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Catalina Medel, vocera de las familias de 7 pescadores desaparecidos en Coronel:

"Lo que me da paz es pensar que se fueron haciendo lo que amaban"

Tras aceptar la muerte de sus seres queridos, 6 familias del Maule se mantienen apostadas en Talcahuano con la única esperanza de encontrar los cuerpos de los tripulantes y poder tener su duelo.
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karlyng.silva@diarioelsur.cl

"Nosotros nos cuestionamos y decimos ¿cuánto vamos a esperar? ¿En qué punto vamos a parar? Obviamente nos aferramos a la idea de que están en algún lado, que están ahí, todos juntos… pero existen muchas posibilidades de que no los encontremos nunca y eso lo sabemos, pero como familia nadie quiere dejar de buscarlos".

Las palabras de Catalina Medel -hija del patrón de la lancha maulina- representan el sentir de más de 30 personas, padres, hermanos, hijos y amigos que desde el mismo domingo 30 de marzo decidieron apostarse en las afueras de la Gobernación Marítima de Talcahuano, todos ellos con la esperanza de encontrar los cuerpos de los 7 tripulantes de la lancha a motor "Bruma".

Cuando la Capitanía de Puerto avisó a los familiares en Constitución de la incomunicación con la tripulación de la lancha, rápidamente comenzó una procesión hasta Talcahuano, donde se ha concentrado el puesto de mando de la búsqueda marítima y donde se han comunicado los hallazgos, pero también se mantiene un espacio con las fotos de Jonathan Torres Saldaña, Carlos Hugo Escárate Ramírez, Julio Gallardo Díaz, José Carrasco González, Juan Muñoz Balladares, el patrón de la lancha, José Medel González, y su hijo José Medel Sepúlveda.

Cansancio acumulado

"Cuando pasó el accidente, el domingo en la noche le dije a las chiquillas "necesito que cada una vaya a buscar un bolso para sus papás, porque yo me los traigo de vuelta". Ese fue mi pensamiento, pero cuando llegamos aquí no era lo que pensábamos, no pillamos la balsa de emergencia, no los pillamos a ellos y así se han alargado los días, la gente está cansada, pero obviamente nos quedamos hasta tener alguna respuesta, que pillemos algo", dice Catalina.

Familias del mundo de la pesca artesanal se han convertido en uno de los apoyos fundamentales, dando alojamiento en cabañas y en sus propios hogares en diferentes caletas de la zona. Los primeros días habían 2 familiares por pescador desaparecido esperando frente a la Gobernación, pero con el pasar del tiempo más familiares se han sumado y hoy hay alrededor de 30 personas como punto fijo.

Desde el lunes pasado, temprano por la mañana llegan hasta Talcahuano, algunos familiares, sobre todo mujeres, madres, hijas y hermanas, vuelven a Constitución porque tienen a sus hijos pequeños. Con algunas sillas y un toldo afuera de la Gobernación, pasan el día dándose apoyo, reciben llamadas de la Capitanía de Puerto, los citan constantemente a declarar, también a reuniones para actualizar la jornada de búsqueda.

Agradecen a la Municipalidad de Talcahuano que ha colaborado con la alimentación para cada jornada, hasta que entrada la noche se retiran y sin poder descansar realmente, vuelven a la misma dinámica, donde el cansancio se acumula, pero la esperanza se mantiene.

Búsqueda

¿Hasta cuándo buscar? A esta pregunta Catalina dice que la fe es ahora lo único que los mueve. "Si no los pillamos con el ROV que gestionamos de forma particular como gremio y ellos están ahí, el Cabo de Hornos sí o sí los va a encontrar". La Armada extendió la búsqueda hasta el domingo y el sábado llegará el buque científico para apoyar la rebusca en el último punto donde se detectó al Bruma y donde, se presume, fue colisionado.

"En estos momentos lo que me da paz es pensar que los pilló durmiendo, que no sintieron nada, que se fueron en el sueño. Si es así, se fueron haciendo lo que amaban, en el lugar que amaban. Mi papá siempre dijo: al mar hay que tenerle respeto, porque da y quita, a nosotros nos dio, pero también nos ha quitado y harto, entonces lo único que pedimos es que la mar los devuelva", dice Catalina.

Aunque la investigación continúa, ver cómo quedó la lancha, el nivel de daño de la proa, los antecedentes de ubicación, pero sobre todo el hallazgo de la balsa de emergencia sin activar, han sido parte del duro proceso de admitir la muerte de sus familiares.

"Como familia de pescadores, uno sabe que algún día quizás no vuelvan. Todos lo sabemos y cuando nos enteramos de esto pensamos en muchas cosas que pudieron pasar, pero yo nunca me imaginé que un barco los iba a matar, porque eso es lo que pasó. Todos sabemos que esto no fue un accidente y por lo mismo han sido días cansadores, porque están las pruebas claras, ya tienen el barco y uno dice ¿qué más están esperando para que los tomen presos? ¿para que se haga algo de justicia?".

