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Afectado por un cáncer

A los 86 años muere el expresidente peruano Alberto Fujimori

El exmandatario gobernó por diez años, emprendió reformas económicas para controlar la hiperinflación y enfrentó a los grupos terroristas. Estaba condenado por violaciones a los DD.HH. En 2005 vino a Chile y fue extraditado.
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cronica@diarioelsur.cl

Alberto Fujimori, el expresidente peruano que gobernó 10 años con mano dura, denuncias de corrupción y abusos graves a los derechos humanos que lo llevaron a ser enjuiciado y a prisión, murió ayer de cáncer en Lima, informó su hija, la política Keiko Fujimori. Tenía 86 años.

"Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma", publicó en un mensaje en X, antes Twitter que terminaba con un "gracias por tanto papá" y los nombres de los cuatro hijos a modo de firma.

Historia

El primer hijo de japoneses en llegar a ser jefe de Estado de otro país en el mundo por voluntad popular fue elegido tres veces como presidente de Perú desde 1990 a 2000. Nacido en Lima en 1938, pasó sus últimos meses de vida en libertad al beneficiarse de un indulto humanitario que permitió su excarcelación en diciembre de 2023 tras pasar 15 años en prisión con cargos por asesinato.

Durante sus mandatos -el último de ellos de menos de un año- aplicó duras medida de ajuste económico, pero mantuvo altos niveles de popularidad. Sin embargo, en el año 2000, tras fuertes cuestionamientos internacionales por abusos a los derechos humanos, huyó a Japón y renunció por fax.

Después, el exmandatario fue condenado a 25 años de prisión, en 2009, con cargos por asesinato que lo señalaban como responsable de la creación y financiación en su gobierno de un escuadrón militar clandestino que mató al menos a 25 personas -entre universitarios y vecinos de un barrio de la capital, incluido un niño- a quienes consideraron exguerrilleros de Sendero Luminoso.

Su ascenso rápido al poder ocurrió en medio de la ruina económica de Perú en julio de 1990, al término de los cinco años de gobierno de su antecesor Alan García. En agosto de ese año la inflación llegó a 397% y el país soportaba una década de sangriento conflicto armado interno entre las fuerzas de seguridad y los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.

Su marca en perú

"Enfrentó al terrorismo, controló la hiperinflación y hasta el momento se sigue su línea económica para bien o para mal", dijo a The Associated Press Yusuke Murakami, profesor de ciencia política en la Universidad de Kyoto y experto en Fujimori.

Decepcionados de los partidos políticos que no acabaron con el caos que se vivía, los peruanos eligieron como presidente en 1990 al ingeniero agrónomo Fujimori, quien entonces era un desconocido profesor de matemáticas en la Universidad Nacional Agraria de La Molina. Venció en segunda vuelta al premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.

Le decían "el Chino" por sus ojos rasgados y su tez morena, que lo acercaban a la mayoritaria población de Perú: los mestizos e indígenas.

Doce días después de llegar al poder, a los 52 años, aplicó las drásticas medidas que había prometido no usar durante su campaña para combatir la hiperinflación más alta en la historia de Latinoamérica, con 397% mensual, de acuerdo a cálculos de Steve H. Hanke, un profesor de economía aplicada de la Universidad Johns Hopkins, experto de inflación en el mundo.

El 5 de abril de 1992, Fujimori anunció en un mensaje televisivo el cierre del Parlamento, la reorganización del sistema judicial y el inicio de un "gobierno de emergencia" que tendría entre sus objetivos redactar una nueva Constitución para reemplazar a la de 1979, que prohibía la reelección inmediata.

"Disolver, disolver", fue la frase repetida con la que Fujimori anunció el llamado "autogolpe" y quedó por muchos años en el recuerdo de los peruanos.

Terrorismo

Su popularidad aumentó luego de que un grupo de investigadores policiales, que recibía más apoyo de la embajada de Estados Unidos, capturara una noche de sábado de septiembre al líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y a miembros claves de su cúpula que desde 1980 hasta 2000 provocaron más de 12.000 asesinatos.

Años más tarde, Fujimori sacó partido del rescate de la residencia del embajador japonés en Lima tomada por rebeldes del Movimiento Túpac Amaru. Ese día, soldados del ejército rescataron vivos a 72 de 73 rehenes y ejecutaron extrajudicialmente a los rebeldes. Una imagen de Fujimori en chaleco antibalas y botas militares, paseando victorioso por la residencia liberada, recorrió el mundo.

Desde las sombras, su jefe de espías Vladimiro Montesinos (exabogado de narcos y oficial expulsado del ejército) dirigió un sistema de inteligencia que, usando dinero público, favoreció a Fujimori y le allanó cualquier tipo de oposición sobornando a legisladores, jueces, fiscales y dueños de medios de comunicación.

Su ambición por el poder le hizo reelegirse en 1995, cuando ganó por abrumadora mayoría. Volvió a hacerlo en el 2000, pese a acusaciones de fraude, pero su tercer gobierno duró poco. A finales de ese año se difundió un video que mostraba cómo su asesor Montesinos sobornaba a un legislador opositor. Eso desató una ola de protestas que provocó su caída.

