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Se analizan datos de electrocardiogramas

Inteligencia artificial para calcular la edad biológica del corazón ayuda a detectar el riesgo de mortalidad

Un equipo de investigadores de Corea del Sur presentó en el congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) un algoritmo que predice la salud cardiaca.
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PorEfe

El corazón tiene una edad cronológica (la de la persona) pero, según su funcionamiento, tiene también una edad 'biológica'. Así, alguien de 50 años con mala salud cardíaca puede tener una edad biológica de 60 años, y otra de 50 con buena salud cardíaca puede tener una biológica de 40.

Saberlo es importante para prevenir enfermedades y para identificar a las personas con mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares y mortalidad.

Un equipo de investigadores de Corea del Sur presentó en el congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) un algoritmo que predice la edad biológica del corazón.

El equipo lo logró tras usar inteligencia artificial (IA) para analizar datos estándar de electrocardiogramas (ECG) de 12 derivaciones (permite visualizar la actividad eléctrica del corazón) de medio millón de personas.

La edad clave

"La investigación demostró que cuando la edad biológica del corazón superaba siete años la edad cronológica, el riesgo de mortalidad por todas las causas y de eventos cardiovasculares adversos mayores aumentaba bruscamente", adelanta Yong-Soo Baek, del Hospital Universitario Inha, en Corea del Sur.

"Por el contrario, si el algoritmo estimaba que el corazón biológico era siete años más joven que la edad cronológica, se reducía el riesgo de muerte y de eventos cardiovasculares adversos mayores", añade.

Además, "utilizar la IA para desarrollar algoritmos de este modo introduce un posible cambio de paradigma en la evaluación del riesgo cardiovascular", apunta el investigador y autor principal del estudio.

Poder predictivo

El estudio evaluó las capacidades pronósticas de un algoritmo basado en el aprendizaje profundo que calcula la edad cardíaca del ECG biológico (edad cardíaca del ECG AI) a partir de ECG de 12 derivaciones, comparando su poder predictivo frente a la edad cronológica tradicional para la mortalidad y los resultados cardiovasculares.

Se desarrolló y entrenó una red neuronal profunda en un conjunto de datos sustancial de 425.051 ECG de 12 derivaciones recopilados durante quince años, y después se validó en una cohorte independiente de 97.058 ECG y se realizaron análisis comparativos entre pacientes de la misma edad y sexo.

En los modelos estadísticos, una edad del corazón en el ECG de IA superior en siete años a la edad crónica del corazón se asoció con un aumento del riesgo de mortalidad por todas las causas del 62% y, por el contrario, una edad del corazón en el ECG AI siete años inferior a su edad cronológica redujo el riesgo de mortalidad por todas las causas en un 14%.

Sin embargo, advierte Baek, "es crucial obtener un tamaño de muestra estadísticamente suficiente en futuros estudios para corroborar más estos hallazgos. Este enfoque mejorará la solidez y la aplicabilidad del ECG de IA en las evaluaciones clínicas de la función y la salud cardíacas".

"La edad cardíaca biológica estimada mediante inteligencia artificial a partir de electrocardiogramas de 12 derivaciones está fuertemente asociada con un aumento de la mortalidad y los eventos cardiovasculares, lo que subraya su utilidad para mejorar la detección precoz y las estrategias preventivas en la atención sanitaria cardiovascular", subraya Baek.

Este estudio confirma el potencial transformador de la IA para perfeccionar las evaluaciones clínicas y mejorar los resultados de los pacientes, concluyen los autores.

Riesgo de insomnio aumenta 59% con una hora de pantalla después de acostarse

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P ese a su relevancia para la salud, muchos adultos y adolescentes no duermen lo suficiente y cada vez son más quienes usan las pantallas en la cama, un hábito que va en la dirección contraria. Según un estudio publicado en la revista científica Frontiers in Psychiatry, ver dispositivos una hora tras acostarse eleva el riesgo de insomnio en 59%, lo que reduce el tiempo de sueño en 24 minutos, de acuerdo a una encuesta realizada a 45.202 adultos jóvenes en Noruega.

