Innovar desde Biobío: una estrategia clave para el desarrollo
Chile se enfrenta al desafío de redefinir su modelo de desarrollo, y la Región del Biobío tiene un rol clave. En nuestra zona existen capacidades productivas, conocimiento técnico y formación de capital humano que pueden ser la base de una estrategia de innovación con impacto nacional.
Uno de los ejemplos más concretos es el avance en Métodos Modernos de Construcción Sostenible en Madera (MMC), a través del programa Biobío Madera de Corfo. Impulsados desde Biobío, estos métodos no solo permitirán reducir los tiempos y costos de construcción, sino que incorporan criterios de eficiencia energética, economía circular y reducción de emisiones. Esto abre una oportunidad real para dinamizar el sector de la construcción con un valor agregado, fortalecer el empleo local y responder al déficit habitacional con soluciones sustentables. Hemos avanzado en dos bienes públicos donde el impacto está dirigido a las pymes del sector, porque ellas son las llamadas a ser protagonistas y continuamos progresando en conjunto.
Del mismo modo, avanzamos con una gobernanza en H2V Biobío. Hidrógeno Verde para la Descarbonización de nuestra matriz productiva. Este ha captado atención a nivel global, abordándolo desde una lógica territorial. La instalación de infraestructura y los proyectos piloto deben considerar la formación de capital humano local, mecanismos de transferencia tecnológica y marcos normativos con un impacto en el crecimiento y desarrollo regional.
En este contexto, Biobío es protagonista porque tendrá la capacidad de fabricar y ensamblar electrolizadores en territorio nacional, un paso clave hacia una verdadera estrategia de soberanía tecnológica. En la Región del Biobío, el proyecto conjunto entre una de las principales empresas fabricantes de electrolizadores a nivel mundial y la firma regional CONMETAL permitirá el ensamblaje de equipos de 2,5 MW y 5 MW, así como la fabricación de componentes estructurales. CONMETAL, con décadas de experiencia en equipos industriales complejos, aporta infraestructura y capacidad técnica que posicionan a la Región como un actor relevante en la cadena de valor del hidrógeno. Esta iniciativa generará empleo directo e indirecto y proyecta estar en plena operación en cinco años.
La experiencia acumulada en regiones como Biobío muestra que las condiciones están dadas. Lo que falta es trabajar en conjunto para crecer, desarrollarnos y ser protagonistas frente a los desafíos de la necesaria transformación de nuestra matriz productiva hacia la sostenibilidad.