"Un subsidio al consumo eléctrico es menos eficiente que apoyar techos solares"
El directivo de la Asociación Chilena de Energía Solar se refirió al desarrollo y desafíos de la industria fotovoltaica, y destacó los atributos de Biobío en la transición de la matriz energética.
El congreso Biobío Energía desarrolló su versión número 12 en Concepción, congregando a diversos representantes del sector energético. Darío Morales, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol), fue uno de los exponentes de este foro y en conversación con Diario EL SUR, calificó la realización del evento como algo "muy positivo" y destacó que "Concepción ha cumplido un rol muy relevante en la provisión de energía eléctrica, tanto para el desarrollo industrial y residencial".
-¿Cuáles son las oportunidades de una región como Biobío en energía solar y qué desafíos tiene al zona centro sur?
-Nuestro país desarrolló en estos últimos 10 años la energía solar en las regiones de Antofagasta, Atacama y Copiapó, y es natural que esto haya sido así porque el desierto de Atacama tiene la mejor radiación solar del mundo. Sin embargo, en los próximos 10 años viene una revolución tecnológica, de la mano de la energía solar, que va a ser posible revolucionar el sector energético, porque la zona centro sur de Chile también tiene buen recurso solar. Un panel fotovoltaico que se utiliza para generar energía en el norte de Chile, en una planta a gran escala, es el mismo que se utiliza para poder ser instalado en una vivienda o un sector comercial en la zona centro sur. La energía solar en la Región del Biobío es bastante buena y eso permitiría reducir las cuentas de la energía eléctrica entre un 20% y un 30%, respecto a lo que se está pagando ahora (…) todavía falta un desarrollo de los techos solares, creemos que ahí hay un potencial importante que todavía no ha sido explotado. Pero también a la producción de calor o frío a partir de la energía solar para ciertos procesos productivos que utilizan temperatura y que esa temperatura podría venir de la energía del sol en vez de los combustibles fósiles.
-Biobío ha desarrollado varias iniciativas en hidrógeno verde, proceso en el que se menciona que la energía solar puede ser un aliado, ¿qué oportunidades también hay en esta materia?
-La característica del hidrógeno para que sea verde es que el suministro energético sea renovable. Y algo fundamental para que ese hidrógeno verde sea competitivo, es la competitividad de las fuentes energéticas y ahí la Región del Biobío tiene grandes potencialidades. La energía hidroeléctrica a pequeña escala, la energía eólica, pero también la energía solar. En la medida que seamos capaces de ir complementando ese tipo de fuentes, Biobío podría también transformarse en un actor relevante en la industria del hidrógeno, considerando que tiene un tejido industrial y científico tecnológico muy importante.
-¿Faltan incentivos o la promoción de la energía solar en el uso doméstico e industrial?
-El mercado y el sector eléctrico se desarrolla bajo el paradigma de que la energía debe ser producida a gran escala y nuestra regulación no está preparada para aceptar altas tasas de penetración de energía descentralizada. Lo que hay que hacer es eliminar esas barreras y permitir apurar los tiempos de conexión, generar mejores condiciones en el acceso al crédito de las familias, de las pymes, para la instalación de estos techos solares. Hoy día hay una discusión muy importante respecto a las tarifas, el Gobierno ha estado presentando un proyecto de subsidio a las tarifas, pero no hay que olvidar que un subsidio al consumo eléctrico es menos eficiente que apoyar techos solares, que no sólo van a permitir producir energía limpia, sino que esa energía va a acompañar a las familias por los próximos 20 años.
-Se ha planteado una dificultad en la distribución de las energías renovables, ¿cómo impacta en la eficiencia?
-Ese es un tema fundamental y como país estamos bastante atrasados. Nuestra regulación está siempre pensada de gran escala y llevarla al consumidor final, y no está pensada para que el consumidor también participe activamente de su suministro energético a través de eficiencia energética, incentivos para modificar su consumo. Eso va a generar y va a requerir repensar el negocio de la distribución de la energía eléctrica para permitir el desarrollo de una infraestructura que ya no sólo sea para que los clientes consuman energías, sino que sirva para darles servicios a todos los usuarios.
-¿La descentralización de la energía renovable juega un rol relevante en esta labor? Como en el caso del transporte eléctrico, por ejemplo…
-Absolutamente. La energía eléctrica hoy representa aproximadamente un 22% de toda la energía que nuestro país utiliza y si queremos avanzar en la transición energética, el primer paso es tener un sistema eléctrico lo más limpio posible, ojalá 100% de energía renovable. Pero el paso siguiente es comenzar a electrificar estos usos de energía como, por ejemplo, el transporte. Santiago es la ciudad del mundo, fuera de China, que tiene la mayor cantidad de buses eléctricos y por qué no pensar en expandir esa realidad a otras regiones del país, pensar que Concepción tenga también una flota importante de buses eléctricos como una medida de contribuir y avanzar en la transición energética. Eso va a tener un gran desafío, pero también va a tener muchos beneficios, no sólo para los usuarios mismos del transporte, sino para toda la comunidad.