Por Francisca Pacheco Pérez

Una temporada estival sin incidentes en las playas habilitadas que se emplazan entre Lirquén y Tomé, pero en la que se constató un aumento de la venta de alcohol y algunas conductas de riesgo por parte de los bañistas, es parte del balance que se realizó desde la Capitanía de Puerto que abarca este sector, tras cumplirse poco más de una semana tras el fin de este periodo, que cerró el 15 de marzo.

Durante estos tres meses fueron siete las que operaron bajo su jurisdicción: Penco, Arenas Negras, Lirquén, Morros de Coliumo, Bellavista, Dichato y El Morro; y su habilitación contempló un despliegue conjunto con los municipios para la gestión de estos espacios, con el fin de ofrecer mayores garantías de seguridad, por ejemplo, a través de la contratación de equipos salvavidas y disponibilización de implementos médicos para eventuales emergencias.

En tanto, desde las Municipalidades de Penco y Tomé destacaron un importante incremento de turistas, y también se desarrollaron diversos eventos en las zonas costeras que culminaron con normalidad.

Sin embargo, durante estos meses estivales se constató el deceso de dos bañistas que acudieron a sectores no habilitados para el baño correspondientes a estas comunas, accidentes que además estarían vinculados al consumo de alcohol.

Conductas de riesgo

El capitán de Puerto Lirquén-Tomé Francisco Requena explicó que "no tuvimos emergencias marítimas en las que tuvimos que desplegar medios, pero sí dentro del control de las playas aptas los salvavidas tuvieron una presencia oportuna con algunos bañistas que salían de los límites y lograron evitar hartos accidentes".

Principalmente, fueron veranistas de entre 20 a 30 años los que realizaron más actos temerarios en las costas; y de entre 30 a 40 años, en menor medida, dijo.

En gran parte, estas acciones estuvieron motivadas por la ingesta de bebidas alcohólicas, cuyo consumo se evidenció a nivel zonal. Y a diferencia de la temporada pasada, que no registró decesos, en esta ocasión fueron dos los bañistas fallecidos, específicamente tras acudir a playas no aptas para el baño de Lirquén y Cocholgüe, las cuales no están reguladas por las autoridades y, por ende, no ofrecen con condiciones de seguridad.

Sobre este primer accidente, el alcalde de Penco Rodrigo Vera precisó que "esto estaba fuera del área remarcada por las boyas, en el sector de roqueríos, y lamentablemente Carabineros nos indicó que esta persona estaba en estado de ebriedad".

Más allá del consumo, también se observó una tendencia al alza en la comercialización de bebidas alcohólicas. Ante esto, la autoridad marítima indicó que "tuvimos una permanencia nocturna en las playas de Penco y Dichato, donde mensualmente tuvimos más de más de 80 partes por la Ley del Alcohol y también por la venta ilegal de este".

Un punto de venta de estos productos fueron las denominadas playas solaneras. Ahí "es complicado detectar a los vendedores, debido a que cuando la patrulla de policía marítima llega al sector estas personas desaparecen y se avisan", relató.

Por otro lado, desde las municipalidades que abarcan esta área realizaron un balance positivo.

El director de Turismo de la Municipalidad de Tomé Horacio Hernández declaró que la accidentabilidad fue nula, pese a que sí se realizaron rescates.

El trabajo fue efectivo "en términos de seguridad, alojamiento, ocupación de playas, gastronomía, la gran mayoría de eventos contaron con gran participación, hubo muchos nuevos visitantes y se generó un incremento de turistas argentinos", expresó.

Entre los recursos dispuestos, este año además se sumaron tablas especiales para el rescate marítimo, agregó el funcionario.

Por su parte, en Penco se habilitó desde Playa Negra hasta Lirquén, y recibieron más de 120 mil visitantes, cifra que duplica a la del periodo 2023-2024. El alcalde Rodrigo Vera, aseguró que "lo que llevó esto fue claramente la limpieza de las playas, generamos un plan; y también la habilitación de 300 estacionamientos, seguridad tanto con la Armada en el borde costero y con Carabineros en la plaza y toda la costanera".

Fin de la temporada

El capitán de Puerto sostuvo que permanecerá la presencia en el borde costero, sobre todo durante los fines de semana. "Tenemos planificaciones semanales de patrullaje a distintos sectores de la jurisdicción, enfocado más en los lugares que sabemos que la gente habitúa a ir en la noche a ingerir alcohol", afirmó.

Pero más allá de la infracción a la Ley de Alcohol y a la Ley de Estupefacientes, advirtió que a partir del pasado 15 de marzo las zonas costeras que fueron habilitadas ya no cuentan con garantías de seguridad.

