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Dijo que el país asiático "ha faltado el respeto"

Trump sube a 125% aranceles a China y los suspende a países que no tomaron represalias

Gobierno chino elevó a 84% sus gravámenes a productos de EE.UU., en reacción al arancel adicional de 50% que anunció Washington el martes.
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Por Agencias

El presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó ayer que "ante la falta de respeto" que en su opinión China ha mostrado a los mercados, elevó al 125 % los aranceles que le impone a ese país "con efecto inmediato", frente al 104 % actual.

"En algún momento, ojalá en un futuro cercano, China se dará cuenta de que la época en que estafaba a EE.UU. y a otros países ya no es sostenible ni aceptable", dijo en Truth Social.

Su comentario tuvo lugar el mismo día en que entraron en vigor las partidas adicionales de los llamados "aranceles recíprocos" que EE.UU. anunció el día 2 de abril.

Cabe señalar que ayer el Gobierno chino activó represalias y anunció que elevará del 34 al 84% los aranceles a los bienes procedentes de EE.UU. en respuesta al gravamen adicional del 50% anunciado ayer por Donald Trump que situaba el total de tasas a bienes chinos al 104%.

El ministerio de Finanzas del país asiático indicó que el nuevo gravamen entrará en vigor el 10 de abril y que toma la medida en respuesta al "repetido error" de EE.UU. de aumentar los aranceles a China.

Asimismo, aseguró que tiene "una voluntad firme" y "recursos abundantes" para responder "con determinación" si EE.UU. insiste en "intensificar aún más sus medidas restrictivas económicas y comerciales".

Pekín también acusó ayer a EE.UU., durante una reunión en la Organización Mundial del Comercio (OMC), de violar las normas comerciales internacionales y de debilitar el sistema multilateral de comercio con sus llamados aranceles recíprocos.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, recordó en una breve comparecencia ante la prensa que tal y como ha afirmado en otras ocasiones, "cuando alguien golpea a EE.UU. el presidente Trump responde más fuerte".

Tregua de 90 días

El líder republicano, en cambio, anunció en su mismo mensaje una pausa de 90 días en la aplicación de aranceles a aquellos países que no han tomado represalias comerciales contra su plan arancelario.

"He autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%, también con efecto inmediato", declaró igualmente en Truth Social, justificando su decisión en el hecho de que más de 75 países, según sus cálculos, se han puesto en contacto con su Administración para negociar los aranceles.

La rebaja del castigo arancelario supondrá que prácticamente todos los socios comerciales de EE.UU., incluida la Unión Europea (UE), y exceptuando a China, serán penalizados durante los próximos tres meses solo con un arancel "reducido" del 10 %, el mismo que comenzó a aplicarse el sábado.

La reacción de los mercados a su cambio de opinión fue inmediata. Wall Street se disparó con subidas de entre el 6 y el 8 % y el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió un 4,65 % y superó los 62 dólares el barril.

Burlas

Por otro lado, el presidente de EE.UU., se burló de los países que, según dice, quieren negociar los aranceles que ha impuesto de manera unilateral: "Estos países nos están llamando. Me están besando el trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo", dijo Trump el martes ante el Comité Republicano.

La Casa Blanca aseguró que 70 países están negociando reducción de aranceles por medidas que corrijan desequilibrios comerciales con EE.UU.

Por ejemplo, dijo que no se aplicarán aranceles del 10% contra México y Canadá, rectificando lo dicho poco antes por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. "Ninguno de estos dos países recibirá el nivel base del 10 % en este momento", dijo un funcionario de la oficina presidencial.

Poco antes, Bessent había respondido afirmativamente al ser consultado sobre si México y Canadá estaban incluidos en los aranceles, anunciado ayer por Trump.

