Vulnerabilidad alimentaria en los niños
Diversos estudios han indicado que Chile es uno de los países donde gran parte de la población, y en especial los niños y adolescentes, enfrentan sobrepeso, obesidad y malnutrición por exceso. Probablemente el acceso a la comida esté resuelto en cantidad, pero no en calidad y allí también está parte de la explicación con respecto al exceso de peso que tiene la población.
Recientemente la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), presentó los resultados de la Encuesta de Vulnerabilidad que se aplicó a más de 760 mil estudiantes de prekínder, kínder, 1° y 5° básico, y 1° medio de establecimientos municipales. Por primera vez, el sondeo incluyó preguntas sobre seguridad alimentaria, consumo de alimentos, tipo de dieta y dificultades de acceso.
El estudio arrojó que el 84,4% de los estudiantes consume menos agua de lo recomendado, mientras que el 72,4% consume menos verduras de lo aconsejado y el 6% declara no comer carne. Cuando toca responder a las familias por seguridad alimentaria, entre 25% y 26% de los encuestados manifiesta tener dificultades para acceder a alimentos en cantidad suficiente, saludables y variados, debido a problemas económicos. Respecto al acceso de las familias a distintos tipos de alimentos, los con más dificultades de acceso son los pescados y mariscos (31,2% de los encuestados), seguidos de las carnes (27,5%) y las frutas (20,7%).
La encuesta entrega información valiosa para tomar decisiones en cuanto a políticas públicas, cuando se está impulsando una nueva ley de alimentación escolar, que fortalecerá la alimentación en las escuelas, con pertinencia territorial, con mayor presencia de los productos de la agricultura familiar campesina y de productos de la pesca artesanal, como algas, pescados y mariscos, lo que permitiría entregar una alimentación adecuada.
Asimismo, el Mapa Nutricional que elabora la Junaeb ha alertado sobre los hábitos de alimentación de los niños. Primero básico es el nivel escolar que presenta mayores porcentajes de obesidad, con el 23,9%. En kínder, el 22,1% de los niños es obeso; en prekínder, el 21,3% y en primero medio, el 16%. Los niños tienen una mayor prevalencia de obesidad en todos los niveles, respecto de las niñas, y se determinó que en las regiones del sur el problema está más acentuado que en la zona norte.
El 74% de los estudiantes se encuentran en situación de vulnerabilidad, con un 18% en situación de pobreza extrema. La mayoría de los alumnos de educación pública dependen de la alimentación que se entrega en las escuelas como su principal fuente de nutrición diaria. Pero también hay que procurar que sean alimentos nutritivos y de calidad, algo que no siempre se logra cuando esos niños llegan a su hogar o cuando salen con sus padres y visitan los locales de comida rápida. Hoy más del 50% de los alumnos de entre cinco y siete años tienen obesidad o sobrepeso, lo que se ha transformado en un problema de salud en Chile, que se acentúa cada año como resultado, en parte, de hábitos de vida sedentarios, que incluyen poca actividad física y dietas alimenticias sobrecargadas en calorías.
La gran oferta de alimentos ricos en sodio, azúcares y grasas, así como el avance alcanzado por la comida chatarra han influido en los malos hábitos alimenticios de la población, pero especialmente en los niños. El Ministerio de Salud ha aplicado políticas para que en las escuelas se vendan alimentos sanos, en vez de aquellos ricos en azúcares, sodio y otros elementos dañinos en exceso. También se puso en vigencia el rotulado de los alimentos en los que se advierte con hexágonos negros los que son peligrosos para la salud. Entre los desafíos se encuentra el trabajo intersectorial que requiere la colaboración de diferentes estamentos, manteniendo un trabajo coordinado que será crucial para el éxito a largo plazo.
El estudio de Junaeb arrojó que el 84,4% de los estudiantes consume menos agua de lo recomendado, el 72,4% consume menos verduras de lo aconsejado y el 6% declara no comer carne.