La renovación de autoridades municipales
El próximo viernes 6 se vivirá un nuevo hito en el ámbito político regional, ya que se concretará el cambio de mando en 20 de los 33 municipios de Biobío, una de las mayores renovaciones de los últimos años y que trae de la mano no sólo nuevos nombres, sino también cambio de orientación política de quien ejercerá el cargo.
El alto número de alcaldías que contarán con nuevas jefaturas comunales responde a dos situaciones precisas: por un lado, algunos de los alcaldes en ejercicio cumplieron el límite de tres periodos determinado por la ley y debieron dejar sus cargos y, por otro lado, las autoridades que se repostularon no fueron reelegidas por la ciudadanía.
En cifras, fueron nueve alcaldes que dejaron sus cargos por el l´mite legal de periodos y once los que perdieron al volver a ser candidatos para se segundo o tercer periodo. Dentro de esta misma dinámica, hay cinco autoridades electas que ya ejercieron el cargo con anterioridad y que regresan después de un periodo fuera del mismo, caso que se da en Hualqui, Arauco, Santa Juana, Laja y Curanilahue.
A ellos se sumarán los concejales, que también presentaron una alta renovación, en algunas comunas superando el 50% de nuevos nombres.
Desde la perspectiva de los partidos y pactos políticos, hay nueve comunas donde la nueva autoridad corresponde a una tendencia ideológica distinta a la actual. Este es el caso de Concepción, dondele ya renunció el DC Álvaro Ortiz y asumiré Héctor Muñoz, militante del Partido Social Cristiano, o de Talcahuano, donde también ya dimitió el UDI Henry Campos y el nuevo alcalde será Eduardo Saavedra, del Partido Socialista.
El periodo desde su elección a la llegada al cargo ha sido, entonces, un lapso de preparación importante para los distintos alcaldes, ya que según sus propias circunstancias tendrán el desafío de establecer sólidos equipos técnicos para el desarrollo de una gestión eficiente, pero también generar vínculos de cooperación y coordinación tanto a nivel regional como nacional. Esto, con el fin de acceder al financiamiento de proyectos en beneficio de sus comunidades, factor clave para el éxito del desarrollo territorial y, por consiguiente, del mejoramiento de la calidad de vida local.
Evidentemente, este nuevo periodo representa también desafíos para los alcaldes que seguirán al frente de los municipios, ya que se trata de ratificar la confianza ciudadana con una gestión que dé continuidad a lo positivo realizado en cada una de las comunas, mejorando aquellas áreas donde se observan debilidades. Es el momento de definir el sello de gestión que aspiran a concretar.
En relación al cambio de mando, se debe considerar que la Ley 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades establece que el alcalde deberá hacer entrega, al término de su mandato, de un Acta de Traspaso de Gestión, la que deberá consignar la información consolidada de su período alcaldicio, así como de los contratos y concesiones vigentes.
Entre los contenidos más importantes del acta se cuentan el balance de la ejecución presupuestaria y el estado de situación financiera, indicando la forma en que la previsión de ingresos y gastos se ha cumplido efectivamente, como asimismo, el detalle de los pasivos del municipio y de las corporaciones municipales cuando corresponda. A ello se suman las acciones realizadas para el cumplimiento del plan comunal de desarrollo, así como los estados de avance de los programas de mediano y largo plazo, las metas cumplidas y los objetivos alcanzados.
Además, la gestión del municipio respecto del plan comunal de seguridad pública vigente, dando cuenta especialmente del contenido y monitoreo del plan comunal de seguridad pública. Se suman las inversiones efectuadas en relación con los proyectos concluidos en el período y aquellos en ejecución, señalando específicamente las fuentes de su financiamiento, además de un resumen de las auditorías, sumarios y juicios en que la municipalidad sea parte, las resoluciones que respecto del municipio haya dictado el Consejo para la Transparencia, y de las observaciones más relevantes efectuadas por la Contraloría General de la República, en cumplimiento de sus funciones propias, relacionadas con la administración municipal. A ello se agregan las modificaciones efectuadas al patrimonio municipal y el estado de la aplicación de la política de recursos humanos.
El Acta de Traspaso de Gestión se debe entregar tanto al alcalde que asume como a los nuevos concejales que se integrarán, a contar de la sesión de instalación del concejo. El no cumplimiento de lo establecido en este artículo es considerado una causal de notable abandono de sus deberes por parte del alcalde.
El estilo con que lleva adelante su gestión tanto el alcalde como los integrantes del concejo municipales el foco más cercano y real que observa la ciudadanía respecto del quehacer político. Aquello explica por qué es tan importante la responsabilidad y compromiso de la gestión de las autoridades que mañana inician este nuevo periodo de labor.
El periodo desde su elección a la llegada al cargo ha sido, entonces, un lapso de preparación importante para los distintos alcaldes, ya que según sus propias circunstancias tendrán el desafío de establecer sólidos equipos técnicos para el desarrollo de una gestión eficiente,