El estudio puntualiza que las redes sociales no son más perjudiciales que otras actividades frente a una pantalla. "El tipo de actividad frente a una pantalla no parece importar tanto como el tiempo total que se pasa frente a una pantalla en la cama", afirma Gunnhild Johnsen Hjetland, del Instituto Noruego de Salud Pública y autora principal.

Se cree que el uso de pantallas afecta al sueño de cuatro maneras: las notificaciones perturban el sueño, el tiempo de pantalla sustituye al tiempo de sueño, las actividades de pantalla mantienen despierto por lo que se tarda más en dormir, y la exposición a la luz retrasa los ritmos circadianos.

"Los problemas de sueño son muy frecuentes entre los estudiantes y tienen implicaciones significativas para la salud mental, el rendimiento académico y el bienestar general, pero los estudios anteriores se han centrado principalmente en los adolescentes", explica Hjetland.

Los investigadores quisieron explorar la relación entre las pantallas y los patrones de sueño. Pidieron a los participantes que dijeran si utilizaban pantallas después de acostarse y por cuánto tiempo; después les pidieron que especificasen para qué las usaban (ver series o películas, juegos, redes sociales, navegar, escuchar audio como podcasts o leer material relacionado con los estudios).

También debían decir a qué hora se acostaban y levantaban, cuánto tardaban en dormirse, con qué frecuencia tenían problemas para conciliar el sueño o para permanecer dormidos, con qué frecuencia se sentían somnolientos durante el día y cuánto tiempo persistían sus problemas de sueño.

El equipo clasificó las respuestas en tres categorías: una en que los participantes decían que sólo utilizaban las redes sociales, otra en que no mencionaban las redes sociales y otra en que seleccionaban varias actividades, incluidas las redes sociales.

El grupo concluyó que las pantallas reducen el tiempo de sueño porque desplazan el descanso, no porque aumenten la vigilia: se esperaría que diferentes actividades afectaran a la vigilia de manera diferente. Creen, no obstante, que dado que el estudio se centra en una sola cultura, podría haber diferencias notables en la relación entre el uso de pantallas y el sueño a nivel mundial.

Además, para comparar el uso de las redes sociales con otras actividades en pantalla, algunas actividades que podrían tener efectos diferentes sobre el sueño -como escuchar música o jugar- se agruparon en una única categoría.

"Este estudio no puede determinar la causalidad, por ejemplo, si el uso de pantallas causa insomnio o si los estudiantes con insomnio utilizan más las pantallas", señala Hjetland, y tampoco incluyó evaluaciones fisiológicas, que "podrían aportar datos más precisos sobre los patrones de sueño", concluye.

Desarrollan una estrategia para reducir la resistencia a antibióticos de una superbacteria que es el más peligroso de los estafilococos

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Un equipo internacional de investigadores logró desarrollar una nueva estrategia, que ya han probado en modelos animales, para reducir la resistencia a los antibióticos de una 'superbacteria" (el patógeno 'Staphylococcus aureus') responsable de muchas infecciones con una alta incidencia hospitalaria.

Científicos del Instituto de Química Física Blas Cabrera y de la Universidad de Notre Dame (Indiana, EE.UU.) identificaron un compuesto que bloquea la capacidad de esa bacteria para sobrevivir a los antibióticos, informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

Este patógeno está considerado como una superbacteria debido a su capacidad para desarrollar mecanismos que le permiten esquivar la acción de múltiples antibióticos, un fenómeno que se conoce como resistencia, y que dificulta el tratamiento de las infecciones que causa, algunas de ellas potencialmente mortales.

En particular, las cepas de 'Staphylococcus aureus' resistentes al antibiótico meticilina son especialmente problemáticas porque han extendido su resistencia a una amplia gama de antibióticos, lo que hace que sean difíciles de combatir, especialmente en entornos hospitalarios.

Este nuevo compuesto, ahora sintetizado y basado en bencimidazol -utilizado habitualmente para combatir parásitos gastrointestinales y hongos- ha sido seleccionado entre 11 millones de moléculas candidatas por su capacidad para bloquear una proteína clave de este patógeno, que pone en marcha el mecanismo que inactiva a los antibióticos utilizados para combatirla.

