La región del Biobío, un pequeño país
Roger Sepúlveda Carrasco, Rector Universidad Santo Tomás, Región del Biobío,
La región del Biobío destaca por su sólida base industrial, su diversidad social y cultural, su conectividad internacional y sus capacidades formativas. Si la imaginamos como un pequeño país, su desarrollo sería notable en distintos ámbitos. Es un pilar industrial de Chile, con sectores como el forestal, pesquero, metalmecánico, transporte, servicios y energía. Hoy resulta urgente revitalizar esta industria, impulsando inversión pública y privada, y desarrollando nuevas áreas productivas. Aunque el Plan de Fortalecimiento Industrial es un paso, no basta ante la degradación de la matriz productiva regional.
Con más de 1,6 millones de habitantes en Arauco, Biobío y Concepción, Biobío es la tercera región más poblada del país. Su conurbación metropolitana combina población urbana y rural, enfrentando desafíos en seguridad social y empleo, reflejados en una tasa de desocupación de 9,0% en el trimestre diciembre 2024-febrero 2025. Sin embargo, destaca una fuerte cohesión comunitaria y un compromiso genuino con el desarrollo sostenible.
La conectividad instalada es esencial. Los puertos de San Vicente, Talcahuano y Coronel impulsan el comercio internacional, apoyados por infraestructura vial y ferroviaria que conecta zonas productivas y exportadoras. Mejorar la planificación territorial e invertir en infraestructura digital es clave para mantener la competitividad. Proyectos estratégicos como el Ferrocarril Trasandino del Sur y el Paso Pichachén fortalecerían aún más el vínculo comercial y turístico con Argentina, consolidando a Biobío como un eje logístico nacional.
Desde el punto de vista cultural, Biobío es un territorio vibrante. La herencia mapuche se refleja en su música, danzas y tradiciones. Además, la región alberga museos, monumentos y sitios históricos que preservan su rica identidad. En ciudades como Concepción, la vida cultural se nutre de universidades y centros de formación. Las fiestas costumbristas, como la Fiesta Alemana de Contulmo o la Trilla a Yegua Suelta en Yumbel celebran la diversidad gastronómica, folclórica y artesanal.
En el ámbito natural, nuestra región exhibe una geografía privilegiada de costas, ríos, valles y montañas. El río Biobío, uno de los más largos del país, es un símbolo de identidad y recurso vital. Lugares como el Parque Nacional Laguna del Laja, con el volcán Antuco, o la Reserva Nacional Nonguén, protegen valiosos ecosistemas y biodiversidad en riesgo.
La formación de capital humano es otra de sus fortalezas. Junto a una destacada oferta universitaria, Biobío apuesta por modelos innovadores de educación técnico-profesional, como el del País Vasco. La región es líder nacional en generación de capital humano avanzado, ciencia, tecnología e innovación, atrayendo talentos que dinamizan sus procesos productivos.
En conclusión, Biobío tiene todos los argumentos para soñar con mayor autonomía y protagonismo. Para lograrlo, debe superar desafíos identitarios que impiden amalgamar todo su potencial. Valorar nuestras características únicas, sentir orgullo por nuestra historia e impulsar un relato propio son pasos necesarios para construir una región más cohesionada, competitiva y orgullosa de sí misma.