Las condiciones climáticas en los últimos días no han sido favorables para la búsqueda, cada vez que esta se realiza de forma superficial para las familias se siente como un día perdido, sobre todo porque al ser gente de mar entienden que cada día es crucial por cómo actúan las corrientes submarinas.

"En realidad, ahora la única esperanza es pillar los cuerpos para poder darles una sepultura, creo que eso nos falta para poder comenzar a vivir nuestro duelo de una forma más tranquila, porque la verdad es que este dolor no se va a ir nunca. Si los encontramos va a ser difícil, a veces pienso que quizás Dios no quiere que los encontremos por las condiciones en las que van a estar, pero es muy distinto tener un lugar donde ir a dejarles una flor o poder llorarlos, a no saber nada de ellos, porque al final siempre nos vamos a cuestionar ¿Debí buscar más tiempo? ¿Debí insistir?", dice Catalina mientras se encoje de hombros en medio de otro día esperando novedades.

Apoyo desde el mundo pesquero

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De norte a sur, en prácticamente cada localidad costera, la gente que se dedica a la pesca artesanal ha organizado velatones, muestras de afecto y apoyo a las familias que no desisten en la búsqueda de sus seres queridos desde Coronel.

José Carrasco, Julio Gallardo, Carlos Escárate, Jonathan Torres y Juan Muñoz, son cinco de los tripulantes que estaban a bordo del "Bruma" la noche del sábado 29 de marzo, la mayoría estaba trabajando junto a José Luis Medel desde hace unos 8 años, Jonathan Torres era de hecho uno los pescadores que se había integrado más recientemente a la embarcación.

En los últimos días la comunidad de Constitución ha relevado las historias y recuerdos de cada uno de ellos, algunos con su afición al fútbol y participación en clubes locales, otros provenientes de un linaje de pescadores e incluso historias de amor que los llevaron al mundo de la pesca.

Con ese mismo recuerdo, el martes 8 de abril la comunidad de Constitución realizó una ceremonia por la tripulación, pero especialmente por José Medel Sepúlveda, quien habría cumplido 31 años siguiendo su sueño y el oficio que su padre José Medel González le enseñó desde pequeño.

Ante la presión social que presume la responsabilidad del buque Cobra

Gerente de Blumar llamó a empatizar con tripulantes de la embarcación investigada

Gerardo Balbontin, gerente general de la compañía detalló en qué forma se ha desarrollado la investigación y las distintas medidas que han adoptado para esclarecer lo ocurrido el 30 de marzo.
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Además de las acciones y medidas desplegadas para colaborar en la búsqueda de los pescadores desaparecidos del "Bruma"; la empresa Blumar dispuso de apoyos psicológicos para la familia de Juan Sanhueza, tripulante también desaparecido pero de la embarcación Cobra (que se investiga por una presunta colisión con la lancha siniestrada); así como al resto de los trabajadores del navío por la presión social que se ha generado a propósito del caso.

Gerardo Balbontin, gerente general de la compañía indicó que la tripulación sintió un ruido que en ningún caso relacionaron a un choque, lo que hasta el momento también habría sido declarado al menos a la Fiscalía en el marco de la investigación que busca aclarar lo ocurrido la madrugada del 30 de marzo en la bahía de Coronel.

Tras escuchar este ruido, que fue atribuido a alguna situación interna del navío, el Cobra siguió su faena de pesca, junto a 3 o 4 barcos en la zona. No fue hasta el día lunes que a la embarcación se le da la instrucción de volver a puerto.

"Hasta ese momento, ni la tripulación ni la compañía tenían conocimiento de que el barco podían estar sujeto a ser de interés para la investigación (...) El barco llegó, se puso a disposición de la Fiscalía, la Fiscalía se subió a bordo. El primer interrogatorio fue a bordo, apenas llegó la embarcación a puerto y que ni siquiera llegó al muelle, sino que se fondeó", sumó el gerente.

A pesar de que la misma Fiscalía ha llamado a la prudencia en marco de la presunción de inocencia, Balbontin dijo que "hay que empatizar con gente de mar, muchos de ellos tienen raíces y familia de pescadores artesanales que hoy están siendo prejuzgados en forma anticipada".

En este contexto, la empresa dispuso de apoyo psicológico para los tripulantes, fijando una sesión para el día viernes 4 de abril, previo a declarar ante la PDI en horas de la tarde. Todos quienes estaban a bordo del Cobra habrían desayunado juntos y aunque había un furgón que los llevaría, Sanhueza dijo que iría por su cuenta y abordó un bus, siendo el último registro que se tiene de él.

El gerente reiteró que la tripulación se encuentra bajo una alta presión, por lo que se mantiene el apoyo para lidiar por una parte con la investigación, pero también por la presión social. Se mantiene también desplegado un equipo de búsqueda para dar con el paradero de Sanhueza.

Mientras tanto, el buque se encuentra en arraigo sin posibilidades de zarpar. "Y si es que la autoridad lo requiere de subir el buque a un dique para poder hacer inspecciones del casco, sin duda que se va a subir a dique", agregó el gerente.

3 embarcaciones están siendo periciadas en el marco de la investigación por los daños de la lancha a motor "Bruma"