"Biobío tiene una adopción tecnológica más avanzada que el resto"
Desde su análisis, precisó en la necesidad de desarrollar ecosistemas locales para las pymes e instó a emprendedores a utilizar el apoyo público para internacionalizar productos y servicios.
El CEO de la fintech Maxxa, dedicada a facilitar el crecimiento y operación de las pymes, Cristián Sauterel, abordó durante el evento MadeInnConce los principales desafíos para las pymes a nivel regional y nacional, el avance que han tenido las fintech a lo largo del país, las nuevas tecnologías que se están implementando. En conversación con EL SUR, Sauterel destacó el rol de las pymes en la empleabilidad y en la necesidad de desarrollar ecosistemas locales, ya que esto permitirá "aprovechar de mejor forma los recursos que hay disponibles para que aquellas personas talentosas puedan tener acceso a oportunidades donde las mayores limitantes son el desconocimiento de esas oportunidades".
-¿Qué desafíos son los que enfrentan hoy día emprendimientos en regiones?
-Yo creo que uno de los desafíos más grandes es que cuando una región ya está como con una malla productiva muy estable, empiezan a haber emprendimientos que parten locales, y hoy día les toca competir no solamente con opciones locales, sino que la competencia empieza a ser más global, nacional. La mayoría de los desafíos es poder tener lo necesario para competir, y eso implica desde acceso a las herramientas para ordenarse, financiamiento (…) entonces, desde ahí, el acercarse a los ecosistemas o diferentes instancias que hay para poder saber lo que uno no sabe, porque esa es la principal dificultad.
-¿Esto es generalizado o tenemos sectores donde cuesta formalizarse y ser sostenible en el tiempo?
-Lo que sucede es que el desafío de esa primera etapa, los primeros tres años, es tan crítico, que hoy en día las empresas necesitan acceder a, por ejemplo, herramientas como sistemas de gestión. Y la realidad es que los clientes no tienen producción de su negocio, tienen que subir el flujo de caja que se construye al final, y con esa caja van viviendo el día a día y tienen una cierta forma de operar (…) hoy en día en Chile, nueve de cada diez empresas, no utilizan ninguna herramienta de gestión y simplemente facturan de 5 a 6 términos, emiten sus documentos y a esos términos no les interesa si a uno le pagan o no le pagan. Toda la responsabilidad de gestión cae en la pyme. Entonces, de ahí, lo principal -a mi criterio- es partir de la información. Con información podemos hacer gestión.
-¿Qué desafíos también tenemos en la innovación y la tecnología?
-Las pymes son supervivientes y desde ahí se adaptan muy bien al entorno. Lo vimos en pandemia, donde si bien hubo varios rubros que se vieron muy afectados, también lo que vimos fue cómo los emprendedores aprovecharon las oportunidades para reconvertirse, cambiarse de rubro. Y desde ahí el entorno ha sido tremendamente cambiante. La tecnología, la digitalización, las pymes que están entregando nuevas herramientas donde antes no había, donde las soluciones tradicionales como la banca. Y de ahí que los emprendedores que entienden y aprendan a leer el ecosistema y el entorno del Estado aprovechan estas oportunidades y desde ahí que les es más fácil competir, porque quien no se adapta finalmente va quedando atrás.
-¿En qué escenario está Biobío frente al cambio digital?
-Nosotros vemos igual bien positivo, por ejemplo, cuando miramos nuestra propia data. En Maxxa, mensualmente se suman alrededor de 3.000 pymes nuevas que buscan cubrir alguna necesidad, ya sea acceso a financiamiento, ordenarse, venderle al Estado, que son las cosas que nosotros hacemos. Si sacamos la Región Metropolitana, Biobío es la segunda región que más utiliza las herramientas que tenemos de digitalización, es decir herramientas de gestión para poder llevar el día a día del negocio. Y desde ahí vemos que Biobío tiene una adopción tecnológica más avanzada que el resto de las regiones. Es decir, cuando no solamente vemos quién llega, sino quien adopta la tecnología, Biobío está un 5% más arriba que todas las otras regiones.
-¿Qué oportunidades hay para que estos emprendedores, ya sea con servicios, con productos, se puedan internacionalizar?
-Yo creo que hoy en día la dificultad más grande para la internacionalización es el especializarse, el entender las dificultades de lo que es la exportación, ya sea de productos o servicios. Me tocó ver una convocatoria que hubo hace un tiempo atrás de varios emprendedores de La Araucanía y de Biobío que participaron en una iniciativa de ProChile. Creo que la internacionalización es un trabajo que hay que hacer, demora bastante. Normalmente es de un año para otro el prepararse para empezar a exportar, y desde ahí el diferenciarse también del resto de un producto. Mi sugerencia es que quienes estén pensando en la internacionalización se acerquen a estas iniciativas que hoy en día tiene el mundo público, el Gobierno, donde muestran cómo poder hacerlo cuando uno tiene también productos innovadores que ya ha validado en Chile.