Agencia de Calidad de la Educación busca evaluar el sistema
En Chile el sistema educativo es uno de los más criticados, ya sea por su extensión o por su calidad. En los últimos 20 años, distintos gobiernos han intentado, con mayor o menor éxito, poner en marcha planes o programas focalizados a mejorar el sistema.
En ese contexto, y luego de las demandas estudiantiles que éstos instauraron en 2006, se envió al Congreso la ley de Aseguramiento de Calidad en la Educación. En 2011 se aprobó y se comenzó a implementar recién en 2013, sin embargo y sólo durante este año se comenzó una marcha blanca.
En el sistema está el Ministerio de Educación como organismo rector, la Superintendencia de Educación que ve la fiscalización y la Agencia de Calidad de la Educación como ente que evalúa, orienta e informa.
COMIENZO OFICIAL
La agencia de calidad comenzará a operar con toda la oficialidad el próximo año, y es que actualmente está en proceso de dar a conocer a los directores, sostenedores, y Daem, las competencias que ésta tiene, así como los objetivos y cómo pretende obtener los resultados.
El secretario ejecutivo del organismo, Carlos Henríquez, en visita a Concepción, explicó que como agencia evaluarán la situación de los establecimientos a través de pruebas estandarizadas como el Simce, así como de otros sistemas de medición, por ejemplo, visitas de profesionales interdisciplinarios.
Es importante destacar que trabajarán con los colegios municipales, particulares subvencionados y particulares pagados con los índices más bajos de rendimiento.
-Creo que el sistema de aseguramiento de la calidad busca movilizar a todos a la mejora, bajo ese contexto, estoy convencido que todos pueden mejorar con los apoyos respectivos. Pero también tiene que ver con desplegar mayormente los apoyos a los colegios, ahí hay un desafío para el Ministerio de Educación, así como de los Daem y sostenedores públicos y privados que tengan mayores capacidades. Y también que nosotros podamos orientar la mejora.
-Somos muy nuevos. Las funciones de la agencia son tres, evaluar, orientar e informar a las escuelas para que puedan mejorar en lo cognitivo y en lo no cognitivo. Aquello será en base a los resultados Simce en los aprendizajes y a esta mirada más integral en base a otros indicadores de calidad, que es auto estima, vida saludable, formación ciudadana y convivencia escolar.
Lo que hacemos también es entregar información a los colegios para que cada uno pueda mirar sus procesos y así desplegar su trayectoria de aprendizaje (en busca de mejoras). Vemos procesos pedagógicos, de gestión, de convivencia escolar, mirando el colegio en su completo contexto, cómo se organiza.
-La evaluación no es un fin, es un medio. Lamentablemente en nuestro país, por la serie de consecuencias que se le han colocado al instrumento, se ha transformado en uno. La evaluación es muy importante para retroalimentar el proceso de mejora, más que de saber dónde está para 'rankear' o comparar, es para movilizar trayectorias las mejoras de los colegios. Por tanto no es para estigmatizar, encontrar culpables y también, Simce no es sinónimo de calidad, lo es de un elemento muy importante, que son los aprendizajes. Esto tiene que ver con complejizar la conversación de calidad. Estamos diciendo a los colegios que el Simce no es ni blanco ni negro, es importante pero no lo es todo.
-Estamos en un contexto donde hay un exceso de evaluaciones y donde en 2014 tuvimos 18 de ellas, versus hace 6 años que teníamos entre 6 a 8. Acá la conversación no es eliminar el Simce, sino saber cuál es el número adecuado para tener la información disponible para mejorar como sistema educativo y aportar información para que mejore cada colegio.
Y en eso estamos, para el plan de evaluaciones 2016-2020, que es el próximo plan, un comité de expertos ya nos ha planteado que uno debería tener informaciones entre 8 a 10 evaluaciones.