Tasa de desocupación reflejaría "fragilidad" y menor capacidad del mercado laboral local
Incremento de la fuerza laboral en la zona ha impactado los últimos resultados de empleabilidad. Académicos apuntan a generar políticas que fortalezcan el trabajo femenino y de jóvenes.
La tasa de desocupación regional en el trimestre enero-marzo de este año alcanzó un 9,0%, registrando un aumento de 0,2 puntos porcentuales en doce meses, resultado del alza de la fuerza de trabajo, en comparación al porcentaje de personas ocupadas. En tanto, las personas desocupadas aumentaron un 2,8%. En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 10,6%, con un incremento de 0,9 puntos porcentuales en doce meses, mientras que, en los hombres la cifra fue de 7,8%, con una disminución de 0,3 puntos porcentuales en el mismo período.
En relación al total de personas ocupadas, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), estas crecieron un 0,4%, resultado que sólo fue incidido por los hombres, llegando a un 1,3%. Los sectores que más contribuyeron al aumento de ocupados fueron salud y construcción, mientras que, por categoría ocupacional, el alza se observó en las categorías de asalariados formales e informales.
El INE también mostró la tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial, la que alcanzó un 19,9%, con un alza de 0,4 puntos porcentuales en el trimestre analizado. En los hombres, esta se situó en 15,9% y en las mujeres, en 24,8%, con una brecha de género de 8,9 puntos porcentuales.
Ritmo laboral
La académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, Daniela Catalán, puntualizó en que "la tasa de desempleo del 9,0% muestra un leve deterioro respecto al año anterior, lo que indica que la creación de empleo no está alcanzando el ritmo necesario para absorber el crecimiento de la fuerza laboral. Este estancamiento revela fragilidad en ciertos sectores clave, como la industria manufacturera y la enseñanza, especialmente afectando la participación laboral femenina".
En esa línea, Catalán planteó que se debe prestar especial atención al empleo femenino, debido a que enfrenta mayores dificultades para mantenerse estable. "Asimismo, preocupa la persistente informalidad laboral, la disminución en sectores productivos clave como la industria manufacturera, y la alta tasa de presión laboral (15,5%), que refleja insatisfacción con las condiciones actuales del empleo".
Luis Méndez, director del Observatorio Laboral del Biobío, indicó que las cifras también se han visto afectadas por la baja actividad del sector comercio. "La caída en la actividad del comercio, de alguna manera, responde también a un descenso en la demanda provocada por las medidas económicas para controlar la inflación. El Banco Central está manejando la Tasa de Política Monetaria de manera de que la economía vaya gradualmente ajustándose y lleguemos a una tasa de inflación de 3%. Entonces, obligadamente ha subido la tasa de empleo y eso ha deprimido la demanda agregada y entre los sectores que más se han visto comprometidos son justamente el comercio", dijo.
Políticas de empleo
Jaime Vera, docente de ingeniería comercial de la Universidad Andrés Bello (UNAB), planteó que, en relación a la informalidad, sostuvo que "las políticas públicas que deberían desarrollarse en el mercado laboral deben dirigirse en el apoyo al empleo de la mujer y a disminuir la informalidad en conjunto a la promoción de la inversión en industrias con rezagos productivos y a agilizar proyectos relacionados a tecnología, infraestructura y energías renovables".
Daniela Catalán, en tanto, agregó que, junto con apoyar sectores dinámicos que ya generan empleos, como es el caso de la construcción y la salud, se deben fomentar programas de inserción laboral femenina, sumando la reactivación de "sectores productivos estratégicos como la manufactura y educación, que están mostrando señales preocupantes de contracción".
Luis Méndez también acotó que también es importante "atacar el desempleo en términos sectoriales, por edad y por sexo", ya que "las mujeres son las que se ven más comprometidas y los jóvenes". A lo anterior, concluyó también que debe existir una política que garantice competencias y perfiles laborales adecuados para lo que las empresas buscan. "Atacar el desempleo no es una sola receta, sino que tiene que ser una combinación de medidas para afrontar el problema", dijo.