Evento de La Niña llegará a la región en noviembre y podría generar un déficit de lluvias
La mayor expresión de este fenómeno podría darse en febrero de 2025. Por su parte, el invierno aminoró los efectos de la crisis hídrica tanto en la región como a nivel país.
Como "el periodo más lluvioso de los últimos 14 años en gran parte del territorio nacional" definió la Dirección Meteorológica el trimestre invernal de junio, julio y agosto ya que, pese a que no se ha logrado superar la crisis hídrica que arrastra el país desde hace alrededor de dos décadas, la cantidad de agua caída en el invierno generó un superávit de precipitaciones, y fue mayor que en años anteriores. En la Región de Biobío, por ejemplo, la estación Carriel Sur marca 807,2 milímetros (mm) hasta el 10 de septiembre, mientras que hasta la misma fecha de 2023 se acumuló un total de 672,5 mm.
De cara a la primavera, el pronóstico estacional para septiembre, octubre y noviembre anuncia una precipitación acumulada bajo lo normal, lo que también afectará a Concepción. El informe también revela una polarización de las temperaturas mínimas y máximas, que se expresará en mañanas más frías y tardes cálidas, condición que, de acuerdo con el jefe de la Sección de Análisis y Predicción de Incendios Forestales (Sapif) de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Jorge Faúndez, se viene observando por alrededor de una década, no obstante ha sido más evidente en los últimos dos años.
La tendencia igualmente indica la posible llegada del fenómeno de La Niña, que trae consigo menos precipitaciones y temperaturas que podrían superar los promedios en la región, a partir de noviembre.
Escasez hídrica
El experto destacó que el déficit de precipitaciones se ha reducido de manera significativa en lo que va de 2024, principalmente producto de los sistemas frontales que ocurrieron entre junio y agosto.
"Respecto a los últimos 20 años, los dos más recientes han sido mucho más generosos en cuanto a lluvias, sobre todo para la zona centro sur. Estuvimos en un régimen de megasequía de dos décadas, pero principalmente con el aporte de agua que cayó en 2023 y 2024 -que dentro de todo fue bueno-, colabora bastante. En los déficit anuales hay algunos sectores que aún se mantienen, pero ya no es tan crítico", señaló.
De acuerdo con datos de la Dirección Meteorológica (DMC), la estación Carriel Sur registró 397,6 milímetros de agua en junio, mientras que entre el 31 de julio y todo el mes de agosto se sumaron 175,8 más. De ese modo, a la fecha la precipitación acumulada alcanza los 807,2 mm, sólo un 4,2% menos de lo esperado para este periodo (842,3 mm).
"Lo que se está observando en la atmósfera es que pasamos El Niño, y estamos en una fase neutral", agregó. En ese sentido, hasta octubre las condiciones deberían mantenerse similares a las de 2023 y, de hecho, la DMC indica que hasta ese periodo las temperaturas podrían incluso mantenerse bajo lo estimado.
Retorno de "la niña"
A partir de noviembre se avizora la llegada de La Niña, fenómeno que alcanzaría su máxima expresión en febrero de 2025. Esto implicaría una escasez de lluvias en la zona centro sur en relación con el mismo periodo del año pasado, periodo que registró cifras relativamente positivas.
Los datos que se han observado a través de algunos modelos hasta ahora indican que este evento traerá consigo un alza respecto a los promedios históricos de temperatura. "No es algo tan extremo, pero ya vemos anomalías que está por sobre el promedio. En el caso de Biobío, para febrero, este rango sobre el promedio estaría entre 1°C a 1,5°C grados, y en algunos casos llegaría a 2°C", indicó.
Asimismo, se prevé una niña con características clásicas, "sin embargo aún no hay claridad de qué tan intensa va a ser y eso es clave, porque si lo es podríamos tener una hipersequía, pero si es suave o cercana a lo neutral puede que las precipitaciones sean bajas y no tan intensas como antes, donde han sido bien complejas", precisó.
El jefe de la Sección de Análisis también abordó la posibilidad de incendios forestales para los próximos meses, considerando las características regionales. Más allá de los factores climáticos, explicó que "tenemos dos antecedentes; la cantidad de combustible que técnicamente se denomina la carga, y la continuidad de la vegetación. La región en particular es una de las que tiene de los valores más altos de ambos. Y eso en parte dado porque tiene una superficie significativa de bosque nativo en cordillera y además tiene una importante superficie de plantación, y eso hace que tengamos en esa zona alto riesgo de siniestros en algunos sectores, sobre todo cuando el combustible tiene algún grado de estrés".
Por ello, realizó un llamado a evitar prácticas relacionadas con el uso del fuego ante alertas, y a revisar la situación meteorológica mediante los canales oficiales de la corporación. "Más aún cuando tenemos estas condiciones de riesgo siempre deben mantenerse informados a través Conaf.cl, donde compartimos para todos los usuarios que quieran visitar los mapas de riesgo de incendios, el botón rojo, y las alertas que se levantan en todo el país", sostuvo.