Por ello, "se hace el llamado a tener un autocuidado y no ingresar al sector de baño en el mar, no se puede debido a que las condiciones de una reacción inmediata hacia una persona que está en un clima de inmersión se van a demorar, entonces tenemos que despegar los medios de distintos lados para poder llegar sobre todo los lugares más lejanos", advirtió.

El pasado 21 de febrero una surfista falleció al ser atropellada por una lancha de pescadores artesanales en Cobquecura.

Con el fin de evitar nuevas tragedias, la autoridad marítima informó que se avanza en la elaboración de un protocolo de seguridad para promover la coexistencia de ambas actividades en la zona, en conjunto con el Sindicato de Pescadores y los surfistas.

"Las directrices van enfocadas en delimitar el sector de desvarado en la playa, pues las condiciones geomorfológicas del fondo marino van cambiando de acuerdo a las características meteorológicas", precisó el capitán Francisco Requena.

"El protocolo indica que los pescadores deben señalizar con banderines, antes de que salgan, dónde van a hacer la maniobra, y tiene una alerta en base a sirenas y balizas que avisarán para que los surfistas se dirijan a un lugar seguro", agregó.

Se estima que esta norma entre en vigor -a más tardar- a fines de abril, y prontamente será revisado por las partes involucradas para realizar posibles sugerencias.

Cabe señalar que esta norma estará sujeta a sanciones ante su incumplimiento, aseguró la autoridad marítima.

Se dio inicio al contrato de construcción del "Frente Atraque Caleta Quidico" en Tirúa, una obra que mejorará las condiciones de operación de la pesca artesanal. Con esto se busca garantizar un acceso más eficiente y seguro para las embarcaciones y trabajadores del sector.

Esta obra contempla una inversión de $3.916.781.000 y está enmarcada en el Plan Buen Vivir, siendo ejecutada por el Ministerio de Obras Públicas a través de su Dirección de Obras Portuarias.

El seremi Hugo Cautivo puntualizó que "va a mejorar la calidad de lo que significa hoy día la infraestructura que se tiene acá con una inversión cercana a los 4 mil millones de pesos. Esto le va a cambiar el rostro a Quidico, va a ser un punto de atracción, un punto de venta importante, aportando al desarrollo de la comunidad, aportando al desarrollo de la comunidad de Tirúa".

El coordinador regional del Plan Buen Vivir en Biobío, Juan Recabarren, subrayó el proceso de trabajo de priorización junto al territorio: "Lo que se ha ido dando es una priorización de proyectos, como este, como el Frente de Atraque Quidico, que es una priorización porque está anhelado por la comunidad, porque es una inversión que viene a contribuir en el territorio, y porque además proyecta futuro, proyecta futuro no solamente para la caleta, sino que para la comuna en su conjunto en términos de actividad económica".

Actualmente, la caleta de Quidico enfrenta dificultades para la carga y descarga de productos pesqueros, así como para el varado de las embarcaciones artesanales, debido a la falta de infraestructura adecuada y a la dinámica sedimentológica del sector.

El proyecto contempla la construcción de un frente de atraque de 40 metros de longitud con chaza en tres niveles, una explanada de trabajo de aproximadamente 900 metros cuadrados, una rampa de acceso a la playa de 20 metros de ancho y un camino de acceso de 300 metros desde la explanada hasta La Puntilla. Además, se implementará protección costera mediante escollera.

40 metros de longitud tendrá el frente de atraque, con una chaza de tres niveles y una explanada de trabajo de 900 metros cuadrados.

El municipio de Concepción sumó nuevos equipos para realizar podas preventivas. Se trata de un camión con mayor altura de alcance, otro tolva y una chipeadora para poder despejar luminarias y señales de tránsito, además de evitar accidentes provocados por el desganche de ramas.

El alcalde Héctor Muñoz señaló que "tenemos un problema de podas en la comuna desde hace muchos años, nos indicaban que se realizaban entre 4 mil a 5 mil podas anuales, de un total de 65 mil árboles que tiene aproximadamente Concepción (...) No se tenía la capacidad, este año con el nuevo camión que contratamos, que llega a 22 metros, vamos a podar árboles de mayor altura y riesgo, para evitar accidentes. Esto es para atender la urgencia, ya que queremos regularizar este tema para generar la cantidad de podas que la comuna necesita".

La programación, en una primera etapa, considera la poda de 192 árboles en calles del centro de Concepción, como Barros Arana, Freire, Janequeo, Rengo, Caupolicán, Aníbal Pinto, Colo Colo y Castellón en distintos tramos.

"Con esto vamos a abordar los árboles que tienen más de 13 metros, porque con los camiones que teníamos podíamos hacerlo hasta esa altura, esto nos permitirá rebajar la copa de los árboles más altos y frondosos (...) la especie que más se desengancha son los liquidambar y a eso queremos apuntar" dijo la ingeniera forestal del municipio, Daniela García.