"Por poner una rampa no se logra la accesibilidad total"
El pasado 8 de junio, la Presidenta Michelle Bachelet promulgó la Nueva Ley de Inclusión Laboral que obligará a todas las empresas, ya sean públicas o privadas, y que tengan más de 100 trabajadores, a reservar al menos el 1% de su dotación para personas con discapacidad.
Sin embargo, la promulgación de la nueva normativa que entrará en vigencia a más tardar en diciembre de este año, generó polémica entre las agrupaciones de discapacitados que aseguraron que el porcentaje exigido no es suficiente para dar cobertura a toda la población de la Región y del país.
También aseguran que las compañías utilizarán resquicios legales para no cumplir la Ley, la que tampoco precisa en qué tipo de trabajo deberá desempeñarse el 1% exigido.
De paso por Concepción para recibir de parte del presidente del consejo regional, Hugo Cautivo Baltierra, $736 millones para invertir en ayudas técnicas para personas discapacidad en la Región, el director nacional del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), Daniel Concha Gamboa, abordó los alcances de la Ley y los puntos que deberán ser revisados en tres años más por los ministerios del Trabajo y de Desarrollo Social.
-No es bueno catalogarla así, porque después de mucho tiempo -esta Ley está desde 2006- se logró sacar una Ley de Inclusión y el 1% es el piso mínimo. Esta es una Ley que está sujeta a evaluación durante los años y no muchas leyes tienen esta facultad, por lo que cuando revisemos la Ley tenemos que ver si se mantiene o se aumenta ese número y eso es muy adecuado porque es como lo que pasó en Ecuador, que empezó con un 1%, hoy ya van en el 4% de inclusión e incluso eligieron Lenín Moreno, la primera persona con discapacidad que es presidente en ese país.
-Está el mecanismo de la Ley, pero también está el sello Chile Inclusivo que tiene el Senadis, el cual nosotros otorgamos a las empresas que sean capaces de incluir. Esta no es una Ley que parte de cero, tenemos empresas -que son muy poquitas- que ya están incluyendo y que están muy por arriba del 1% y eso generalmente ocurre en empresas pequeñas.
-La evaluación no sólo es para revisar el porcentaje de inclusión laboral, sino que también si se puede extender a empresas más pequeñas. Ahora empezamos con empresas de no más de 100 trabajadores, pero también podemos revisar si también incluir a las pequeñas y microempresas. En ese sentido, es un desafío que se nos plantea, pero mientras no exista esa posibilidad nosotros vamos a seguir con el sello Chile Inclusivo.
-Me ha tocado ver que la ciudad poco a poco se ha hecho más inclusiva, siempre ha dado indicios de abrirse a la inclusión. Pero lo importante es que se tomen acciones y estar siempre atentos, porque en materia de inclusión uno nunca puede descansar. Yo siempre digo que por creer que se puso una rampa no se puede creer que se logró la accesibilidad total; simplemente es el comienzo para poder acceder a una ruta accesible dentro de un edificio que tiene que tener baños accesibles, mesones de atención accesible y puestos de trabajos accesibles. La idea es mantener esa actitud.