Estando siempre rodeada de música gracias a su familia e interesándose por el folclor en su natal San Carlos, Luciana Ortega llegó a Concepción a estudiar Pedagogía en Educación Musical.
A partir de ahí, la profesora y folclorista ha hecho de la docencia musical una constante en su vida. Este trabajo y dedicación le han valido el premio Global Teacher Prize Chile 2024 en la categoría Educación Musical.
Para la docente, "es un honor que comparto con todos los docentes que, como yo, ven en su día a día en la educación musical una oportunidad para transformar vidas".
"Somos más que transmisores de conocimientos, somos guías que inspiran y acompañan a nuestros estudiantes en su crecimiento personal y profesional. La música es una compañera", señaló.
Ligando a la música directamente con la libertad y felicidad, el premio contempla no solo un reconocimiento, sino que también un estímulo económico. Mismo que Ortega ocupará en sus propios estudiantes.
Y es que la ex alumna de la Facultad de Educación UdeC es la impulsora del "Ensamble Arpas de Ñuble", proyecto que inició en 2019 y que hoy es reconocido a nivel internacional.
Sin embargo, más allá de la semilla familiar, mucho de su formación musical la desarrolló en Concepción y Coronel, durante sus años de universidad y en experiencias profesionales una vez que egresó. Todas vivencias que utilizó a su favor cuando regresó como profesora al Instituto Santa María de San Carlos.
"Me nutrí de la zona del Biobío, con esta valoración de la cultura. En Coronel trabajamos mucho con los estudiantes, a propósito de lo que los vincula con la cultura con la 'cueca minera, por ejemplo. Aprendí junto a ellos, para uno como docente es importante situarse en el contexto en el que está y hacer real los conocimientos", puntualizó.
En esa misma línea, Ortega destacó el reconocimiento de Concepción como Ciudad Creativa Musical Unesco y las desafíos que esto tiene en materia de educación.
De acuerdo a la docente, "siempre es una lucha, porque el panorama que se nos presenta como educadores en esta área es complejo. Muchas veces es un ramo visto como un accesorio o adorno para distintos eventos, cuesta sacar esa visión, y plantear en los contextos escolares el valor y aporte que hace a la sociedad en la formación del ser humano".
"Al ser una asignatura que involucra emociones, trasciende totalmente la vida del ser humano. En Concepción ha dejado huella y lo podemos hacer visible, lo mismo que en Ñuble. Tenemos grandes músicos, cultores y referentes de la música nacional en ambas regiones. Son muy ricas en ese ámbito", valoró.
Además de su familia, otros orgullosos de este reconocimiento son sus alumnos y alumnas, ya que ellos -de alguna u otra forma- están presentes.
"Todo el trabajo que uno hace es con ellos, para ellos y es gracias a ellos. Cuando uno los vincula con su propia educación y los pone como protagonistas, todo toma otro sentido. Su satisfacción es el mejor premio, este reconocimiento también los representa", comentó.
Recién empezando en 2019 solo con su propio instrumento, el taller de arpas que creó Ortega vio interrumpidas sus clases debido a la pandemia. Pasando al formato online, ideó diversas metodologías para que sus estudiantes pudiera desarrollarse en el instrumento sin tener acceso real a uno.