Colonias Salesianas cerraron un año trabajo en Chiguayante
Transmitir los valores de las llamadas "Colonias Salesianas" a través de distintas instancias es lo que buscan un grupo de cerca de 30 monitores de los Colegios Salesiano y Sagrado Corazón, y que desde hace tres años visitan a niños y niñas vulnerables de Chiguayante en un trabajo junto a sus familias.
El 2015 fueron 240 los niños beneficiados, pertenecientes a distintos establecimientos municipales de la comuna que tuvieron como sede las escuelas Grecia y Bélgica.
Fue en esta última donde el programa realizó su cierre, después de una semana de talleres y actividades como culminación del proceso y que ellos llaman la "Villa Feliz". Según contó Rafael Muñoz, coordinador de la Pastoral del Colegio Salesiano de Concepción, "la Villa Feliz pretende darle un momento de vacaciones a los chicos de estos sectores que no tienen la posibilidad de salir de sus casas o conocer otros lugares. Les damos una semana de alegría y de ser acogidos y acompañados".
En la oportunidad, los niños pudieron exponer los trabajos que realizaron en los diversos talleres de manualidades, teatro, danza y música, y además se informó que las Colonias Salesianas seguirán instaladas en la comuna durante los próximos tres años.
GRAN EXPERIENCIA
Los monitores definen la experiencia de este trabajo como una enriquecedora y única, donde fueron positivamente acogidos no sólo por los niños y sus padres, sino que también por los directores de colegios y el municipio. "Nosotros tenemos otra realidad y esta experiencia acá me ha servido para darme cuenta de muchas cosas que de verdad importan", expresó María Josefina Villalobos, una de las monitoras del Colegio Sagrado Corazón de Concepción.
Alegría y bondad fueron parte de los aprendizajes que los monitores entregaron a los niños, según contó Martina Espinoza, alumna del Liceo Kennedy de Chiguayante de diez años, quien agregó que también les entregaron pulseras con compromisos como ayudar a las mamás y hermanos, no pelear, siempre estar alegres y ser solidarios con quienes lo necesitan.
Por eso es que los padres agradecieron la iniciativa. Al respecto, Karina Moraga, madre de dos niñas que participaron de la Villa Feliz, dijo que "es una experiencia muy bonita, porque los chiquillos aprenden a compartir con los demás niños y con los valores que a uno como mamá siempre le gustaría que los hijos aprendieran".
"Es emocionante, porque estas son experiencias de la nobleza más pura, de la generosidad total y el compromiso de un grupo de jóvenes que quieren ser parte de un mundo mejor", concluyó el alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas.