Riesgos incendios forestales en otoño
Cuando faltan pocos días para comenzar el otoño, la Dirección Meteorológica de Chile advierte en su último boletín para la estación que se avecina que el pronóstico de lluvias desde la Región de Coquimbo hasta la Región de Aysén se muestra una condición bajo lo normal, lo cual sugiere que las precipitaciones al final del trimestre de marzo a mayo estarán por debajo de su rango climatológico.
A estas proyecciones se suman las de temperaturas, que advierten que habrá mínimas y máximas por sobre lo normal, un fenómeno que ya se ha evidenciado en las últimas dos semanas, cuando en el inicio de marzo se mantuvo el calor intenso a mediodía, pese a las mañanas un poco más frías.
Más allá de lo que implica este cambio de estación desde el punto de vista meteorológico e, incluso, sanitario por la propagación de virus respiratorios, lo cierto es que también las medidas destinadas a la prevención de incendios forestales son una preocupación central, que se suman a la necesidad de mantener los recursos destinados a la posible propagación de focos en la Región, en especial en aquellas zonas donde se mantiene el calor.
Si bien la temporada de incendios abarca todo el año para la Corporación Nacional Forestal, desde julio a junio debido a la sostenida sequía en el país, la concentración de recursos como aeronaves y la dotación completa de brigadas destinadas al combate del fuego se concentran entre noviembre y abril. Por ello, es habitual que durante los meses restantes, es decir, desde mayo a octubre, se mantenga una dotación más acotada pero permanente, la que se va completando cada fin de año también de forma progresiva.
Según Conaf, la mayor cantidad de incendios de la actual temporada en la Región del Biobío se han concentrado en los meses de enero y febrero, con 1.465 y 1.281 casos respectivamente, mientras que la gran mayoría inician en el rango horario de las 13 y 20 horas. En tanto, actualmente la región suma 5.100 hectáreas consumidas por el fuego, un 24% menos que la misma fecha en el año anterior.
De hecho, la estrategia del "golpe único" como parte del combate del fuego, que consta de una articulación para llegar rápido al foco del fuego y atacar mientras tenga la menor superficie posible para lograr controlarlo en las primeras horas, de tal forma que los recursos puedan mantenerse disponibles para otra eventual emergencia.
Sin embargo, si bien en la Región las temperaturas han comenzado a disminuir gradualmente, desde la Dirección Regional de Conaf se detalló hace pocos días que se estima que la llegada del otoño no traerá un cambio en las condiciones en las que se encuentra el material combustible que impulsa la propagación del fuego, por lo que pese al cambio de estación se mantiene la proyección de posibles incendios.
Es importante tener presente que ante la continuidad de las altas temperaturas se mantienen también las actividades al aire libre y muchos incendios comienzan por una acción negligente que se transforma en la afectación de superficies. Por las condiciones climáticas todavía adversas para el combate del fuego recién a fin de mes comenzarán las evaluaciones para desescalar la cantidad de recursos logísticos y humanos que se han desplegado durante la actual temporada estival.
Si hace algunod años los meses del verano concentraban la principal preocupación por incendios forestales, actualmente este periodo se extiende hasta bien entrado el otoño. "A mediados de abril uno podría esperar que se reflejen las condiciones climáticas de otoño e invierno, es decir, que aumenten las probabilidades de lluvia, la humedad relativa, bajen las temperaturas y todo eso colabora en que un eventual incendio pueda ser controlado de mejor manera", planteó el director regional de Conaf, Esteban Krause.
Por el contrario, aún en estas fechas, marzo y parte de abril se proyectan como meses complejos, ya que con temperaturas sobre los 30 grados en el valle y en otras zonas, sumado a la sequedad del combustible, hacen que los equipos de combate se mantengan en alerta. Se remarca que para esta desescalada de recursos tiene directa relación con el comportamiento del clima y es posible que el 15 de abril, es decir dentro de un mes, la cantidad brigadas y recursos que hay actualmente ya haya disminuido.
Por ello, la preocupación y las medidas de prevención por parte de la ciudadanía son todavía necesarias y deben ser consideradas por quienes realizan actividades al aire libre, especialmente en los días de altas temperaturas que se pronostican para los próximos días. La menor cantidad de siniestros y la buena estrategia aplicada por las autoridades deben seguir reflejándose en las estadísticas, para lo que es necesario que los habitantes de la Región también colaboren en las siguientes semanas.
Se estima que la llegada del otoño no traerá un cambio en las condiciones en las que se encuentra el material combustible que impulsa la propagación del fuego, por lo que pese al cambio de estación se mantiene la proyección de posibles incendios.