Fujimori salió del país y se refugió en Japón, desde donde renunció a la presidencia vía fax.

En 2005 Fujimori viajó a Chile y una corte de ese país autorizó extraditarlo a Perú dos años después. A su regreso, el juicio se volvió histórico: duró 15 meses y polarizó al país. Era el primer presidente elegido democráticamente que asistía a juicio por violación de derechos humanos. Y aunque se defendió diciendo que era una venganza política, fue declarado autor mediato por 25 asesinatos y se le sentenció a 25 años de prisión.

Asimismo, fue condenado por corrupción por realizar un pago ilegal de 15 millones de dólares a Montesinos para sobornos en los últimos días de su gobierno. En enero de 2015, recibió una sentencia adicional por usar recursos del Estado para financiar diarios que apoyaron su segunda reelección, pero luego se le retiró la condena porque el juez que la revisó dijo que no halló pruebas contundentes.

En diciembre de 2023, el Tribunal Constitucional revivió el indulto de 2017 por sufrir de hipertensión, frecuencia cardiaca irregular y riesgo de cáncer de lengua y ordenó su excarcelación.

La declaración dice "que se vayan todos los representantes"

El Parlamento de Venezuela llamará a Maduro a romper relaciones con España

Ayer el Congreso ibérico reconoció formalmente a Edmundo González Urrutia como presidente electo.
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El Parlamento de Venezuela, controlado por el chavismo, preparaba anoche una resolución que esperaba aprobar para instar al Gobierno de Nicolás Maduro a romper "todas las relaciones" diplomáticas, consulares, económicas y comerciales con España, luego de que el Congreso español aprobara reconocer al opositor Edmundo González Urrutia -exiliado en el país europeo- como presidente electo.

Durante la sesión de hoy, el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Legislativo), el oficialista Jorge Rodríguez, pidió a la Comisión de Política Exterior una reunión inmediata para elaborar una resolución que la plenaria "apruebe de manera perentoria" para solicitar "al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que se rompan de inmediato todas las relaciones" con el país europeo.

"Que se vayan de aquí todos los representantes de la legación del Gobierno del Reino de España y todos los consulados y todos los cónsules y nos traemos a los nuestros de allá, que se queden ellos con sus asesinos, con sus golpistas, con sus fascistas, con sus violentos", expresó.

Rodríguez pidió también que la resolución establezca que "todas las actividades de índole comercial de empresas españolas sean cesadas de inmediato", en respuesta a lo que consideró como "el atropello más brutal" de España contra Venezuela "desde los tiempos" en que el país caribeño luchó por su independencia, en referencia a la decisión del Congreso.

"Una gente que ni siquiera escoge a su presidente comete la barbaridad de pensar que ellos pueden nombrar al presidente de Venezuela (...) Debería darles vergüenza que, en el siglo XXI, una persona por derechos de sangre es quien designa en España al presidente del Gobierno", dijo el jefe de la AN.

A su juicio, el país europeo "se ha venido convirtiendo" en un "refugio de homicidas, fascistas, golpistas" y "violentos", y posteriormente nombró a políticos antichavistas exiliados en España como a Leopoldo López.

Sin efecto jurídico

Más temprano, la líder opositora María Corina Machado calificó como "otra gran victoria" la resolución del Congreso español. "¡Avanzamos! Los venezolanos agradecemos a cada uno de los diputados de los distintos partidos que votaron a favor de la soberanía popular, la democracia, la verdad y la libertad" en Venezuela, expresó Machado a través de X.

El Partido Popular (PP), líder de la oposición de España, sacó adelante la propuesta de reconocimiento a González Urrutia con 177 votos, procedentes de la derecha y de grupos nacionalistas, como los vascos, aliados habituales de los socialistas, que se han quedado en minoría con sus socios de izquierda.

La iniciativa, que no tiene ninguna trascendencia jurídica, pide además el fin de la represión, la liberación de los presos políticos y que se contribuya a la seguridad personal de Machado y el propio González Urrutia, al tiempo que solicita que el Ejecutivo lidere el reconocimiento del líder del antichavismo en las instituciones europeas, con el objetivo de que el 10 de enero de 2025 tome posesión como presidente de Venezuela.

Bolivia construirá una planta de extracción directa de litio

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La estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó ayer un contrato con la firma de Rusia Uranium One Group para la construcción de una planta de extracción directa y carbonatación de litio, que se prevé produzca 14.000 toneladas anuales del mineral.

El contrato, el primero con una empresa extranjera para la extracción directa, permitirá "producir carbonato de litio, grado batería, certificado" y la construcción de la planta en la localidad de Llipi, en el salar de Uyuni, demandará una inversión de 970 millones de dólares, señaló el presidente de YLB, Omar Alarcón.

Asimismo, resaltó que la tecnología de extracción directa de litio (EDL) permitirá una "alta recuperación de materia prima en más del 80%" en comparación con el método de piscinas de evaporación que "apenas llega al 12%".

La firma se realizó en la Casa de Gobierno, en La Paz, con la participación del presidente boliviano, Luis Arce.