Reinventarse es una oportunidad que la educación continua puede proporcionar
En la actualidad hay una demanda laboral en el mundo de las STEM, la cual se puede cubrir con modelos de formación breves e intensivos, como los bootcamp. De igual forma, el futuro requerirá competencias en el mundo del trabajo que van desde el liderazgo e influencia social hasta la resolución de problemas complejos.
Mucho se argumenta acerca de la creciente injerencia que están teniendo las habilidades que requieren un manejo en tecnología. Según un estudio efectuado por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), hay un 2,8% de puestos de trabajo ofrecidos por empresas que no son cubiertos, siendo una de las áreas que encabeza esta estadística la relacionada con especializaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Esta realidad, según Universia, portal de universidades chilenas, se hace extensivo al resto del planeta. Se requieren profesionales capaces de trabajar en ambientes relacionados con el metaverso, la Ciencia de Datos y otras tecnologías actuales. Esta situación, que puede verse como un problema, en realidad plantea una oportunidad para la educación continua, la que puede ayudar a reconvertir a muchos trabajadores para que laboren en estas esferas.
El déficit de personas formadas en profesiones STEM mencionado antes ha provocado que, en los últimos años, crezca un modelo de formación que tiene dos características clave: su breve duración y un aprendizaje intensivo: los bootcamps, capaces de instruir a profesionales de manera rápida.
Gracias a estas instrucciones, personas que vienen de profesiones no relacionadas con los últimos avances tecnológicos alcanzan los conocimientos necesarios y obtienen las bases que les permiten desempeñar profesiones demandadas por las empresas y la sociedad. El desarrollo de software, la programación, la Ciberseguridad o la Inteligencia Artificial son algunos de los campos en los que se reproducen este tipo de formaciones.
Son programas didácticos, muy adecuados para el reciclaje profesional, los que no demandan necesariamente conocimientos previos por quien los realiza. Exigen, eso sí, un importante esfuerzo y disciplina por parte del alumno. Hoy por hoy, ese sacrificio merece la pena por la empleabilidad de las personas que los cursan.
En un mercado laboral que se transforma continuamente, y en el que se necesitan profesionales capaces de adaptarse a las nuevas necesidades y tecnologías, la formación en nuevas habilidades es casi una obligación para todos los profesionales. Quienes aprovechen estas oportunidades, serán los líderes en el futuro a mediano plazo.
Las competencias del futuro
Según se explica en Universia, es esencial desarrollar profesiones que el Fondo Económico Mundial denomina "las competencias del futuro". Para el año que viene, algunas de las más solicitadas serán diseño y programación de tecnología, liderazgo e influencia social, resolución de problemas complejos y pensamiento analítico e innovación, por mencionar unas pocas.
Si bien muchas de estas competencias son innatas, no es menos cierto que, con esfuerzo e iniciativa, cualquier persona puede desarrollarlas y aplicarlas en su carrera profesional. "La base para ello es una mentalidad abierta y el aprendizaje continuo", asegura Bea Sevillano, experta en captación de talento de Universia.
Hoy se requieren profesionales capaces de trabajar en ambientes relacionados con el metaverso, la Ciencia de Datos y otras tecnologías actuales.