Vacuna contra el sarampión
Pese a que el sarampión fue erradicado de Chile en 1992, el Ministerio de Salud anunció un refuerzo de la vacunación contra esta enfermedad, debido a que durante los últimos meses se han presentado varios casos, la mayoría traídos por viajeros desde otros países.
El brote de sarampión en Estados Unidos ha superado los mil casos confirmados e incluso se han registrado algunas muertes. La vacuna forma parte del Programa Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud desde 1963, por lo que a la fecha sigue en el calendario de vacunación obligatorio en el país, que es gratuito y se aplica a niños y niñas de entre 12 y 36 meses. Sin embargo, atendiendo las condiciones actuales, el Ministerio busca aumentar el público objetivo a viajeros y personas que no tengan su esquema de vacunación completo.
Uno de los grupos a los que se ampliará la vacuna es a aquellos que nacieron entre 1971 y 1981, y que no tienen un registro que demuestre que recibieron las dos dosis después de cumplir 12 meses de vida, por lo que se ha hecho un llamado para que se acerquen a la red de vacunatorios públicos y privados en convenio y puedan acceder a ella. La vacuna triple vírica o SRP (que protege contra el sarampión, rubéola y parotiditis o paperas) es segura, altamente efectiva y permite una protección más amplia con una sola inyección, facilitando así el cumplimiento del calendario de vacunación y fortaleciendo la inmunidad colectiva.
Hace unos 40 años el sarampión era una de las mayores amenazas para la infancia en Chile. Antes de la introducción de la vacuna, causaba miles de casos cada año, afectando gravemente a menores de 5 años. Ésta es una enfermedad que se transmite por secreciones de la vía respiratoria, que se diseminan por el aire al toser, reír o estornudar. Los síntomas son fiebre sobre 38 grados, manchas rojas en la piel, tos y conjuntivitis. Las complicaciones en pacientes pueden ser una importante disminución de la inmunidad, otitis, neumonía, convulsiones, encefalitis e incluso pueden llegar a la muerte.
Es necesario preguntarse por qué reaparece el sarampión, considerando que el último brote en Chile fue en 1988, y erradicada de manera completa en 1992, mientras que quedó eliminada de Latinoamérica en 2002. Los especialistas indican que la aparición del movimiento anti vacuna, que se basa en la teoría no comprobada de que las vacunas, al contener timerosal o etilmercurio utilizado como preservante, desarrollan trastornos autistas, generaron temor en las familias y retiraron a sus hijos de todo el sistema de inmunización que mantiene el Estado en forma gratuita, no sólo de la tres vírica sino de otras, como la antiinfluenza. En consecuencia, comenzaron a reaparecer enfermedades que ya estaban erradicadas.
La Organización Mundial de la Salud ha dicho que en 2017 hubo un aumento de 30% en los casos detectados de sarampión, especialmente en América Latina y Europa, debido en parte a que algunos padres se abstuvieron de vacunar a sus hijos. Unas 110.000 personas, en su mayoría niños, murieron ese año en el mundo por la enfermedad, que se podría prevenir con vacunas. La OMS ha señalado que es preocupante que haya una transmisión sostenida de sarampión en países que en muchos años no tenían contagios, lo que sugiere que hay cierto retroceso en los programas, que coincidieron con la aparición de la corriente que a través de las redes sociales llamó a no vacunar.
La enfermedad es altamente contagiosa y puede ser fatal o causar pérdida de audición y desórdenes mentales en los niños, y a menudo anticipa otras infecciones, como la difteria, en poblaciones con bajos índices de vacunación. Lo cierto es que la única manera de prevenir la enfermedad es innocular a los niños, como ocurre en Chile en los programas normales, y con los llamados que se hacen a quienes no estaban inmunizados cuando el sarampión fue erradicado.
El brote de sarampión en Estados Unidos ha superado los mil casos e incluso se han registrado algunas muertes. Viajeros diseminan el virus y por eso se reforzó el programa de vacunación en Chile.