Disconformidad selló Reforma Laboral según los trabajadores y empresariado
A pesar de sus correcciones, la ley no garantiza mejores condiciones para las empresas y sus trabajadores y tampoco beneficia el dinamismo de la economía. Simple y tajante fue la respuesta de Elizabeth Gómez, presidenta de la Cámara de la Producción y del Comercio tras ser consultada por la Reforma Laboral (RL) promulgada este lunes por la Presidenta Michelle Bachelet.
Es que claramente la nueva norma legal no satisfizo ni a unos ni a otros, según se puede inferir después del breve análisis que los gremios empresariales y expertos de la academia, como Claudio Parés Bengoechea, PhD., director del Departamento de Economía de la Universidad de Concepción, hacen sobre esta materia.
Señaló que la RL plantea un cambio relevante en la forma en que se definirán los salarios. Sin embargo, es difícil predecir si el efecto será positivo o negativo. "En lo inmediato, los salarios deberían aumentar haciendo que las empresas sean mucho más cuidadosas a la hora de contratar. En el largo plazo debería mejorar la distribución de la riqueza y esa mejora en los salarios, se traduciría en un mayor nivel de actividad económica, reimpulsando la contratación. Lamentablemente no me atrevería a predecir qué efecto será mayor", dijo.
Además, la nueva legislación abre la posibilidad a que exista mayor comunicación entre empleadores y trabajadores, más allá de la mera negociación salarial, dice Parés. "Habrá espacios para discutir y negociar respecto de la forma de trabajo cosa que, bien llevada, podría conducir a mejoras importantes en la productividad. No obstante, este efecto podría tardar bastante más, pues necesita de un nuevo paradigma en las relaciones laborales en Chile, un modelo de confianza y respeto de las partes más allá de la desconfianza e individualismo que vemos por estos días".
Elizabeth Gómez advierte que "ya hemos caído en competitividad por temas laborales y la reforma tal cual fue promulgada no ayudará a que esta situación mejore y tampoco se logró avanzar mayormente en pactos de adaptabilidad, que hubieran permitido flexibilizar el mercado laboral, lo que afectaría negativamente la inclusión de mujeres y jóvenes a la fuerza de trabajo".
Asimismo, dijo que preocupan los vacíos de la ley que podrían dar espacio a una judicialización de las relaciones laborales. "Esperamos que esto pueda revisarse más adelante".
El empresario y director de Asexma Biobío, Humberto Miguel Cerda es más escéptico aún y afirma que en general no creen que esta nueva RL vaya a tener los resultados esperados y en definitiva, no satisface los requerimientos de los trabajadores ni de los empresarios.
De mismo modo no comparte la eliminación del derecho de cada empresa de ejecutar reemplazos en caso de huelga. Ello, pues existirá un grave desequilibrio al momento de negociar que puede desestabilizar el funcionamiento de las empresas, incluso el cierre y quiebras de muchas empresas pequeñas y medianas.
"La estabilidad de cada empresa depende de muchos factores que cambian su realidad cada cierto tiempo. Por esto es que cada negociación tiene que ejecutarse de acuerdo a la realidad del momento y de sus proyecciones futuras. Por esto es que no se comparte tener un piso de negociación", opinó.
Humberto Miguel sostiene que "la pequeña y mediana empresa necesita una RL pro empleo y que se preocupe de los trabajadores y de la empresa, manteniendo los equilibrios de tal forma que el crecimiento y desarrollo beneficie a ambos".
Sergio Gatica Ortiz, presidente provincial de la CUT, señala que tras la "tortuosa tramitación la RL los avances para los trabajadores fueron pocos debido a la tenaz oposición del empresariado y de la derecha, quienes hicieron lo imposible para impedirlos".
No obstante, Gatica destacó algunos cambios favorables como es el derecho a huelga que ayudará a que los trabajadores sean más escuchados y el poder contar con un piso que permita siempre ir mejorando y no retrocediendo en los beneficios. La ampliación de materias a negociar es otro elemento importante que permitirá negociar otros beneficios más allá de los reajustes y bonos.
"Creo que si bien no es todo lo que anhelábamos esta reforma es un paso adelante respecto de las precarias condiciones actuales y dotará al sindicalismo de mejores herramientas para hacer su labor"