La renovación que viene en las municipalidades
A una semana de las elecciones regionales y comunales que se celebraron en dos días, algunas de las observaciones se han centrado en el rol de los vocales, la extensa jornada de conteo de sufragios y la segunda vuelta electoral de las candidaturas a gobernadores regionales, que finalmente se celebrarán el domingo 24 de noviembre en once de las 16 regiones del país, incluida Biobío.
Sin embargo, todos estos análisis posteriores, así como la nueva campaña electoral que se avecina, no pueden ser obstáculos para reconocer la importancia que las autoridades del nivel comunal tienen en cada uno de los territorios en que han sido elegidos.
Es importante destacar que no se trata de un tema menor, ya que como bien se ha reiterado en los últimos días, los municipios son los servicios públicos más cercanos a la comunidad, donde sus habitantes suelen acudir en busca de ayuda para enfrentar sus problemas y de orientación frente a las más diversas temáticas. Por eso es relevante dar una mirada a cómo quedó configurado el poder local en la Región y los factores claves para que tanto autoridades reelectas como debutantes puedan hacer una buena gestión.
En primer lugar, se debe constatar que en casi dos tercios de las comunas de la Región del Biobío, es decir 20 de un total de 33, los ciudadanos eligieron renovar a quienes estaban a cargo de las alcaldías. Esto considerando que el proceso la renovación se da tanto por la salida de nueve jefes comunales que completaron el límite de tres periodos, así como once alcaldes que perdieron la reelección en las urnas. Sin embargo, la cifra representa el mayor recambio de la última década, ya que supera las catorce alcaldías que renovaron sus autoridades en 2021, mismo número de los comicios de 2016.
Entre las veinte comunas que renovarán a sus alcaldes, hay once en las que los jefes comunales en ejercicio perdieron el sillón que ganaron hace cuatro años, o bien sostenían desde hace ocho años. Tal es el caso de Talcahuano donde Eduardo Saavedra (PS) se impuso ante el alcalde Henry Campos (UDI), Tomé donde Ítalo Cáceres (Ind.) se impuso ante la alcaldesa Ivonne Rivas (DC) entre seis aspirantes, Lota donde Jaime Vásquez (CHV) venció al alcalde Patricio Marchant (Ind.) entre seis opciones, o en San Pedro de la Paz donde Juan Pablo Spoerer (Evópoli) venció al jefe comunal Javier Guiñez (Ind.) entre nueve aspirantes.
Por otro lado, también existen cambios a nivel de coaliciones y partidos políticos en el mapa regional. En este ámbito, el mayor incremento corresponde a Chile Vamos (pacto de la UDI, RN y Evópoli) que pasa a liderar once alcaldías, seis más que las ganadas en las elecciones de mayo de 2021, en tanto el pacto Contigo Chile Mejor encabezará diez municipios, lo que se traduce en dos menos que en 2021. Otras diez comunas serán administradas por figuras sin militancia política y las dos restantes por Republicanos, como es el caso de Mulchén, y el Partido Social Cristiano, que llega a hacerse cargo de la capital regional.
Es importante destacar que en 2021 hubo once postulaciones independientes que alcanzaron sillones alcaldicios, tres de ellas correspondientes a mujeres que por primera vez se hicieron cargo de una comuna, como fue el caso de las alcaldesas de Santa Juana, Ana Albornoz; Curanilahue, Alejandra Burgos, y en Arauco Elizabeth Maricán. A ellas se sumaba Ivonne Rivas, de la Democracia Cristiana, quien asumía en su regreso al cargo. Hoy todas ellas perdieron su reelección, dejando un claro vacío de figuras femeninas en la política comunal, el que era previsible considerando que solo el 20% del total de aspirantes a alcaldías eran mujeres. A partir de diciembre próximo habrá solo dos nuevas alcaldesas en la Región, como son Sandra Bobadilla -independiente- en Antuco y Marcela Tiznado -independiente con apoyo de Chile Vamos - en Lebu.
La evidente renovación que muestran las cifras representa, sin duda, un desafío mayor, ya que quienes fueron electos y debutan en los cargos deberán enfrentarse al necesario aprendizaje respecto del funcionamiento de los municipios. Pues más allá de los eslóganes de campaña y la voluntad de cambio que pueda expresarse en los periodos de campaña, la realidad es que llevar adelante la administración comunal es una tarea sumamente compleja, donde -entre otras cosas- se requiere de conformar cuadros técnicos que acompañen eficazmente el liderazgo de la autoridad política.
Lo anterior tiene un especial significado para las comunas más pequeñas, donde un porcentaje importante de la gestión local se basa en la capacidad de formulación de proyectos adecuados para su postulación a fondos regionales. A ello debe sumarse una capacidad de coordinación con los múltiples niveles de administración gubernamental, donde debe primar el diálogo y la disposición al trabajo conjunto, por sobre el mero reclamo, que poco conduce a la consecución de los objetivos cuando se gobierna una comuna.
La evidente renovación que muestran las cifras representa, sin duda, un desafío mayor, ya que quienes fueron electos y debutan en los cargos deberán enfrentarse al necesario aprendizaje respecto del funcionamiento de los municipios.