Detienen a banda que encargaba autos robados para su venta en Biobío
A raíz de un foco investigativo, la Fiscalía y Carabineros logró recuperar 32 vehículos avaluados en cerca de $350 millones. Los líderes de la organización contaban con experiencia en automotoras e iniciaron su propio negocio ilícito a través del gemeleo de los móviles.
Con la detención de 9 personas entre la Región Metropolitana y del Biobío, carabineros de la Sección Encargo y Búsqueda de Vehículos (Sebv) Concepción logró desarticular una organización dedicada a la comercialización de vehículos robados y clonados, siendo la particularidad que la operación constaba de una serie de pedidos específicos por parte de los líderes a quienes efectuaban portonazos y encerronas en distintas comunas de la capital.
En el marco de un foco investigativo se abordaron delitos reiterados de robo de vehículos, estafas y receptación, todo esto a través de la Fiscalía Regional Biobío Sacfi (Análisis Criminal), utilizando diversas técnicas especiales que permitieron identificar al grupo que componía la organización.
El general Renzo Miccono, jefe de la Zona Biobío de Carabineros, indicó que "tenemos a la vista 32 vehículos que fueron recuperados con un patrimonio cercano a los $350 millones, decomiso de dinero en efectivo alrededor de $45 millones y también tenemos presencia de la evidencia de cómo operaba esta banda delictual".
Modalidad
El fiscal Matías Arellano, de la Fiscalía de Análisis Criminal, explicó que la organización está liderada por una pareja con conocimientos económicos pues habían trabajado en automotoras. Luego de renunciar a dicho lugar, ambos "comienzan con este emprendimiento ilícito y para ello registran dos empresas automotoras en el Servicio de Impuestos Internos (SII), en base a esto pensaban disimular el origen ilícito de los vehículos, de hecho las compraventas las escribían muchas veces a nombre de estas empresas (...) que eran de fantasía, pues los domicilios que tenían registrados no existían".
En la práctica, los responsables ubicaban vehículos chocados en Biobío, en su mayoría con pérdida total, por lo que los compraban a un muy bajo precio. Luego de identificarlos con sus placas patentes, modelo, año y color, encargaban a un sujeto en la Región Metropolitana quien robaba los móviles.
Este mismo sujeto "se encargaba de modificar los vehículos y hacerlos coincidir en número de chasis, número de motor, las placas patentes que compraban de los vehículos chocados y luego los introducían al mercado formal, vendiéndolo a personas en distintas comunas de la región del Biobío", agregó Arellano.
Para lograr este cometido, los responsables aplicaron diferentes herramientas y técnicas para borrar los números de chasis originales, también del motor, la CPU de los móviles, todo ello para dificultar su identificación. De hecho, uno de los domicilios allanados en Santiago era precisamente un taller en el que incautaron diferentes especies asociadas al gemeleo o clonación de vehículos.
Nuevos modos
El fiscal regional (s) Michelangelo Bianchi comentó que en general el cambio de patentes y de número de chasis es una práctica habitual entre quienes cometen delitos asociados a la venta de vehículos robados, ya que esto permite que los pórticos, peajes e incluso controles policiales no puedan detectar su falsedad.
No obstante, el fiscal agregó que "lo que resulta particular en este caso es que el vehículo sea encargado desde el punto de vista de las especificaciones de marca, año de fabricación, color o características propiamente tales del móvil".
Además, los sujetos comercializaban estos autos principalmente a través de redes sociales, siendo los familiares de quien encabezaba la banda quienes cedían sus nombres para la venta e inscripción de los vehículos. Sobre esto, Bianchi indicó que este caso deja a dos víctimas, primero a quien le robaron el vehículo y en segundo lugar a quien de buena fe lo compró creyendo que estaba en regla.
Un delito de receptación implica que la persona que estaba en posesión del artículo robado debía saberlo o no podía menos que saberlo, por lo mismo la investigación buscará también determinar aquello. Sobre esto, Bianchi indicó que "una compra informal a través de redes sociales o plataformas siempre tiene un riesgo para la víctima y por eso hay que investigar este conocimiento o presunción de conocimiento".