Ausentismo crónico a clases
La educación atraviesa una de sus crisis más profundas, con retrasos en el aprendizaje y deserción escolar. Un reciente informe de Acción Educar, fundación sin fines de lucro que tiene como propósito contribuir con evidencia, análisis y opinión al debate de las políticas públicas, dijo que en septiembre de este año 848.074 estudiantes presentaban inasistencia grave a clases. Esta cifra excede en un 37,3% las cifras que había en 2018, antes de la pandemia.
De acuerdo con el informe, esto se traduce en que el 28,1% de la matrícula escolar del país tiene un ausentismo crónico a clases. Según información del Ministerio de Educación, un estudiante que falta a un 10% de los días lectivos de clases ya presenta ausentismo crónico, porque ha dejado de concurrir veinte o más días al año, por lo que se considera que está en riesgo de aprendizaje y en su desarrollo psicosocial.
Los alumnos de enseñanza media son los que concentran la mayor proporción de inasistencia grave y en ese segmento un 37,9% está en esa condición. El problema se da tanto en escuelas administradas por los Servicios Locales de Educación como en las de administración delegada.
Con anterioridad, un estudio del centro Libertad y Desarrollo, dijo que en 2022 la asistencia promedió 84,6%, una cifra menor al 90,4% que se registraba en 2018, antes de la emergencia sanitaria, o a la de marzo de 2019, que superaba el 92%. La más afectada por el ausentismo entonces era la enseñanza preescolar.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, señaló el año pasado que durante su gestión los esfuerzos se centrarían en reforzar el sistema docente, ya que las proyecciones para 2025 indicaban que habrá un déficit de cerca de 25 mil profesores y 6 mil educadoras de párvulo. Asimismo, esperaba reducir las tasas de deserción y ausentismo del alumnado.
Un reporte del Centro de Estudios del Ministerio de Educación para el periodo marzo a junio de 2024, indicó que la asistencia acumulada en la Región del Biobío fue de 86,9%, lo que implicó una caída del 0,3% respecto al mismo periodo de 2023. Y respecto a la inasistencia grave, el mismo informe estableció que la Región registró un 29,6%, lo que implica un aumento de 1,2 puntos porcentuales en relación con el periodo anterior.
La Región del Biobío aparece a nivel nacional entre las que tiene las tasas más altas de inasistencia a clases, pese a los esfuerzos que realiza el Ministerio para normalizar la situación.
Los organismos de estudio indican que en Chile durante los últimos años hay un promedio de alrededor de 1 millón 100 mil alumnos que no concurren a clases en forma regular. Si se considera que el requisito para pasar de curso es tener un 85% de asistencia, de aplicarse la norma de manera estricta, quiere decir que casi cuatro de cada diez alumnos tendrían que repetir el año. De esas cifras de inasistencia en el país, se considera que poco más de 884 mil estudiantes tienen inasistencia grave.
Las causas de la deserción escolar son muy variadas y se deben observar al interior de las familias, ya que los padres deben tener un papel importante en la toma de decisiones respecto de la inasistencia a la escuela. Y si bien en 2022, luego de la pandemia, se veía con buenos ojos el regreso a las clases presenciales y el término de la educación a distancia, la realidad mostró que no se han cumplido las expectativas.
Esto es aún más preocupante en el segmento de familias vulnerables, ya que sus hijos sin asistir a las aulas no tendrán herramientas para salir de ese subdesarrollo y podrían caer en el mundo del tráfico de drogas y la delincuencia. Los especialistas indican que no se dispone de cifras claras con respecto del ausentismo de los profesores por licencias médicas, que también incide en la disminución de horas de clases.
Para el periodo marzo-junio de 2024, la asistencia acumulada en la Región del Biobío fue de 86,9%, y la inasistencia grave registró un 29,6%, lo que implicó un aumento de 1,2 puntos porcentuales.