Crecimientos de población de hasta 22% que tensionan la entrega de servicios en Biobío
Florida tiene el mayor incremento, seguida de San Pedro de la Paz, con un 15%. Merma de población en otras 10 ciudades inquieta por posibles impactos en planificación y asignación de recursos.
Por Nicolás Arrau Álvarez / nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
El último censo dio cuenta de un aumento de población en la Región del Biobío, fenómeno que se condice con la realidad nacional. En términos concretos, al comparar con el censo de 2017, la cantidad de habitantes regionales pasó de 1.556.805 personas a 1.613.059, es decir, se experimentó un alza de 3,6%. A nivel comunal, sin embargo, las variaciones fueron mayores, para bien y para mal: por ejemplo, hubo ciudades como Florida que en siete años vio incrementada su población en 22%, un porcentaje que es catalogado como "explosivo" por parte de académicos. Otras, como Lota, vieron mermado este indicador hasta en 8%, en especial por la falta de proyectos habitacionales, según cuestionan sus autoridades.
En el primer caso, parte de los municipios consultados plantean que estas alzas vienen a tensionar la entrega normal de servicios, lo que pone nuevos desafíos que deben ser enfrentados en el marco del proceso de descentralización. En total, 23 de las 33 comunas del Biobío registraron aumentos (ver mapa).
De acuerdo al censo 2024, Florida pasó a tener 12.958 habitantes. Su alcalde, Rodrigo Montero, sostiene que el caso particular de esta zona rural pude deberse, en primer lugar, a que ciudades como San Pedro de la Paz, Chiguayante, Santa Juana o Hualpén son áreas saturadas de viviendas, característica que hasta el momento no tendría su comuna, aunque no hay que olvidar que en medio de la pandemia registró también un aumento importante de nuevas parcelas.
"Florida es una comuna relativamente tranquila, sobre todo para familias y adultos mayores. Creemos que vivir en un espacio verde y tranquilo es parte de las características que las familias consideran para habitar en algún lugar", dice Montero, quien al mismo tiempo plantea que hay gente que busca espacios con bajos índices de delincuencia y mejores indicadores en términos de descontaminación y saturación vial, espacios "que no representen un colapso en la ruta, lo que sin duda es atractivo para quien busca salir de los atochamientos urbanos".
Pese a todo, reconoce que ningún territorio está preparado para absorber tanta presión migratoria en un período reducido de tiempo, y que frente a ese escenario se verán obligados a mejorar la oferta de servicios públicos y privados a través de la descentralización de las instituciones y nuevos convenios. Suma la necesidad de generar mejoras en cuanto a conectividad telefónica, internet o vial, por nombrar algunas, así como actualizar los instrumentos de gestión como el actual Plan Regulador Comunal de 2007.
Al sur del río Biobío, San Pedro de la Paz se ubica como la tercera comuna de la Región con más población (150.992). Esta plaza se ha logrado gracias al desarrollo urbanístico del último tiempo, la calidad de vida, el crecimiento de la oferta educacional, de servicios y de áreas verdes, el emplazamiento geográfico, o bien la disponibilidad de terrenos para enfrentar la crisis de la construcción, según detalla el municipio.
"El aumento de la población en San Pedro de la Paz no lo tomamos como un problema, sino que como un desafío. Creemos que en las administraciones anteriores no abordaron el crecimiento urbano con la proyección de futuro que requería y hoy estamos trabajando en dar soluciones a la congestión vehicular que a diario deben enfrentar nuestros vecinos y quienes circulan por la ruta 160 o por Pedro Aguirre Cerda", enfatiza el alcalde Juan Pablo Spoerer.
Asimismo, se espera que esta alza se refleje en nuevos recursos o medidas, como la integración de la ciudad al plan Calles sin violencia o la agilización de permisología y aprobación de proyectos de conectividad postergados.
Caídas que generan desafíos
Lota es la comuna que registró la caída más pronunciada de habitantes, al pasar de 43.535 en 2017 a 39.980 en 2024. El alcalde Jaime Vásquez lamenta la situación, ya que históricamente Lota ha sido una ciudad con una mayor cantidad de población, y advierte que esta tendencia negativa ha sido resultado de varias situaciones: falta de grandes proyectos habitacionales que inviten a retener a la comunidad, el deterioro de espacios públicos y la escasez de planes para regeneración urbana.
"El gran desafío nuestro es la generación de iniciativas habitacionales y planes de infraestructura para mejorar la calidad de vida de nuestra comuna y evitar que nuestros habitantes vivan en otros lugares", enfatiza.
