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Elisa Rodríguez solista en "Concierto n°1 para violonchelo" de Edward Elgar

Chelista española presentará intensa obra en "Sinfónico 1"

Bajo la dirección del maestro Luis Toro Araya el inicio de temporada de la Orquesta Sinfónica UdeC, también suma a Brahms y al chileno Tomás Brantmayer.
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Por Sebastián Grant Del Río

Desde la Orquesta Sinfónica UdeC cuentan que la última vez que interpretaron el "Concierto N°1 para violonchelo" de Edward Elgar (1919), en 2012, con la violonchelista británica Natalie Clein, como invitada estelar.

Más de una década después la intensa y emotiva propuesta del compositor inglés tendrá en el escenario a la española Elisa Rodríguez, en lo que será su debut como solista junto a los 56 integrantes del cuerpo docto penquista.

Como parte del inicio de la temporada 2025, el "Sinfónico 1", el programa también considera la "Sinfonía 1" de Brahms, para cerrar con "Plegaria" del compositor chileno Tomás Brantmayer, quien esta temporada realizará una residencia artística para realizar tres obras.

Como ya es costumbre desde el año pasado, la doble jornada de este inicio del año, bajo la batuta del maestro Luis Toro Araya, está contemplada para hoy y mañana, desde las 19 horas, en el Teatro UdeC (entradas disponibles en el sistema Ticketplus y en la boletería de la sala de calle O'Higgins).

La obra y su contexto

Con residencia en Santiago (2019), la violonchelista española, confirmó que la presente es una propuesta sonora de gran potencia, lo cual se explica en que se trata de una obra creada después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), teñida de mucho dolor y sufrimiento. "Desde la emocionalidad es muy intensa, con partes muy dulces, otras expresivas y desgarradoras, pero siempre desde la nobleza del sonido", resume quien inició sus estudios a los siete años en el Conservatorio de Música de Irún, ciudad española.

Por lo mismo, sostiene la artista, es que fue compuesta para violonchelo, instrumento que -según ella- puede conseguir este color dramático.

"Logra captar todos los rincones del corazón, tanto del intérprete como del público", resume Rodríguez, quien durante su carrera ha sido violonchelista principal en orquestas, como la Yale Philharmonia Orchestra, la Round Top Music Festival Orchestra y la Krzysztof Penderecki Music Academy Orchestra.

Con jornadas de ensayos desde el lunes, comentó que se ha sentido cómoda con los colegas de la Sinfónica. "Son bien amables, muy reactivos también. Este concierto no es tan sencillo de acompañar, tienen muchos cambios, de carácter y de velocidad distintos, entonces, cuesta un poquito, pero la Orquesta la ha hecho. Entonces, el resultado del proceso de estos ensayos ha sido súper bueno, ya que he podido captar y seguirles su estilo", señala quien luego de Iru´n siguió perfeccionándose en el Conservatorio Francisco Escudero, de San Sebastián, para luego irse a Yale, primero, y luego a Boston, en Estados Unidos.

- ¿Cuál es la sensación que tiene frente a este debut en la ciudad?

- Bueno, la de Concepción es una de las mejores orquestas de Chile, diría yo. Cada una tiene su estilo, carácter y trabajan distinto. Como las personas, que tenemos todas nuestras mañas y preferencias, las orquestas son, al final, un gran humano. Y, bueno, me encuentro muy contenta de venir aquí por primera vez y compartir con la Sinfónica UdeC y tocar con uno de mis conciertos favoritos, también. Así que, muy contenta y emocionada, yo creo que van a salir muy bien los conciertos de mañana (hoy) y de pasado (sábado).

- Una obra compuesta en tiempos de guerra, un contexto fuerte.

- Mira uno puede entenderla un poco desde el contexto en el que fue escrita. Todo el dolor, la angustia, la desolación del momento, que Elgar (1857-1934) plasma en este concierto. Pero yo creo que al final -también- las personas, cada uno tenemos nuestra historia, nuestros sentimientos, que no siempre, se pueden convalidar realmente con lo que pasó. Claro yo no estuve en ese momento en el que Elgar lo escribió Entonces, obviamente me lo puedo imaginar, pero también yo creo que, de alguna forma, cada intérprete y cada músico se relaciona con la pieza de una forma personal, además del contexto en el que puede haber sido escrita (Jacqueline du Pré lo tocó de manera memorable en los años 60). La verdad es que es tan intensa con un rango de emociones tan de cero a 100 en todos los movimientos.

La ocasión para volver a una obra seminal

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La tercera obra del programa "Plegaria", es una compositor chileno Tomás Brantmayer. Estrenda originalmente por la agrupación docta en 2016, será ahora revisitada con la mirada de su propio creador, como compositor residente en una temporada que contará con tres propuestas de su autoría y el estreno mundial de una de ellas a fin de año.