La combinación del nuevo compuesto, junto con los antibióticos oxacilina y meropenem se ha mostrado eficaz para bloquear el mecanismo de resistencia de la bacteria y acabar con la infección en modelos de ratón, validando así la potencialidad de esta estrategia terapéutica innovadora como modelo para desarrollar terapias similares frente a otras bacterias resistentes.

STAPHYlLOCOCCUS AUREUS

En la actualidad, la resistencia de 'Staphylococcus aureus' a múltiples antibióticos, entre ellos la penicilina, complica significativamente el tratamiento, aumentando la mortalidad y los costos sanitarios asociados.

Pero esta investigación, publicada en la revista Nature Chemical Biology, ofrece una vía para permitir de nuevo el uso de estos antibióticos, durante mucho tiempo eficaces contra esta bacteria, que actualmente no pueden utilizarse contra cepas resistentes de este patógeno responsable de infecciones que van desde afecciones cutáneas hasta neumonías y septicemias.

Los investigadores llegaron a una etapa preclínica testando el nuevo compuesto, después de comprobar que funciona en 40 cepas resistentes de 'Staphylococcus aureus' resistente y de probarlo en ratones, donde se ha mostrado muy eficaz.

La resistencia a los antibióticos es una de las principales amenazas para la salud pública a nivel mundial y compromete la capacidad de prevenir y tratar enfermedades infecciosas, poniendo en riesgo procedimientos médicos como intervenciones quirúrgicas y aumentando la mortalidad, según ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Europa, por ejemplo, esa superbacteria es una de las principales causas de infecciones hospitalarias que generan complicaciones graves.

Opinión

Ciudades séniors

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Al 2080, la Organización Mundial de la Salud proyecta que habrá más personas de 65 años en el mundo que menores de 18. El mundo envejece y resulta necesario que los lugares que habitamos sigan adaptándose cada vez más a personas de la tercera edad, a quienes deberemos facilitarles los desplazamientos, el encuentro en espacios públicos, el acceso a servicios de salud y una mejor estadía en sus viviendas.

Es recomendable entonces contar con infraestructura pública y equipamientos destinados a la autovalencia de la población sénior. Se trata de espacios de encuentro intergeneracional destinados a ellos, donde pueda haber actividades de recreación, de necesaria conversación y deporte. También se requiere que plazas y parques estén bien equipados y accesibles, con veredas rebajadas y mobiliario urbano para estar a la sombra o protegidos de la lluvia.

La idea es seguir fomentando la accesibilidad universal, donde los nuevos edificios públicos deben tener áreas de ingreso para sillas de ruedas, coches y personas que caminan lentamente. La idea es que se fiscalice la implementación de estos accesos.

Hay ya muy buenos avances en estaciones de Metro y nuevos buses rebajados, pero la norma chilena de ruta accesible debe seguir extendiéndose a veredas, paraderos y edificios privados, como también a empresas que atienden público e integran a usuarios con movilidad reducida.

En los conjuntos de vivienda, como se ha hecho, se priorizan los primeros pisos para personas de la tercera edad facilitando su acceso, existiendo además hoy proyectos de integración social que al superar los cuatro pisos de altura, han incorporado rampas y ascensores.

Así, deben continuar materializándose centros de acogida públicos y privados, considerando los nuevos formatos de familias e individuos, en el júbilo que pretendemos lograr para nuestros últimos años de vida.

En paralelo, algo tan básico como la iluminación pública se hace indispensable en todos los barrios, pero también sistemas naturales diurnos o artificiales al interior de los inmuebles son clave pensando en que logremos una visión óptima.

En un país que envejece -a lo que suma una bajísima natalidad-, caminamos forzosamente hacia estos nuevos formatos de convivencia, con programas y proyectos en la ciudad, que beneficiando a unos termina beneficiando a todos, asunto que debemos resolver hoy.

Alberto Texido

Académico FAU U. Chile, Consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura