Preocupación por la violencia intrafamiliar
Es lamentable que todavía nuestra sociedad no ha sido capaz de mitigar o erradicar conductas tan dolorosas y terribles, como es la violencia física y psicológica contra la mujer y los hijos en el hogar. Esas conductas ya no se consideran "normales", como ocurría hace unas décadas, lo que revela que hay un paulatino cambio cultural.
Pese a las insistentes campañas que se han desarrollado durante los últimos años, los ataques a mujeres por parte de sus maridos, parejas o pololos no han cesado, incluso hasta llegar al femicidio, que es la forma más extrema de violencia y una muestra de que en algunos sectores de nuestra sociedad todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la vida de las mujeres. Factores como los celos, la incomprensión y la violencia se conjugan en la génesis del problema, primero como una agresión psicológica, para luego dar paso a los golpes y, en casos extremos, para terminar con una vida.
La violencia física y psicológica contra la mujer y los hijos se agudizó durante la pandemia, cuando se limitaron las salidas en períodos de cuarentena. Debido a la crisis sanitaria, muchas mujeres tuvieron que convivir en forma permanente con su agresor y se les hizo más difícil acudir a las comisarías de Carabineros para concretar una denuncia.
Durante este año 2024 se han registrado en el país 42 femicidios consumados, además de 285 en calidad de frustrados y 76 femicidios tentados. En nuestra Región del Biobío, a la fecha van 4 consumados, además de 13 de esos delitos frustrados y 7 en condición de tentados. La violencia intrafamiliar representa actualmente el 17% del total de casos policiales en la Región del Biobío y es el segundo delito más común después de los hurtos.
Desde el Gobierno y servicios relacionados se señala que hay que abordar esta violencia de género con perspectiva de seguridad pública, sobre todo ante el alza de las denuncias por violencia intrafamiliar. Los estudios aún indican que las mujeres víctimas de violencia suelen tardar un promedio de 7 años en realizar algún tipo de denuncia, por lo que el foco del trabajo del servicio y otras instituciones ha estado puesto en la prevención y trabajo con la comunidad.
Según la legislación chilena, un femicidio es el asesinato de una mujer realizado por quien es o ha sido su esposo o conviviente. Entre los factores de riesgo que se deben considerar para frenar a tiempo este delito, se encuentran la violencia física, la amenazas de muerte o de suicidio por parte del agresor, la presencia de armas, los episodios de celos constantes y en aumento, el abuso de alcohol y de drogas, la manifestación de la intención de terminar la relación por parte de la mujer sin concretarla, el excesivo control, los actos de dominación, la violación o sexo forzado e intentos de ahorcamiento.
Los primeros indicios de la violencia se dan en el pololeo, con la pérdida de respeto por la pareja. Se presenta cuando se revisan en forma subrepticia los celulares o los correos, lo que revela una falta de confianza en la otra persona, espiral que va creciendo. Luego se pasa a los insultos, las humillaciones, los gritos, los empujones, arrojarse cosas, hasta llegar a las agresiones físicas, que pueden llevar hasta quitar la vida a una persona. La principal causa de violencia entre pololos o novios son los celos, seguida del machismo existente en la sociedad.
Por ello, se han realizado campañas que buscan alertar y prevenir sobre estos tipos de problemas que no se aprecian a simple vista, pero que pueden ser el paso previo a la violencia física. A veces, tienden a encubrirse bajo formas de subjetivación del amor romántico, justificadas por considerarse -de forma equivocada- como "expresiones de amor".
Esta situación debe denunciarse a tiempo para no tener que lamentar situaciones extremas, y puede superarse con la colaboración de todos, partiendo desde la formación de los niños, acerca del respeto a todas las personas.
En la Región del Biobío, este año se registran 4 femicidios consumados, 13 frustrados y 7 en condición de tentados. La violencia intrafamiliar representa el 17% del total de casos policiales.