunión concluirá el viernes. También podría ocurrir que Japón retire la propuesta o intente negociar la inclusión de partes en otras propuestas.
Japón ha cazado ballenas durante siglos como una fuente alterna de carne. Su captura ha disminuido en los últimos años debido en parte a la declinación de la demanda interna de carne de ballena y los desafíos que supone su cacería.
En la actualidad, los nipones tienen una cuota actual de 333 especímenes, aproximadamente un tercio del número que cazaban antes de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) fallara, en 2014, que el programa del país carecía de naturaleza científica. Japón revisó el programa y reanudó la cacería en 2016.