Los peligros del bullying
En los últimos años, el número de denuncias por bullying escolar ha tenido un importante aumento en Chile. Según la Superintendencia de Educación, en el primer semestre de 2024 recibió 7.523 denuncias a nivel nacional. El 37% de ellas corresponden a la Región Metropolitana, mientras que los casos en la Región del Biobío aumentaron un 8,2%.
Es un problema que se ha acentuado en los últimos años. La ONG internacional Bullying sin Fronteras dio a conocer un estudio que indica que entre 2020 y 2022, en pandemia, se registraron casi 6 mil casos graves de acoso escolar en Chile. Incluso se han registrado casos de suicidio de estudiantes que no han podido sobreponerse a los frecuentes ataques y burlas que recibía de sus compañeros. Estos datos subrayan la persistencia del problema y la necesidad de continuar trabajando en políticas y estrategias efectivas para reducir el acoso escolar y proteger el bienestar de los estudiantes en todo el país.
El bullying o acoso escolar y el ciberbullying son causantes directos de más de 200.000 muertes en el mundo, ya sea por homicidio o por inducción al suicidio cada año, según el informe de la mencionada ONG. No es un fenómeno nuevo, pero el problema se ha ido acentuando en los últimos años. La mayoría de las denuncias que recibe la Superintendencia de Educación en la Región del Biobío se refieren a peleas entre alumnos, hechos de connotación sexual y violencia escolar.
Hasta hace unos años la violencia escolar se manifestaba en ataques de palabra, sobrenombres, publicaciones ofensivas en las redes sociales, entre otras, pero ahora son frecuentes las informaciones que dan cuenta de que niños y jóvenes llevan armas blancas o de fuego a los establecimientos, para atacar a sus compañeros. La agresión escolar es una de las situaciones más dolorosas para los niños y sus familias, considerando que los menores muchas veces sufren en silencio el ataque. Lo más probable es que esto comience con colocar un sobrenombre, para pasar a las bromas mal intencionadas, mofarse de un compañero por diversos motivos, hasta llegar al acoso constante y finalmente a las agresiones físicas. En los últimos años también se ha pasado al ataque a través de las redes sociales.
La Unesco ha estimado que dos de cada diez escolares son víctimas de bullying a nivel mundial y es una realidad que va en aumento. Es un maltrato que deja huellas físicas o psicológicas en los niños y jóvenes, que en casos extremos pueden llevarlos al suicidio. El acoso es intimidación, persecución y agresión que sufren algunos escolares de parte de sus compañeros.
Un estudio realizado por el Instituto Nacional de la Juventud reveló que, previo a la pandemia, el 84% de los estudiantes declaró que habían sido testigos de las prácticas de bullying en sus escuelas o liceos, lo que reveló que se trata de un problema que ya estaba más extendido de lo que se suponía. Un 61% señaló haber sido víctima de estos actos a través de maltratos verbales (insultos, burlas o amenazas) y el 79% de los entrevistados consideró que los amigos incentivan o presionan para hacer ataques a otros. El 83% de la población encuestada creía que estas manifestaciones contra sus compañeros les hacían sentirse admirados o validados en su grupo.
Los profesores dicen que también existe violencia cruzada, ya que algunos apoderados agreden a los docentes, verbal o físicamente, responsabilizándolos por el rendimiento conductual y académico de sus hijos. La violencia en la escuela es el reflejo de la sociedad. Se tiende a mirar el colegio como un mundo aparte, como si estuviera al margen de la comunidad, pero hay un entorno que hoy es más violento, en la casa, en el barrio, en las calles, y esto se refleja también en las escuelas. Sin embargo, hay que insistir en que los padres son los primeros responsables de la conducta de sus hijos.
Hasta hace unos años la violencia escolar se manifestaba en ataques de palabra y sobrenombres, pero ahora se ha pasado a la violencia física e incluso ataques con armas.