Otro elemento advertido por la autoridad tiene que ver con el crecimiento demográfico de su vecina Coronel, que ha llevado a que muchas personas duerman en allí, "pero hace gran parte de su vida en Lota, lo que se contrapone con los datos del censo, que habla de la cantidad de habitantes. Si uno ve datos del Servel, los votantes son mayores a la cantidad de habitantes de nuestra comuna, es decir, hay elementos contradictorios".
Su par de Hualpén, Miguel Rivera, sostiene que los últimos datos del censo "llaman poderosamente la atención" dado que no reflejarían la realidad de la comuna. Al contrario, afirma que esta urbe está en constante crecimiento y que como autoridades han sido testigos de cómo se han desarrollado también proyectos en los que habitan nuevos vecinos.
"A marzo de 2025, las cifras del Registro Social de Hogares muestran una población de más de 90 mil personas, sin contar que hay quienes no cuentan con esta herramienta y que deben sumarse a la cifra. Por supuesto que la cifra, que es distinta a las proyecciones que existían, nos afecta en diversos ámbitos, como en la planificación y asignación de recursos en materias tan relevantes como salud, transporte o educación", dice el jefe comunal.
Al mismo tiempo, llama a evaluar esta situación y que se tomen medidas "para corregir las cifras a través del cruce de datos de otros organismos".
El rol del desarrollo inmobiliario
Las variaciones registradas por las comunas responden a una serie de elementos. Como punto de partida, el profesor del Departamento de Geografía UdeC Voltaire Alvarado plantea que la última comuna de la Provincia de Concepción a donde el Estado llega con subsidios habitacionales vinculados a créditos hipotecarios o condominios asociados a comités de vivienda es Coronel. Estas entregas vienen a formar un "cono de helado" que tiene su parte ancha en Concepción y San Pedro de la Paz, hasta extinguirse hacia el sur y desaparecer casi completamente en Lota.
"No es menor considerar que el aumento de población San Pedro de la Paz va muy de la mano con que es una de las pocas comunas, junto con Coronel, donde la inversión inmobiliaria se mantuvo en el último tiempo, a pesar de que decreció fuertemente (...) Justo donde bajamos a playa Blanca termina la inversión inmobiliaria y hacia el sur desaparece hasta las otras comunas que pertenecen a la Provincia de Arauco", puntualiza, y suma que el único proyecto inmobiliario fuerte que se terminó en esta comuna minera fue Lota Green, "y diría que es lo único que queda".
El caso de Hualpén, en tanto, lo explica entendiendo que la oferta inmobiliaria que hoy se construye está pensada para una población externa a la comuna y aún en desarrollo, sobre todo en el sector Costanera, y que existe una política conocida y poco estudiada respecto a la compra permanente de Enap en el sector El Triángulo, es decir, los vecinos que allí vivían se van de la comuna. Con todo eso, cree que es probable que con los años el porcentaje de baja (-4,4%) se reajuste más hacia 0%.
Respecto a Florida, al docente le llama la atención que no haya sido incluida en el área urbana del Gran Concepción, una urbe rural cuya conectividad con el centro penquista no es tan compleja. "Es bastante atractiva, pero cosa curiosa es que Florida fue una de las que no ingresó al área metropolitana, y eso me llama profundamente la atención porque está más cerca que Santa Juana; no fue convocada a esta invitación cuando, quizá, la movilidad a partir del automóvil sea más fuerte entre Florida y Concepción que de Santa Juana a Concepción", desliza.
Para Yamil Tala, investigador CIPEM Los Héroes-UDD, el análisis de cada comuna se debe hacer caso a caso y sin olvidar que posterior a la pandemia creció el número de personas que emigró a zonas rurales desde los centros urbanos. Eso, a su juicio, tensiona la entrega de servicios, en especial en comunas de menor tamaño o rurales: además de Florida, urbes rurales como Yumbel o Santa Juana también tuvieron un incremento significativo en siete años, con alzas de 9,3% y 8,7%, respectivamente.
"Esas alzas generan desafíos que son importantes en temas de salud, accesibilidad o servicios sanitarios, que obligan a ver si la comuna logra trabajar con eso. El tema más relevante hoy, quizá, es la lista de espera que pueda haber en salud, porque si esas comunas ya tenían listas de espera importantes, probablemente, el que haya más personas puede crear un colapso aún mayor en los servicios de salud", precisa.
No olvida que, en general, existe una tendencia impulsada por jóvenes habitantes que están abandonando aquellas comunas más alejadas de los centros urbanos, lo que envejece a la población y enlentece de gran manera la nueva natalidad. "Probablemente, los crecimientos de los grupos menores son mucho más bajos de lo que había anteriormente y eso genera que las poblaciones no crezcan", subraya el profesional.
En total, la Región del Biobío contabilizó 10 comunas con retrocesos poblacionales respecto al censo de 2017.