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Municipios de Santa Juana, Florida y Hualqui relatan cómo sobrellevan esta brecha

El déficit cultural de las comunas rurales que se palpa en la falta de espacios

No sólo advierten carencia de infraestructura para desarrollar talleres, eventos o ensayos, sino que también problemas a la hora de postular a fondos concursables por la falta de personal. Hay un tema de "idiosincrasia" que frena la participación.
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Por Nicolás Álvarez Arrau / nicolas.alvarez@diarioelsur.cl

A través de una columna publicada en este medio, titulada "El latido invisible de los centros culturales rurales", la académica de Historia y Geografía de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Nidia Smith, abordó el domingo pasado la brecha que este tipo de comunas experimenta por la falta de espacios culturales, una situación que se hace más notoria al comparar con la realidad de las grandes ciudades. En su texto, la profesora expuso una serie de puntos a resolver: las limitaciones financieras, el deterioro de la infraestructura existente y las marcadas disparidades regionales.

"Muchas comunas, especialmente rurales, han sido relegadas y privadas de estos vitales espacios de encuentro y expresión. Así, las promesas de accesibilidad y equidad cultural se desvanecen, dejando una estela de carencias que implora por una atención renovada y sostenida", apuntó Smith en su columna, quien puso como claro ejemplo la situación de Hualqui, comuna que ante la falta de opciones ha sufrido limitaciones educativas y culturales que han imposibilitado el fortalecimiento del tejido social y la identidad comunitaria.

El punto es analizado por la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Paloma Zúñiga. La autoridad reconoce este déficit, que a su juicio va más allá de la falta de espacios culturales, pues se trata de una brecha social de cómo las personas tienen acceso al derecho a la cultura, "diagnóstico que tenemos clarísimo como gobierno, y estamos trabajando para poder superar eso con distintos programas". En el caso de Hualqui, por ejemplo, la Seremi realizó un curso de gestión cultural durante el primer semestre con diversas comunidades, a través del cual se entregó apoyo económico.

A esto suma también el programa Puntos de Cultura Comunitaria, una iniciativa que busca que las comunidades organizadas generen espacios que, a la postre, son apoyados con un reconocimiento que se postula todos los años. En la Región del Biobío existen 10 Puntos de Cultura esparcidos en Concepción, San Rosendo, San Pedro de la Paz, Tomé, Mulchén, Los Ángeles Yumbel, Talcahuano y Lota, comuna que a diferencia del resto cuenta con dos.

"Este programa pretende que las comunidades propiamente tal hagan el levantamiento y levantes sus iniciativas culturales por medio de estos espacios comunitarios, en donde el trabajo es con la comunidad, desde la comunidad y para la comunidad (...) Así, es posible trabajar con jóvenes en materias de danza, reivindicación de la conservación del patrimonio natural o talleres de rap", cuenta la seremi, quien recalca que la ayuda entregada es técnica y financiera.

En el marco de este panorama que experimentan las comunas rurales, tres municipios de la Provincia de Concepción dan cuenta sobre cómo sobrellevan la brecha cultural que, pese al paso del tiempo, cuesta resolver.

Hualqui y su apuesta por nuevos proyectos

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Viviana Ruiz, gestora cultural de la Unidad de Cultura del municipio de Hualqui, reconoce que para ellos siempre ha sido un tema complejo la búsqueda de espacios culturales. Al no tener un lugar propio, en la comuna se ven obligados a pedir el gimnasio municipal, "el único espacio más grande con techo y graderías, aunque aun así es inhóspito para lo que nosotros buscamos", o el salón municipal, que se ocupa recurrentemente como sala de ensayo, "pero no es lo último porque cuando hay otra actividad municipal, hay que cederlo".

En vista de este panorama, hoy trabajan en un proyecto a largo plazo que busca el financiamiento para levantar un espacio cultural. En principio, la idea era establecer una Casa de la Cultura en un terreno disponible, aunque con el tiempo se dieron cuenta de que este proyecto no es factible de momento, por lo que habrá que generar un proyecto por etapas.

"Esto es a mediano y largo plazo, porque igual es una inversión mayor que debe cumplir con una serie de reglamentos. Ahora, en la administración estamos trabajando con el alcalde algo que sea más de corto plazo, que es la posibilidad de utilizar un edificio que se pueda arrendar para que las agrupaciones puedan ensayar y montar muestras artísticas pequeñas", dice Ruiz.

