Insulza: "La NM aún no tiene la narrativa que le permita ser una coalición estable"
"Yo estoy disponible para todas las cosas que la política llame a hacer. Estoy de vuelta en mi país y hasta el momento sólo tengo trabajos ad honorem. Pero eso no significa que esté organizando algo". Es la respuesta de José Miguel Insulza respecto a la posibilidad de que sea candidato presidencial de la Nueva Mayoría.
El ex secretario general de la OEA tuvo una nutrida agenda en la Región. Partió ayer con una charla en la Universidad Andrés Bello, Unab, donde expuso sobre el sistema interamericano de Derechos Humanos, y hoy estará en el encuentro empresarial Erede, donde participará del panel sobre descentralización.
Cree que las aguas políticas están un poco más calmadas que hace unas semanas, con movilizaciones de todos los sectores. Sabe que costará recuperar la confianza de la ciudadanía pero apuesta a que el ajuste llegará.
Evaluación
-No. Creo que está un poquito sobrexitado. Estamos en un periodo en el cual suspender una reunión, como ocurrió el lunes, genera un escándalo entre los dirigentes de la Nueva Mayoría. Una frase de la Presidenta explicando que "el realismo" y "no renuncia" son parte de una misma ecuación son interpretadas como desautorización de ministros. Diría que hay un exceso de sensibilidad que a veces los perjudica.
-No hay que culpar a nadie. Siempre he pensado que los medios tienen sus propios objetivos y hacen sus propias cosas, por lo tanto, nadie les puede pedir que ante el desbocamiento de los políticos se pongan prudentes.
-Creo que se debe a la conjunción de cuatro hechos: las profundas reformas que está tratando de impulsar la Presidenta Bachelet. Segundo, las condiciones económicas del país, que no siendo una crisis, no son las mejores. Tercero, los transgresiones a la ley electoral y las evasiones de impuesto al financiamiento a la política que han aumentado la desconfianza a la clase política y cuarto, una coalición de gobierno que no es alianza todavía. Es una coalición de partidos unidos por un programa común y con muchos deseos de continuar juntos, pero que aún no tienen la narrativa que les permite decir que son una coalición estable.
-Así es, pero lo fue ganando con los años. Y ahí las cosas estaban más llenas de cototos de lo que se recuerda.
-Si hay tantas discrepancias sobre el programa de gobierno, mucha gente entra en la sospecha que lo único que los une son las ganas de ganar las elecciones y creo que eso no es suficiente para llevar adelante una coalición. Creo que hay que hacer un esfuerzo grande por interpretar y entender en común las cosas que queremos hacer y tratar de ponernos de acuerdo en eso. Las alianzas no son para estar de acuerdo en todo. Requieren de una selección de aquellos temas importantes en los que nos vamos a poner de acuerdo y una forma de dirimir las diferencias. Pero, si esto se expresa en que unos y otros ven de muy malas ganas la presencia de otro en la coalición, estamos perdidos. Los ataques entre el PC y la DC no es lo que se espera. Uno espera que los amigos no se ataquen entre sí.
Programa de gobierno
-Gradualidad no es lo mismo que hacerlas o no. Cuando se concibió la reforma a la justicia, la decisión era hacerla a toda costa. Pero pasó el gobierno del presidente Frei, llegó el de Lagos y la reforma no se terminaba. Eso fue gradual y nadie dijo "por qué no volvemos al sistema antiguo". Entonces, algunos se equivocan cuando interpretan gradualidad con cambiar de opinión. Si en este país hemos de combatir la desigualdad de oportunidades, aquí debe haber reforma tributaria, reforma laboral y reforma educacional.
-Eso es otra cosa. Hay que hacer las cosas pausadamente, sin improvisar. Por ejemplo, la reforma tributaria, antes que el ministro Valdés anunciara cambios a la ley, hubo que hacer como 50 circulares. Entonces, algo hay que revisar. Y entonces ahí sí hubo demasiada prisa por llegar a la meta. Ahora, para no ser demasiado desequilibrado en esto, reconozcamos que tal vez los periodos presidenciales, sobre todo con elecciones el próximo año, son cortos. Y se dice mucho que lo que no se hizo en el primer año y medio ya no se va a hacer.
-Eso es otra cosa y lleva a los acuerdos país. Uno no puede tener una reforma que empiece en un gobierno y que el siguiente lo pueda revocar.
-Creo que antes de la elección, en el periodo posterior y en los primeros meses del gobierno de la Presidenta Bachelet, hubo una cierta oleada transformadora que exigía resultados inmediatos y hablaba de proyectos en pocos días y eso es una cosa que se va a revisar, pero eso no tiene nada que ver con cambiar las reformas. Gratuidad en la enseñanza va a haber, pero no nos vamos a poner plazos tan estrictos para aplicarla porque, entre otras cosas, no tenemos dinero. Por pura pérdida de ingresos por la minería el país va a tener 1.600 millones de dólares menos este año.
Continuidad
-Creo que es prematura y no por razón de tiempo. En una condición tranquila estaríamos ya hablando de candidatos presidenciales, pero en la situación que nos encontramos hay que pasar bien el periodo en el que nos encontramos. Eso debiera durar hasta las elecciones municipales.
-Por mucho tiempo tuve dudas sobre las primarias, porque no es mucha la gente que vota y lo hacen los más convencidos. Pero, en la debilidad que tienen hoy los partidos políticos, creo que son buenas, porque son el momento en que los partidos hablan.
-Lo que me parece mal de Enríquez es que dice exactamente lo contrario de lo que ha dicho siempre. Acusa a otros de hacer lo que hace él. Primero, atacar a los amigos, que ha sido su política siempre. Le conozco pocas críticas a la derecha y muchas a la Concertación. Y lo otro es desafiar a primarias cuando él la vez anterior se quedó fuera. Entonces ahora dice que hay que apuntar con el dedo a los enemigos y hay que ir a primarias, y las dos son cosas que él no ha hecho nunca.
-Si hay que hablar de reelecciones, prefiero hablar de reelecciones inmediatas si es que vamos a tener un periodo presidencial de cuatro años. Pero, eso se vería en una reforma constitucional y sospecho que no va a ser una de las principales cosas que se van a discutir. Pero el presidente Lagos nunca se fue, ni Bachelet ni Piñera. Y si la constitución lo permite, ¿por qué no?
-Cuando se vive una situación de incertidumbre la gente tiende a pensar en los que hemos estado en la política mucho tiempo. No se está dispuesto a correr un gran riesgo con quien viene llegando. Pero, si el país se asienta y las cosas se hacen mucho más predecibles probablemente surjan nuevos liderazgos en estos tres años y las cosas empiecen a andar mejor.
-No me gusta el caudillismo. Creo que el reemplazo de instituciones por iluminados no es una cosa buena para la democracia. Más aún cuando algunos de esos iluminados no tiene ninguna idea muy clara de cuáles son los problemas del país.
-No estoy hablando de personas en particular.