UE SE BENEFICIA DE TREGUA DE ARANCELES: TENDRÁ 10% Y NO 20% POR TRES MESES

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La Casa Blanca aclaró en la tarde de ayer que la Unión Europea (UE) estará sujeta a un arancel del 10% durante los próximos 90 días, en lugar del 20%, según explicó a Efe un alto funcionario estadounidense. Washington decidió extender esa exención a la UE porque todavía no ha tomado represalias por los aranceles que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el 2 de abril, y que incluyen una tasa global del 10 % y gravámenes adicionales que, en el caso de la UE, alcanzaban a un 20%. Justo este miércoles, los Estados miembro de la UE dieron luz verde a medidas para responder a los aranceles de Trump, aunque no a los más recientes, sino a los del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio que el mandatario impuso el pasado 12 de marzo.

Bajo la ley Smoot-Hawley

La ley arancelaria que hundió a EE.UU. en la Gran Depresión y las similitudes con 2025

La guerra de aranceles de Donald Trump tiene al mundo en una gran incertidumbre, y remite a un momento complejo en la economía mundial que tuvo lugar en 1930, con el presidente Herbert Hoover.
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En los primeros días de la Gran Depresión, el representante republicano de Oregon, Willis Hawley, y el senador republicano de Utah, Reed Smoot, pensaron que habían hallado una manera de proteger a los agricultores y fabricantes estadounidenses de la competencia extranjera: los aranceles.

El presidente Herbert Hoover firmó la Ley de Aranceles Smoot-Hawley en 1930, aun cuando muchos economistas advirtieron que los gravámenes provocarían aranceles de represalia de otros países, lo cual fue precisamente lo que sucedió. La economía de Estados Unidos se hundió más profundamente en una devastadora crisis financiera de la que no saldría hasta la Segunda Guerra Mundial.

La mayoría de los historiadores consideran la ley Smoot-Hawley como un error que empeoró un clima económico que ya era malo. Pero los aranceles tienen un nuevo defensor en el presidente Donald Trump.

Al igual que Trump, Hoover fue elegido en gran medida por su perspicacia empresarial. Ingeniero minero internacional, financiero y humanitario, asumió el cargo en 1929 como un enérgico director ejecutivo, ansioso por promover asociaciones público-privadas y utilizar los mecanismos del gobierno para promover el crecimiento económico.

"Todo el mundo no solo puede ser rico, sino que debería ser rico", declaró en su discurso de investidura, antes de convocar una sesión especial del Congreso para proteger mejor a los agricultores estadounidenses con "cambios limitados en el arancel".

En cambio, el 31er presidente obtuvo la Gran Depresión.

Trump, que ahora defiende sus propios aranceles radicales que han hecho tambalear los mercados globales, argumenta que Estados Unidos se fundó sobre los altos impuestos de importación a los bienes del extranjero.

Pero el país comenzó a abandonarlos cuando creó un impuesto federal sobre la renta en 1913, dice el presidente. Luego, "en 1929, todo llegó a un final muy abrupto con la Gran Depresión. Y nunca habría sucedido si se hubieran mantenido con la política arancelaria", dijo Trump al anunciar su plan de aranceles la semana pasada.

Refiriéndose a la ley Smoot-Hawley, agregó: "Intentaron traer de vuelta los aranceles para salvar a nuestro país, pero ya se había ido. Se había ido. Era demasiado tarde. No se podía hacer nada: tomó años y años salir de esa depresión".

Sin embargo, la historia de altos aranceles de Estados Unidos continuó mucho después de 1913, y la interpretación de Trump sobre lo que provocó la Gran Depresión, así como la respuesta de Washington en la era de Hoover, no reflejan lo que realmente sucedió.

Gary Richardson, profesor de economía en la Universidad de California, Irvine, señala que Estados Unidos mantuvo altos aranceles durante mucho tiempo, lo que "ayudó a trasladar la industria aquí. Pero nos deshicimos de ellos porque, como el país que estaba a la vanguardia de la tecnología, no pensábamos que fueran útiles".

"Cuando éramos más poderosos, justo después de la Segunda Guerra Mundial, impusimos un régimen de bajos aranceles a la mayor parte del mundo porque pensábamos que nos beneficiaría", dijo Richardson, también ex historiador del Sistema de la Reserva Federal. "Ahora, estamos volviendo a algo diferente".