La gestora agrega que el objetivo será tener un multiespacio para también presentar pequeñas obras y exposiciones, una labor cuya estrategia se define en estos días.

De acuerdo a Ruiz, los recursos que hay en el Ministerio de las Culturas para implementar áreas de este tipo sí existe, lo mismo en el caso del Gobierno Regional, "por eso creo que todo esto es un tema de gestión, y la gestión es la que se está haciendo ahora". Las carencias advertidas en Hualqui las han tratado de solucionar estos últimos tres años, con más actividades culturales, "aunque, sin duda, seguimos en pañales y nos falta mucho por hacer".

Santa Juana y la necesidad de una programación cultural más estable

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En Santa Juana mantienen un convenio vigente con la UCSC en el ámbito de la cultura, lo que les permite llevar a la ciudad obras de teatro o generar en Concepción presentaciones musicales. Más allá de eso, en el municipio reconocen que en la comuna enfrentan carencias y que lo que se necesita, a priori, es tener una programación cultural más estable, sobre todo en consideración de que cuentan con un Teatro Municipal.

"Es complicado generar público y audiencias, y por lo mismo nos es difícil mantener actividades culturales", plantea Mariarebeca Sabag, encargada de la Oficina Municipal de Cultura. A su juicio, el problema responde a que las municipalidades de zonas más alejadas no cuentan con un sustento viable para trabajar estas temáticas y que muchas veces estas se ven obligadas a responder a otras prioridades, como salud, agua potable, transporte, o las mismas emergencias climáticas.

Frente a incendios forestales o lluvias, por ejemplo, el área cultural de Santa Juana debe parar su programación y enfocarse en las ayudas sociales. Dentro de lo que realizan con mayor regularidad asoman talleres de artes escénicas y de danza, así como encuentros locales.

"Como los fondos son concursables, muchas veces las oficinas de cultura carecen de la capacidad técnica para poder postular a proyectos. De hecho, muchas de estas oficinas tienen un sólo trabajador. Y, en segundo lugar, creo que no hay que ver la cultura sólo como las fiestas costumbristas, tiene que haber una multidefinición de lo que significa la cultura", plantea Sabag, al mismo tiempo que llama a establecer fondos directos desde la Seremi para tener una democratización y poner a la par a las comunas rurales con el resto de las ciudades.

Florida, un tema de idiosincrasia y falta de infraestructura

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En Florida palpan esta brecha y advierten que se ve, fundamentalmente, en la falta de una infraestructura adecuada para realizar talleres o eventos. Juan Pablo Muñoz, encargado del Programa de Cultura y Patrimonio del municipio floridano, suma también un problema asociado a la propia idiosincrasia de las personas que habitan sectores rurales, es decir, cree que para estas comunidades no es parte de su hábito común participar de actividades culturales como sí ocurre en ciudades como Concepción, "donde se ve a niños ensayando danza en la calles o parques".

"Hay un miedo o vergüenza a la participación en este tipo de cosas, porque está el tabú de las danzas, por ejemplo, una rama relacionada a las mujeres, y por eso acá tienen más poder los deportes comunes como el fútbol. Por eso en la comuna vemos dos barreras para ejecutar iniciativas culturales", explica, a la vez que indica que el cambio esperan lograrlo en los menores a través de talleres de pintura, mosaico, canto, orquesta, danza latinoamericana, cueca o espectáculo.

Respecto al primer punto, la falta de espacios, Florida cuenta sólo con su gimnasio municipal y una alternativa multiuso para ejecutar este tipo de talleres. Según Muñoz, fondos para echar a andar proyectos hay, "pero quizá no son tan sencillos de formular, o los proyectos no son tan fáciles para que la comunidad pueda acceder (...) No son amigables".

En esta comuna se las deben ingeniar y rebuscar para generar talleres. Además del gimnasio, la Biblioteca Municipal se abre como el punto de encuentro de la orquesta que tiene Florida, "pero uno debe entender que una biblioteca no es un lugar apto para ello, aunque sí tratamos de generarlo". En el gimnasio, en tanto, están obligados coordinar con otro tipo de talleres de carácter más deportivo, lo que impide que la cultura se desarrolle de una forma constante.