Reforma educacional desde el territorio
Las inequidades sociales del sistema educacional chileno han sido objeto de un amplio debate político y ciudadano, el cual se inició, siempre es necesario recordarlo, a partir del movimiento estudiantil que, en el transcurso de los últimos años, ha sostenido una demanda permanente por una educación de mejor calidad, de acceso universal, que garantice equidad de oportunidades para los jóvenes, a partir del fortalecimiento del capital humano.
Desde las regiones, cabe la preocupación de abordar cómo la ciudadanía del territorio aporta constructivamente al debate, con perspectivas a que en él se recoja con pertinencia la diversidad territorial de Chile y consecuencialmente, se incorporen también particularidades territoriales sobre la base de una visión general país, lo que por cierto no se restringe solamente a resolver problemáticas relacionadas a una distribución territorialmente inequitativa, de modo tal que los habitantes de las distintas comunas cuenten efectivamente con acceso a una educación de calidad; sino que también, se trata de que ésta contenga pertinencia respecto a las identidades, culturas, sociedad y vocaciones productivas locales contenidas en los territorios.
En este sentido, desde el Sistema Territorial de Educación (STE), Convenio de Desempeño financiado por el Ministerio de Educación que asocia a la Universidad del Bío-Bío con dos Centros de Formación Técnica y once establecimientos de Educación Media en un espacio de aprendizaje y construcción compartida de conocimiento, pensamos que, en la misma dirección en que se avanza hacia la definición de nuevas políticas de mejoramiento de la educación, existen también espacios de poder posibles para avanzar desde experiencias locales, construidas desde el territorio, hacia cambios estructurales, que aporten consecuencialmente modificaciones en las actuales políticas públicas.
De este modo, el desarrollo más equilibrado de Chile se propicia no sólo desde un esfuerzo conducido desde el nivel central, en el cual por cierto es posible definir un determinado campo de políticas, sino que también desde los propios territorios se potencia la expresión de los requerimientos y potencialidades locales, desde la experiencia en proyectos específicos y concretos, que permiten fortalecer y afinar la propia definición de las grandes políticas nacionales para el mejoramiento del bienestar del país y todos sus habitantes.