Fiscalía sostiene que crimen en contra de policías fue premeditado y alevoso
En la formalización de 3 de los 4 autores identificados, se expuso cómo se habría planificado y ejecutado el ataque sin dar oportunidad a que las víctimas pudieran defenderse.
Una ejecución y sin posibilidades de defensa. Así fue calificado el ataque que los tres hermanos Antihuen Santi habrían perpetrado en contra de los tres funcionarios de carabineros la noche del 26 y madrugada del 27 de abril, para lo cual se prepararon con antelación, ánimo frío y tranquilo; con el objetivo de sustraer las armas institucionales a través de una emboscada en el sector Antiquina de Cañete.
Ayer los hermanos Felipe y Yeferson Antihuen Santi fueron formalizados como autores directos de los delitos consumados de robo con violencia; homicidio calificado reiterado cometido con premeditación, alevosía e ignomania; incendio de vehículo institucional; porte ilegal de armas de fuego y el traslado de restos humanos; todos estos cometidos en contra de los funcionarios de carabineros Carlos Cisterna, Misael Vidal y Sergio Arévalo. La audiencia continuará hoy.
Preparación
El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido y el persecutor Carlos Bustos entregaron una serie de antecedentes que buscan reconstruir lo ocurrido la noche del crimen y que conforman a la fecha 12 tomos de información.
A las 23:30 horas de la noche del 26 de abril, los tres carabineros acudieron a fiscalizar la medida cautelar de un sujeto con domicilio a 5 kilómetros hacia el interior desde la ruta P-72-S en Cañete. Los tres hermanos imputados -sobrinos también del sujeto bajo arresto domiciliario nocturno- tenían conocimiento sobre la fiscalización constante que realizaba la policía y habrían expuesto a su tío en más de una ocasión que querían efectuar algún tipo de acción contra ellos cuando acudieran a generar este procedimiento de rutina.
Ese mismo 26 de abril, los sujetos habrían pedido ayuda a Nicolás Rivas -formalizado como autor cooperador de los hechos- para que les facilitara un arma de fuego, la cual fueron a buscar desde su residencia en Antiquina hasta Tranaquepe. Esto quedó en evidencia a través del seguimiento de sus señales telefónicas; allí un testigo reservado los habría visto recibir una escopeta y municiones de parte del padre de Rivas, retornando nuevamente a Antiquina previo a las 19 horas.
Según el relato del fiscal, se revisó el tráfico telefónico de los tres imputados en los horarios cercanos a la ocurrencia del ataque, sin embargo, se pudo constatar que estos desconectaron sus teléfonos celulares entre las 20 horas del 26 de abril y los encendieron al día siguiente, presumiblemente para evitar ser georeferenciados en algún lugar cercano al del crimen.
Emboscada
A través de diversas evidencias y las declaraciones de testigos, la Fiscalía sostuvo que si bien han sido identificados tres sujetos como autores materiales de este triple homicidio, se debió requerir la acción de al menos el doble de sujetos en comparación a la cantidad de víctimas para haber logrado sorprenderlos, reducirlos, cargarlos y trasladarlos desde el lugar donde fueron asesinados hasta donde los dejaron y quemaron.
En esta línea, los sujetos cortaron los alambres del camino vecinal que daba acceso al domicilio a fiscalizar, cerraron el portón que habitualmente permanecía abierto y esperaron hasta que llegaran los carabineros, aprovechando el momento en que debieron al menos abrir la puerta del vehículo blindado para intentar ingresar al terreno.
"Aprovechando la apertura de una de las puertas de la camioneta, un número indeterminado de sujetos entre los cuales se encontraban los hermanos Tomás, Yeferson y Felipe Antihuen Santi, quienes permanecían ocultos en la vegetación, rodeando la camioneta, provistos de armas de fuego emboscaron a los carabineros, los redujeron y les sustrajeron mediante violencia e intimidación y otras vías de hecho, sus cámaras Go Pro, las radios de comunicación, al menos un teléfono celular, además de implementos de seguridad y las armas institucionales", dijo el fiscal Garrido.
A esto sumó que "mientras las víctimas se encontraban fuera del móvil institucional, reducidos y sin posibilidad de defensa o de oponer resistencia, les dispararon con armas de fuego, dándoles muerte en el mismo lugar".
Bustos explicó que las autopsias revelan que las heridas balísticas fueron mortalesb y que incluso con una atención médica oportuna, los carabineros habrían fallecido. Además, el peritaje balístico de trayectoria, permitió ubicar a los tiradores desde una posición superior, dando cuenta de que las víctimas habrían estado de rodillas mientras los responsables les dispararon con armas de disparo único y múltiple, esto a muy corta distancia, prácticamente como una ejecución.
"Las víctimas tuvieron una posibilidad escasa o nula tendiente a evitar que esto ocurriera, a defenderse o derechamente a repeler los ataques de los imputados. Esto da cuenta de que había una planificación, no era un hecho fortuito de personas que van a un lugar y se encuentran con funcionarios de Carabineros y le quitan la vida. Hay una planificación que estaba directamente enfocada en dar muerte a los funcionarios de Carabineros", planteó Bustos en su alegación.
Traslado
Para finalizar este crimen, los sujetos cargaron los cuerpos sin vida de los carabineros y utilizaron una ruta secundaria cruzando la comunidad Nicolás Kallvu Llanka para volver a la ruta P-72-S donde dejaron la camioneta.
Utilizando una motosierra cargada con combustible en la cabina y un bidón en el pick up, prendieron fuego a la camioneta a las 00:11 horas. El fiscal Garrido sostuvo que esto ocasionó un mal adicional, atentando contra la honra y dignidad de los funcionarios al afectar sus cuerpos con la acción del fuego, para luego efectuar nuevos disparos al móvil y huir del lugar.
6 sujetos al menos habrían participado directamente en el homicidio de los carabineros ocurrido la noche del 26 de abril
00:11 fue la hora en que los responsables del crimen habrían prendido fuego a la camioneta encontrada en la ruta P-72-S