Aranceles datan de 1789

George Washington firmó la Ley de Aranceles de 1789, que fue la primera legislación importante aprobada por el Congreso, la cual impuso un gravamen del 5% sobre muchos bienes importados a Estados Unidos. Sin un impuesto federal sobre la renta, la política consistía en encontrar fuentes de ingresos para el gobierno al tiempo que se protegía a los productores estadounidenses de la competencia extranjera.

Después de que la Guerra de 1812 interrumpiera el comercio de Estados Unidos con Reino Unido, Washington aprobó más aranceles en 1817, destinados a proteger la fabricación nacional contra las importaciones potencialmente más baratas, especialmente textiles.

Los altos aranceles se mantuvieron durante décadas, particularmente mientras el gobierno buscaba aumentar sus ingresos y pagar la deuda en la que incurrió durante la Guerra Civil.

La Ley de Aranceles de 1890 elevó los impuestos al 49,5% sobre más de 1.500 artículos. El "Napoleón del proteccionismo", William McKinley, un congresista republicano de Ohio que sería elegido presidente en 1896 y uno de los héroes de Trump, defendió la medida.

Pero esa acción hizo que los precios subieran y que la economía de Estados Unidos cayera. Empeoró después del llamado Pánico de 1893, cuando el desempleo alcanzó el 25%. Los historiadores se referían al período como la "gran depresión" hasta que fue superado por la verdadera Gran Depresión.

Impuesto a la renta

Un impuesto nacional sobre la renta no se volvió permanente hasta que el Congreso aprobó la 16ta Enmienda en 1909, la cual fue ratificada cuatro años después. A pesar de lo que sugiere Trump, lo que siguió fue un crecimiento económico continuo, impulsado por avances tecnológicos como el teléfono y un aumento del gasto del consumidor después de la Primera Guerra Mundial.

Un auge de la construcción y un aumento de la fabricación, particularmente de bienes de consumo entre los que estuvo el automóvil, ayudaron a desencadenar los "locos años 20". El Promedio Industrial Dow Jones aumentó seis veces, subiendo de 63 puntos en agosto de 1921 a casi 400 en septiembre de 1929.

Fue la era de la Prohibición y la era del jazz, un período de urbanización aun cuando la agricultura seguía siendo un motor económico clave. Las condiciones laborales a menudo eran malas, pero el nivel de vida aumentó para la clase media, que disfrutaba de innovaciones como la radio y las lavadoras.

La política de altos aranceles también persistió, y el Congreso aprobó la Ley Fordney-McCumber de 1922, que elevó los gravámenes sobre muchos bienes importados a su nivel más alto en la historia de Estados Unidos, en un esfuerzo por fortalecer aún más la fabricación nacional. Eso provocó aranceles de represalia de socios comerciales clave de EE.UU. que reflejan las reacciones de la China contemporánea y de otros países a los nuevos gravámenes de Trump.

Martes negro y depresión

La economía comenzó a desacelerarse cuando la Fed aumentó las tasas de interés en 1928 y de nuevo el año siguiente.

La idea era principalmente aliviar una burbuja del mercado de valores al reducir los préstamos a corredores o empresas que compraban acciones. Pero eso generó tasas de interés más altas en Reino Unido y Alemania, lo que ayudó a desacelerar el gasto y la producción del consumidor global, e inició una recesión en EE.UU. en el verano de 1929.

La Gran Depresión comenzó con el llamado "Martes Negro" el 29 de octubre de 1929, cuando una venta de pánico provocó la caída del mercado de valores, eliminando a miles de inversionistas que habían pedido préstamos.

90 días de suspensión de aranceles dio ayer Trump a los países que no aplicaron represalias a EE.UU.

1930 en mayo de ese año EE.UU. aprobó el paquete completo de aranceles llamado Ley Smoot-Hawley.