Gremios perciben lenta implementación de protocolos por Ley Karin desde las pymes
Esto, principalmente, por los recursos que requiere la creación de protocolos y otras gestiones. En general, visualizaron que existen pocas capacidades en la región, pero apuntan a que esto se revierta.
Desde la perspectiva de asociaciones gremiales que tienen presencia en la Región del Biobío, la Ley Karin ha sido una norma necesaria, pero cuya implementación ha enfrentado ciertos desafíos en la práctica, principalmente, el escaso apoyo que han recibido las pequeñas y medianas empresas locales para materializar procesos como la elaboración de los protocolos, así como la lentitud en las investigaciones.
Tras cumplirse un año desde su promulgación, el 5 de enero de 2024, y a 4 meses desde que inició, los líderes gremiales de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Asociación de Empresas del Biobío (ASEM) y de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), señalan que, pese a las diversas instancias de capacitación que impulsaron las autoridades para dar a conocer esta ley, la falta de recursos y condiciones para impulsarla, así como la centralización de los procedimientos y el desconocimiento de algunos trabajadores sobre las directrices de esta norma, son parte de las dificultades que notan en la práctica.
Algunas de estas asociaciones además han liderado asesoramientos y cumplido un rol difusor para promover su correcta aplicación y reforzar esta labor. No obstante, en general solicitan más apoyo del ente público para la implementación de la norma, sobre todo para las pymes.
Materialización
El director del gremio y presidente del Comité de Género y Liderazgo de la CPC, Gian Piero Lavezzo, precisó que "las empresas grandes están más preparadas para enfrentar estos cambios, pero las pequeñas y medianas han tenido más dificultades, porque no siempre tienen abogados, ingresos, o no tienen foco en ese tema".
La misma preocupación el presidente de ASEM Biobío, Humberto Miguel, quien indicó que "muchas pymes no tienen los soportes técnicos, que significa contratar consultores o expertos en prevención de riesgos permanentes. Hoy están trabajando mucho en mantenerse con vida, ahí hay una brecha importante".
Y más allá de esta problemática, la presidenta regional de la ANEF, Lorena Lobos, contó que algunas gestiones se llevaron a cabo de forma unilateral. "En muchos casos las autoridades de los servicios hicieron los protocolos con sus unidades de recursos humanos, lo que generó bastantes problemas, porque sin el conocimiento del entorno laboral es bien difícil implementarlos", cuestionó.
Capacidades locales
Frente a la gran cantidad de denuncias que se registraron a partir de agosto del año pasado, el representante de la CPC sostuvo que "creo que no dieron los recursos para dar un soporte robusto para esta magnitud de cambio, ni en lo público ni en las mutuales". Agregó que "existen investigaciones que fueron aceptadas por la Dirección del Trabajo, pero que no han comenzado porque no existen profesionales que puedan tomar la cantidad de casos que llegaron. Aun así, en Concepción se reforzó la cantidad de abogados con exclusividad por esta ley, pero no es suficiente".
No obstante, en este hecho también incidiría el centralismo de estos procesos. "Visualizamos la centralización de los elementos que deben estar a disposición de las regiones y que hoy no están. La canalización de todo el proceso se da a nivel central", recalcó Lorena Lobos, quien estima que ya en marzo de 2025 se resolverán las primeras denuncias.
Por ello, disponibilizar nuevos canales que permitan reforzar la información y directrices de la norma, otorgarle un enfoque formativo a las fiscalizaciones y promover medidas para impulsar a las pymes en esta materia, a través de organismos como Corfo y Sercotec, por ejemplo, son las principales propuestas que realizan para este año, aunque igualmente continuarán con las acciones de difusión, e incluso asesorías grupales, en el caso de la ASEM Biobío.