Denuncias por agresiones en salud primaria se duplican respecto a 2024
Lamentan escaso progreso de mesa de trabajo anunciada por el Ejecutivo. Alcaldes, en tanto, recalcan que "queda mucho camino de concientización".
En parte de las notas de prensa asociadas a los casos de violencia y agresiones sufridas por funcionarios locales de salud durante el año pasado, la exdelegada presidencial Daniela Dresdner indicaba que como gobierno trabajaban en una mesa de seguridad en salud, "porque es una de nuestras prioridades". La cita es de agosto pasado y, a la fecha, según indican algunos gremios, los avances son escasos, por no decir nulos.
Desde las agrupaciones informan que las reuniones nunca se profundizaron, que en su momento hubo un acercamiento con el actual delegado Eduardo Pacheco y que hoy, ya con la Seremi de Seguridad Pública instalada, tampoco han tenido la oportunidad de profundizar el acercamiento. Desde la Delegación Presidencial explican que la mesa pasó a ser impulsada por esta nueva secretaría regional, aunque desde ahí no atendieron los requerimientos de este medio para conocer avances.
Mirada gremial
Representantes de la Confusam plantean que las agresiones cometidas por usuarios son de todos los días. De hecho, precisan que se trata de un problema que va en aumento: si el año pasado promediaban en la Región del Biobío unos cinco casos semanales, actualmente se llega a 10. Uno de los últimos casos críticos vividos en la zona afectó días atrás a una funcionaria del cesfam chiguatantino Valle La Piedra, quien al llegar a su vehículo vio todos los vidrios traseros quebrados.
"Ese tipo de agresiones siguen ocurriendo, van aumento y son constantes. No hemos tenido una baja", sostiene Diman Pereria, vicepresidente regional de la confederación, quien agrega que la violencia que se mantiene en la Región dentro de la atención primaria se caracteriza por amenazas, insultos, balaceras, destrucción de infraestructura, uso de arma blanca y de fuego por personas que piden que se atienda primero a pacientes vinculados, generalmente, al narcotráfico, algo que se agudiza en el sector sampedrino de Boca Sur, Coronel, Lota, Talcahuano y en partes de Tomé y Chiguayante.
Respecto a las mesas de seguridad anunciadas, dice que son instancias de "buena crianza que no tienen ningún impacto, porque a la fecha no se han vuelto a reincorporar y restablecer".
Advierte que tampoco conocen al seremi interino de Seguridad Pública, Carlos Uslar, y que de parte de las autoridades se carece de gestos para volver a reunirse. "La verdad es que como Confusam no vemos ninguna esperanza de capacidad de articular, accionar o tener soluciones reales (...) Con la que más dialogamos fue con Dresdner, después asumió Pacheco y tuvimos una sola reunión con él referente a este tema, pero no pasó nada más. Luego vino la creación de la Seremi de Seguridad, aunque no ha ocurrido nada referente a eso", enfatiza.
En la misma línea, Pereira extraña una posición más clara de los alcaldes a través de la Asociación Regional de Municipios, instancia "que constituye a los empleadores que tienen mucho que decir ahí".
En los próximos días, las 28 federaciones del país podrían decidir un paro nacional, una paralización que a juicio del representante regional de la Confusam "podría ser distinta" en la búsqueda de más financiamiento para la atención primaria y seguridad.
Octavio Navarro, presidente regional (s) de la Fenats, coincide con el análisis y estima un incremento de los casos que se grafican en agresiones físicas con arma blanca o de fuego, amenazas de muerte o, incluso, intentos de violación.
"Más allá de conocer la estadística y los puntos focales de donde se produce la mayor cantidad de hitos de violencia que, generalmente, se dan en las unidades de emergencia, este tipo de mesas pueden hacer surgir propuestas, pero estas se tienen que llevar a la realidad administrativa de cada ministerio o municipio (...) La violencia en sí no se detiene y los servicios clínicos y unidades de urgencia no necesitan estar blindados, sino que se trata de un problema profundo político-social que no nos corresponde a nosotros", plantea.
El tema se ha hablado entre la Fenats y los directores de los servicios de salud y de hospitales para generar medidas paliativas como capacitaciones o reforzamiento de instalaciones en áreas de urgencia.
Llamado de los municipios
Junto con cuestionar los actos de violencia que sufren los trabajadores de la salud, el presidente de la Asociación de Municipios del Biobío y alcalde de Hualqui, Ricardo Fuentes, lamenta que, pese a los esfuerzos que se han hecho en torno a mejorar la seguridad en los cesfam por parte del Gobierno -"con una medida adoptada a fines del 2024 que dota de Carabineros a centros donde se han registrado hechos de violencia"-, sigan existiendo múltiples situaciones de agresión verbal, física y psicológica hacia el personal médico y administrativo.
"Esto es inaceptable y obliga a mejorar la estrategia. No podemos normalizar la violencia, ya que los equipos de salud merecen trabajar en entornos seguros. Cada agresión sufrida no sólo es un ataque a un funcionario, sino que a toda la red que cuida a las vecinas y vecinos de las diferentes comunas", señala.
El alcalde recuerda que el año pasado se sostuvo una serie de reuniones con autoridades regionales, lideradas por la Delegación Presidencial Regional, el Ministerio de Salud, los servicios de salud de las tres provincias, la Subsecretaría de Prevención del Delito y Carabineros, para exigir mayor resguardo policial en los puntos críticos, implementación efectiva de la Ley Consultorio Seguro y el fortalecimiento de los protocolos de reacción ante agresiones, entre otras medidas.
"Si bien se ha avanzado, queda aún mucho camino de concientización hacia la población para que entre todos cuidemos a nuestras funcionarias y funcionarios", subraya.
10 agresiones por semana registra la Confusam en la Región. La dirigencia indica que cifra se duplica respecto a 2024.
28 federaciones asociadas a la Confusam se reunirán en los próximos días para evaluar un paro nacional por recursos y seguridad