"Ser compositor residente es un gran privilegio y una felicidad, no sólo por el hecho de trabajar durante un tiempo extendido con una Orquesta de tan alto nivel, también porque mi primera colaboración fue con 'Plegaria', la semilla de mi viaje como compositor sinfónico", destacó el músico, para quien trabajar con Luis Toro y la orquesta de la casa de estudios, significa una instancia de reencuentros. "Y de revisitar nuestro trabajo, un gran espacio de experimentación y de seguir soñando nueva música", apuntó Brantmayer.

Fue crítica con el edadismo

Primera supermodelo de la historia de la moda: "Me sigo viendo estupenda a los 75"

A propósito de un documental sobre su vida, la icónica Twiggy reflexiona sobre su legado como pionera en la industria.
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Dame Lesley Lawson, más conocida como Twiggy, considerada la primera supermodelo de la historia de la moda, asegura que sigue viéndose bella pasados los 75 años, y que le apena que la presión estética y el edadismo no permitan a otras de su generación sentirse igual de bien.

Twiggy, que promociona por estos días el documental que lleva su nombre, dirigido por Sadie Frost, quien ya homenajeó en la gran pantalla a otro nombre propio de la moda británica sesentera, Mary Quant, se muestra satisfecha del ejercicio de memoria, aunque lamenta que todavía sea la norma "opinar sobre los cuerpos de las mujeres".

"Desgraciadamente hay mujeres que dejan de verse bien con los años, pero eso no es culpa suya, claro, es culpa de la sociedad", afirma rotunda a Efe mientras abre los mismos ojos azules que decoraba desde sus inicios con falsas pestañas de eyeliner para emular a una de sus muñecas con solo 16 años.

"Pasé del colegio a desfilar en París y Nueva York. En realidad, tuve mucha suerte", afirma Twiggy, quien deja claro que, pese a todo, y como se narra en el documental, no todo en su vida ha sido un cuento de hadas.

"Ya eran delgadas"

Twiggy, que recibió de su hermana por primera vez este apelativo por sus piernas de palillo que parecían "ramitas" de árbol, explica que ha escuchado "muchas veces" en su vida la acusación de que era extremadamente delgada y de que fue ella quien inauguró la tendencia de cuerpos esqueléticos en revistas y pasarela.

"Pero eso no era así, ya había muchas chicas delgadas antes. Algunas muy famosas, como Audrey Hepburn sin ir más lejos", se defiende la exmodelo y actriz, quien pone énfasis en que su cuerpo era así por su juventud y que jamás hizo dieta.

De hecho, reflexiona, su delgadez era algo poco valorado hasta entonces en una industria y un momento en que las maniquíes y estrellas de Hollywood tenían curvas en su mayoría.

"Muchas mujeres se sentían identificadas conmigo porque yo parecía una chica común y corriente, con pecas, poco pecho y caderas rectas", añade.

Twiggy, como se apunta en el documental sobre su vida, también fue la primera modelo en cortarse el pelo y adoptar un aspecto andrógino que se anticipó décadas a las maniquíes más actuales, de estética no binaria.

'primera en empoderarme'

Twiggy explica que cuando empezó en el mundo de la moda "los fotógrafos eran los reyes" de cualquier sesión de fotos, y que fue ella la primera en poner en valor su trabajo como modelo y reclamar la valoración social y económica que le correspondía.

La exmodelo, que fue la primera maniquí en contar con un representante y sacar una línea de ropa, consiguió el foco público y la remuneración más alta hasta el momento, desfilando y haciendo sesiones de fotos por todo el mundo hasta conseguir el título de "primera supermodelo" de la historia.

"Creo que entonces no fui consciente, me di cuenta después. Era joven pero tenía determinación y no me iba a quedar callada, como en la entrevista con Woody Allen", rememora en relación a una escena del film que muestra cómo el cineasta neoyorquino intentó hacer de menos a la bella Twiggy preguntándole cuál era su filósofo alemán preferido para luego no ser capaz él mismo de nombrar ninguno.

En el documental 'Twiggy', firmado por Sadie Frost, figuras como Paul McCartney, Brooke Shields, Dustin Hoffman o Joanna Lumley ensalzan su figura como "ícono".

Para su hija, Carley Witney, que también participa con su testimonio, sin embargo, el gran legado de su madre pasa por "demostrar que las mujeres pueden hacer cosas maravillosas".

"Oh, cómo me emocioné al oírlo. Y es verdad. Somos maravillosas", coincide Twiggy.